Salvador Allende, algo para recordar


Salvador Allende
  • Fechas y datos no conocidos u olvidados acerca de aquel golpe de estado.
  • María Luisa “China” Mendoza, “De Ausencia”, entre sus grandes libros.
  • Analiza catedrático el lenguaje y alto contenido erótico de ese volumen.
  • La entrañable relación México-Cuba; la isla tiene esperanzas en AMLO.
  • No se olvida el “comes y te vas” emitido por Vicente Fox a Fidel Castro.

Reportajes Metropolitanos

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Acabamos de concluir su lectura. Y a quienes, entonces, reporteamos el asesinato de Salvador Allende, allá en Santiago de Chile, el relato de la colega escritora Teresa Gurza, nos da pormenores. Que hemos denominado algo para recordar. “A 45 años, nos explica ella, doña Tere, fue complicadísimo llegar, porque en 1974 algunas calles de San José de Costa Rica no tenían nombre ni número y había que seguir datos del tipo de: a tres pasos de la Pulpería la Luz y dos metros a la derecha de la cantina amarilla y a cinco de la esquina izquierda donde está la escuela tal…

Iba a entrevistar a Renán Fuentealba Moena, prominente figura del Partido Demócrata Cristiano de Chile, que había tenido que dejar su país por haber firmado horas después del golpe que el 11 de septiembre de 1973 derrocó al Presidente Constitucional Salvador Allende, la Declaración de los 13; documento de condena a la Junta Militar y sus violaciones a los derechos humanos. Me esperaba en un modestísimo departamento, que alquilaba en un barrio de las afueras de la capital tica.
Lo recuerdo de baja estatura, austero y frágil, friolento y blanco de cutis; apariencia contrastante con las tronantes declaraciones que me dio para el periódico El Día; donde yo trabajaba como reportera de Asuntos Especiales. Y en realidad era fuerte, porque este abril cumplió 102 años.

La idea de ir a verlo, surgió de René Largo Farías; militante comunista, promotor de la música y la cultura popular chilena y a quien conocí en alguna de mis visitas a Chile durante el gobierno de la Unidad Popular, porque era jefe de la Oficina de Información y Radio, del presidente Allende. Antes del golpe había yo entrevistado para la televisión mexicana tres veces en Santiago y una en México, a Allende; a su canciller Clodomiro Almeida, a sus opositores Jaime Guzmán, Patricio Aylwin, Sergio Onofre Jarpa, Antonio Tagle Valdés y el coronel Labbé, y a los dirigentes comunistas, Luis Corvalán y Volodia Teitelboim. Y después, a todos los dirigentes de la izquierda chilena; por lo que Largo Farías (asesinado a golpes en Santiago de Chile en octubre de 1992, en un crimen no totalmente aclarado) consideró que dar a conocer los puntos de vista de Fuentealba en México, donde vivían cientos de allendistas a los que el presidente Luis Echeverría había dado asilo, ayudaría a la causa de la democracia; y a que se comprendiera, que había sectores democristianos con los que se podía contar para resistir a Pinochet; y que la cabeza de ellos, podría ser Fuentealba.

David William Fosterm

Su aval a la Declaración de los 13, tuvo especial resonancia porque era un destacado abogado y había sido regidor, intendente, diputado, senador y presidente en tres diferentes periodos, del Partido Demócrata Cristiano (después lo fue cuatro veces más); en fin, era Fuentealba un político clave en el contexto chileno. Y ese día en San José, ratificó su discrepancia con la posición de la DC justificando el golpe; y advirtió, que sólo en libertad sustentada por la mayoría del pueblo y no por minorías excluyentes, se podía aspirar a la transformación humanista y democrática de Chile.
Y me platicó que antes del 11 de septiembre, estaba convencido de que era posible una solución democrática si Allende llamaba a un plebiscito. Pensaba que si la votación era favorable al presidente, podía obtener la reforma constitucional para hacer los cambios pacíficos que había prometido y a los que se oponía el Congreso; y si perdía, podría negociarse su salida del gobierno como demandaba la oposición.

Cuestión ésta que no le creí sucediera, porque Allende me había dicho que solo saldría de La Moneda “con los pies por delante, en un pijama de madera”. Buscando el diálogo, Fuentealba se reunía con representantes de ambos lados; y aunque había coincidencias con el Partido Comunista, era insultado y criticado tanto por democristianos como por gobiernistas; principalmente por el Partido Socialista al que pertenecía Allende.

Era entonces secretario general del PS Carlos Altamirano, ahora de 95 años, y acusado por izquierda y derecha, de ser uno de los causantes del fracaso del gobierno de Allende. Lo responsabilizan también, de echar gasolina a las llamas de la intolerancia y apresurado el pinochetazo, con su discurso del 9 de septiembre; cuando dijo “el golpe no se combate con diálogos”, anunció que Chile se transformaría “en un nuevo Vietnam heroico” y amenazó con “utilizar la fuerza del pueblo para aplastar a la minoría oligárquica”. A todo eso, Altamirano respondió esta semana con un «puras pamplinas» a un periodista del diario La Tercera, que habló con él en su casa de Santiago; donde vive auto-marginado de la política y pidiendo lo dejen tranquilo, porque no desea ser recordado. Volviendo a Fuentealba, en el exilio mantuvo la convicción de que solo la unión de los antipinochetistas, podría devolver a Chile la democracia.

Y de Costa Rica, se fue a Venezuela; donde en 1975, promovió una reunión de los partidos contrarios a la dictadura, cuyos representantes concluyeron que “únicamente la acción concertada de todas las fuerzas políticas y sociales de oposición podía dar a Chile un gobierno democrático y estable”.

En 1979, aún fuera de Chile, fue electo Presidente de la Organización Demócrata Cristiana de América; y en 1983, regresó a su patria para iniciar la reconstrucción de su partido y organizar la Alianza Democrática. Esta Alianza fue el antecedente de la Concertación de partidos que ganó el plebiscito del NO, que impidió que Pinochet continuara gobernando. Y que, a partir de 1990, llevó al poder a los democristianos Patricio Aylwin y Eduardo Frei y a los socialistas Ricardo Lagos y Michelle Bachelet; a ella, en dos ocasiones.

Los cuatro han destacado el valor histórico de la Declaración de los 13 y los valientes que la firmaron; como Fuentealba, el recién fallecido Andrés Aylwin y otros 11 personajes; porque ayudaron a la unidad de la oposición y al fin de la dictadura. Hace poco leí en El Mercurio que, al cumplir cien años, Fuentealba lamentó que su total dedicación a la política hubiera deteriorado la relación con sus hijos y nietos, que ha sido poco cercana y amorosa y que sufre por no verlos con frecuencia. Así me enteré que está vivo; le mando saludos”. Recordar, insistimos, es vivir. Gracias a la amiga, poeta, escritora y periodista, pero sobre todo humana.

Renán Fuentealba Moena

UN RIO DE LETRAS EN CONSTANTE MOVIMIENTO

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Quienes conocimos a María Luisa, La China, Mendoza, nos entusiasmó cómo describe su prosa la también escritora y también galardonada, Norma L. Vázquez Alanís. Leerlo nuevamente nos emociona. Detalla su literatura, y su paso por las redacciones y ediciones, como un río de letras en constante movimiento. Doña Norma, que recibe el tres de octubre del Club Primera Plana su reconocimiento a sus cuarenta años de periodista, por quinquenio cumplido, es la esposa del erudito José Antonio Aspiros Villagómez. Nos describe Los tormentos de Ausencia, en el torbellino de La China.
Es una narración circular sin tiempo ni espacio, sólo recuerdos que llenan la memoria, compartidos con dos hombres por Ausencia, esa mujer -protagonista del relato- eternamente joven por fuera, pero envejecida de adentro ante la incertidumbre que dejaron en ella esos amores tan llenos de erotismo.

‘De Ausencia’, una de las cinco novelas que escribió María Luisa Mendoza, vio la luz en 1974 en una primera edición de Joaquín Mortiz dentro de su colección ‘Nueva narrativa hispánica’ y después de cinco publicaciones más, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado la incluyó en 1999 en su colección ‘¿Ya leíssste?’, de su Biblioteca del ISSSTE, y uno de los 20 mil ejemplares que se imprimieron en los Talleres Gráficos de México está en nuestro acervo literario personal como parte del legado del profesor Gilberto Vázquez Moreno.

Con una cascada de palabras sonoras, cantarinas, de esas que hoy poco se escuchan, que decían nuestras abuelas y repetían nuestras madres; esas que quedaron grabadas en el inconsciente colectivo de la generación de los 50 y que ahora al oírlas causan estupor a los ‘millennials’, la autora cuenta la extraña y aciaga, pero al fin y al cabo gozosa vida de Ausencia Bautista, una pueblerina sumida en la miseria y repentinamente convertida en pudiente señorita de la alta sociedad.

Vicente Fox y Fidel Castro

Su prosa, que parece fácil y que en realidad es compleja, como solía decir el escritor y periodista español Azorín, conduce a recapacitar en el extenso significado de las palabras en español, esta lengua tan corrompida y maltrecha; ‘La China’ Mendoza juega interminablemente con el profuso léxico de este idioma, así como con ese ingenioso manejo de la ironía y la picaresca tan característico de ella. Esta novela de 180 páginas es la crónica de Ausencia Bautista: una gozadora, nunca una pervertida; se trata de un texto fuerte acerca de un personaje femenino que no existía hasta entonces en la literatura mexicana, que se mira en el reflejo de los siete espejos que la contemplan, la reproducen y asimilan.
“Como discurso literario, el texto de ‘La China’ Mendoza está organizado en torno al espejo como signo metafórico, un indicio de la autocontemplación narcisista de Ausencia, tanto literalmente al observar su cuerpo, procurando alcanzar la satisfacción sexual y detener el deterioro de la carne, como de manera figurativa cuando ella se ve a sí misma como el personaje central de sus fantasías eróticas”, señala al respecto el director del Departamento de lengua y literatura de la Universidad estatal de Arizona, en Phoenix, David William Foster, doctor en Filosofía por la Universidad de Washington.

Y plantea que la imperfección del espejo, sus distorsiones y su calidad dispareja, son testimonio de las limitaciones del planteamiento de Ausencia en busca de la autodefinición a través del erotismo y la sensualidad, lo que destruye la imagen tradicional de la mujer sumisa que pasivamente espera la satisfacción de su apetito sexual por el macho dominante.
‘La China’ Mendoza recurre esencialmente al erotismo, el cuerpo, el amor, el crimen y el misterio en la construcción de esta obra, que transporta al lector a un mundo deslumbrante, que describe con frases largas, enclíticos, esdrújulas y vibrantes adjetivos, mimando las palabras y diciendo las cosas en un estilo muy peculiar, muy suyo, revelador de su imaginación alucinante y su inmenso talento.

Miguel M. Díaz-Canel

Su discurso novelístico es como un río de letras en constante movimiento que confluye en una extroversión en el lenguaje, muy lejano de lo peyorativo, la cual refleja la explosiva personalidad de sus personajes, en especial de Ausencia y Enedina, su fiel nana. En esta novela, ‘La China’ Mendoza utiliza elementos de la narrativa del realismo mágico al presentar una protagonista cuasi eterna, similar al dictador de ‘El otoño del patriarca’ de Gabriel García Márquez, pero que conserva su juventud a costa de Enedina, su sirvienta y doble para efecto de acumular los años de ambas, pero también cuando esta decide morirse, ‘así nomás’, para no aguantar más ‘esos trotes’ de Ausencia. El uso de un lenguaje metafórico complejo y uno narrativo barroco, así como los complicados patrones de dialogo y el fluir de la conciencia, son algunas de las estrategias textuales utilizadas por ‘La China’ Mendoza -considera el doctor David William Foster- con la finalidad de impedir la lectura de su novela como una farsa erótica, sino por el contrario, de incitar a una adecuada contemplación de la imagen esencialmente trágica de la sexualidad de Ausencia.
Porque la autora, en lugar de presentar la sexualidad femenina como fuerza liberadora, hace que las intensas fantasías eróticas se conviertan para Ausencia en una forma de prisión física y emocional; porque liberada de las cadenas impuestas por la sociedad mexicana tradicional y represiva, Ausencia se esclaviza por sí misma a la quimera elusiva de su inalcanzable satisfacción sexual, concluye el catedrático de la Universidad estatal de Arizona. …

Y Ausencia se quedó ausente del mundo exterior, inamovible en sus recuerdos erótico-amorosos de sus dos hombres. (María Luisa Mendoza, Guanajuato,1930 – Ciudad de México, 2018) PD. Será el rector del CPP, licenciado e ingeniero José Luis Uribe Ortega quien entregará los reconocimientos también a otros colegas periodistas, el miércoles 3 de octubre, a las 1030 horas, en la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, de Justo Sierra 10, colonia Centro.

Carlos Altamirano

NO SE OLVIDA EL COMES Y TE VAS

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Agradecemos a  Indira Poviones Fernández, encargada de asuntos de prensa de la Embajada de la República de Cuba en México, habernos proporcionado la entrevista de la periodista Patricia Villegas, al sucesor de los hermanos Fidel y Raúl Castro Ruz.

Sí, nos referimos al actual mandatario cubano  Miguel  M. Díaz Canel. Nos da oportunidad, asimismo, de dar a conocer la Ley Estrada, que en síntesis se resume en una frase:

“Entre los hombres como entre  las Naciones, el derecho ajeno es la paz”. Los dos  párrafos del jurista Genaro Estrada, los transcribimos textuales, antes:

“El gobierno de México no otorga reconocimiento porque considera que esta práctica es denigrante, ya que a más de herir la soberanía de las otras naciones, coloca a éstas en el caso de que sus asuntos interiores pueden ser calificados en cualquier sentido por otros gobiernos, quienes, de hecho, asumen una actitud de crítica al decidir favorable o desfavorablemente sobre la capacidad legal de regímenes  extranjeros.

“El gobierno mexicano sólo se limita a mantener o retirar, cuando lo crea procedente, a sus agentes diplomáticos, sin calificar precipitadamente, ni a posterior, el derecho de las naciones para aceptar, mantener o sustituir a sus gobiernos o autoridades”.

Ley Estrada. 27 de septiembre de 1930.

Ella, la periodista Patricia Villegas,  afirmó al mandatario cubano.

El significado que usted le otorga al triunfo de López Obrador en México, para este tal vez nuevo momento de integración, de revisión de los mecanismos en toda la región.

¿Qué valor le otorga al triunfo de López Obrador?

Y responde Miguel M. Díaz-Canel.

“México es un país muy importante en la región. México es un país entrañable para Cuba, hay muchas relaciones históricas, coyunturales.

“No por gusto la Generación del Centenario –se refiere a cuando Fidel Castro Ruz encontró un espacio en México-,  se preparó para la gesta revolucionaria, y de México salió en el Granma.

“México con Cuba siempre tuvo una posición:

“Cuando todos rompieron, México mantuvo las relaciones con Cuba”.

Pero después hubo un episodio de «comes y te vas», le dice la cuestionadora.   (Referencia  a cuando la junta de mandatarios en México,  Vicente Fox, formuló la insolente afirmación)

Y Miguel M. Díaz-Canel, responde:

“De acuerdo, pero de gobierno. No del pueblo”.

Y añade con resiliencia:

“El pueblo cubano y el pueblo mexicano siempre han estado muy unidos, se quieren mucho, y esas cosas no las puede romper nadie.

“López Obrador es una esperanza para México y es una esperanza para América Latina y el Caribe.

“Un gobierno de izquierda como el de Obrador, con una personalidad como Obrador al frente de ese gobierno, balancea los problemas en materia de correlación de fuerzas que se han sufrido en los últimos años en América Latina.

“López Obrador ya planteó su posición con relación al Grupo de Lima.

“López Obrador, además de que tiene un compromiso tremendo con la renovación de México, con el desarrollo de su país, con seguir trabajando porque los mexicanos tengan menos desigualdades, quiere mucho también hacer de conjunto para América Latina y el Caribe.

¿Cuba estaría dispuesta a ayudar? Le pregunta.

“Claro que sí, y él ha convocado y Cuba participará, apoyará y nosotros hemos recibido con mucha satisfacción la victoria de López Obrador, en México”.

El respeto recíproco, la lealtad, más claro que el agua.

craveloygalindo@gmail.com