Ruiz Healy Times: ¿Qué harán los nuevos desempleados?


Crecerá número de desempleados
  • ¿Cuál será la ocupación de los despedidos de la XLIII Legislatura?
  • ¿Llegó la época de vacas flacas para los que cobraban sin trabajar?
  • ¿A partir de qué edad un individuo es considerado delincuente?
  • Terminó el Día del Presidente; auguran algunos que volverá el ritual.

Eduardo Ruiz Healy

 Cientos de personas se quedaron sin empleo al concluir los trabajos de la pasada legislatura federal, la XLIII, e iniciar sus funciones la nueva, la XLIV, controlada totalmente por MORENA.

Gran parte de los nuevos desempleados trabajaban como asesores de senadores y diputados de todos los partidos. Algunos de ellos cobraban más de 100,000 pesos brutos cada mes, algunos expedían sus recibos montos menores. Algunos trabajaban realmente mientras que otros sólo se presentaban a cobrar sus honorarios. Algunos eran verederos expertos en el tema sobre el cual asesoraban al legislador que los contrató, otros se limitaban a ganar dinero sin trabajar porque o eran parientes del senador o diputado que fungía como su jefe o recomendados de algún amigo de éste. Lo peor de todos es que los que se limitaban a cobrar por no trabajar muchas veces le daban el total de sus honorarios al legislador que los contrató, quien así obtenía un ingreso adicional totalmente libre de impuestos.

Entre los muchos abusos que ha hecho del poder nuestra clase política está precisamente el de contratar o dizque contratar a un elevado número de asesores, reales o de mentiras.

En 2017, en el Senado de la República había 1,500 asesores que nos costaron a todos los mexicanos poco más de 1,000 millones de pesos, cantidad exagerada si tomamos en cuenta que lo que se le pago ese año a los 128 senadores, 458 funcionarios de alto nivel, 593 trabajadores sindicalizados, 87 de confianza y 271 profesionistas del Servicio Civil de Carrera fueron 435 millones de pesos.

Empleados de la Cámara de Diputados protestaron por despido

En la anterior legislatura, en la Cámara de Diputados fueron 2,467 las personas que, como asesores de los legisladores, cobraron puntalmente sus honorarios. Nos costaron en 2017 la friolera de poco más de 372 millones de pesos.

En mayo pasado los asesores de ambas cámaras fueron liquidados, erogándose para ello centenas de millones de pesos. Sólo en el Senado se gastaron 300 millones de pesos para liquidar a los asesores y trabajadores de confianza.

En la anterior Cámara de Diputados, 1,325 personas supuestamente asesoraban a los diputados priistas, 397 a los perredistas, 287 a los panistas, 172 a los morenistas, 117 a los emecistas, 85 a los panalistas, 63 a los verdes y 21 a los pesistas. Esto significa que el promedio de asesores para cada diputado, según su partido fue: PANAL: 7.7; PRD: 7.4; PRI: 6.5; MC: 5.9; MORENA: 3.7; PAN: 2.6; PES: 2.1; PVEM: 1.6.

¿Qué harán ahora estos asesores desempleados? La verdad es que la mayoría de ellos no encontrarán acomodo en la nueva legislatura; menos dentro del sector privado. Algunos serán contratados por algún gobierno estatal o municipal o un congreso local. Algunos, quizás, darán clases en alguna universidad seria o patito. Pero un alto porcentaje que se acostumbró a ganar dinero sin trabajar difícilmente encontrará empleo. A casi todos les llegó la época de las vacas flacas después de haber abusado de las grandes fallas del sistema.

¿A PARTIR DE QUÉ EDAD SON DELINCUENTES?

De acuerdo con el reporte “Violencia, niñez y crimen organizado”, difundido en 2015 por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en ese año en México había unos 30,000 niños y adolescentes de entre 10 y 18 años trabajando para alguna organización criminal. Ahora han de ser más.

Estos menores provienen de las clases más pobres y son reclutados, a veces forzados, para cometer toda clase de delitos, desde vigilar las calles e informar a sus jefes de los movimientos que en determinado lugar realizan la policía y las fuerzas armadas hasta asesinar a enemigos de la banda.

La miseria, la ignorancia y la falta de oportunidades hace que muchas veces sean los mismos padres los que los obligan a estos niños a convertirse en criminales para proveer de recursos económicos a sus familias.

Para las bandas criminales es muy conveniente porque, sin que importe el delito que cometan, la ley no los trata con severidad en caso de que sean arrestados.

Cuando tienen menos de 14 años no pueden ser encarcelados y supuestamente deben recibir ayuda para reintegrarse a su familia y a la sociedad.

Si tienen entre 14 y 16 años pueden ser encarcelados en una cárcel para menores por no más de tres años

Cuando su edad va de los 16 a 18 años solo pueden estar en prisión de menores un máximo de cinco años.

Para los niños y adolescentes que son atrapados, para sus jefes y muchas veces para sus padres, el no encarcelamiento o el castigo mínimo que reciben es percibido como un derecho, pero a la impunidad. Por eso delinquen una y otra vez sin temor alguno. El problema es que al rebasar los 18 años ya son experimentados criminales dispuestos a jugársela cada vez que cometen un delito. Si mataron a una o varias personas antes de ello ya no la pensarán dos veces para seguirlo haciendo como mayores de edad.

El caso que en la CDMX llamó la atención estos días fue el de unos niños que pertenecen a una banda denominada Los Diablitos, comandada por un expresidiario. De entre 12 y 16 años, han cometido 10 asaltos a conductores de vehículos en los últimos 30 días en los carriles laterales del Periférico, amagando a sus víctimas con réplicas de pistolas de verdad. Dos de ellos, de 12 y 13 años, han sido detenidos dos veces en solo cinco días y liberados como lo ordena la ley. Lo peor es que sus padres justifican sus crímenes calificándolos como simples travesuras.

Ante la proliferación de delincuentes infantiles es tal vez momento de debatir sobre la edad en que deben ser tratados como adultos. También discutir si sus padres deben ser o no los que enfrenten un proceso criminal como resultado los delitos de sus retoños.

Menores delincuentes

GOBERNANTES  DESCONECTADOS

Por disposición del presidente electo, el presupuesto publicitario del gobierno federal se reducirá en un 50% a partir del 1 de diciembre entrante. Puede suponerse que también los 32 gobiernos locales reducirán drásticamente los recursos que utilizarán el año entrante para difundir sus acciones a través de televisión, radio, medios impresos y la internet.

¿Cómo le harán ahora el presidente, los gobernadores y algunos presidentes municipales para decirle lo que han hecho a un público que desconfía de ellos y está harto de ser bombardeado por tanta publicidad gubernamental?

Pues haciendo lo que hizo Andrés Manuel López Obrador durante su exitosa campaña electoral: utilizar creativa y eficazmente los instrumentos que internet puso a su disposición para comunicarse directamente con sus seguidores.

La presencia de la internet es inmensa en nuestro país y ya somos poco más de 79 millones de mexicanos mayores de 17 años los que la utilizamos. De acuerdo a diversos estudios, sabemos que cada día, en promedio, los usuarios de pasan 8 horas con 12 minutos conectados a ella, tres horas viendo televisión a la antigüita y una hora con 45 minutos escuchando radio tradicional (AM o en FM). Las 11 horas con 12 minutos restantes del día lo dedican, sin conectarse a la red, a dormir, comer, ir al baño, hacer el amor, leer un libro o medio impreso, transportarse de un lado a otro y otras actividades, aclarando que cada día es menos inusual realizar muchas de ellas conectados, ya sea por algún gadget o por el mal llamado teléfono celular, dispositivo que utilizamos para casi todo menos para hablar con otras personas.

La lógica indica que si una persona pasa casi el 34% de su día conectado a la internet, comparado con el 12.5% viendo tele o el 6.0% escuchando radio, la primera debe ser utilizada agresivamente por un gobierno y sus funcionarios para transmitir sus mensajes.

Sin embargo, la lógica no paree ser una cualidad de muchos de nuestros gobernantes, como lo muestra el número de personas que los siguen través de sus redes sociales, si es que las tienen.

Una revisión de las cuentas que los 32 gobernadores tienen en redes sociales muestra quienes sí entienden los nuevos tiempos y quienes se quedaron atrás. Otro día daré esos datos.

DOS GOBERNADORES ALEJANDROS DEL PRI

Para acabar: los gobernadores priistas de Campeche y Oaxaca, Alejandro Moreno y Alejandro Murat, están asumiendo los liderazgos que tanta falta le hacen a su partido. Ayer se fueron juntos a Monterrey para apoyar a los candidatos del PRI a las presidencias municipales de Monterrey y Guadalupe, que fueron declarados ganadores de las elecciones de julio pasado por el Tribunal Estatal Electoral de Nuevo León, decisión que está siendo impugnada ante el TRIFE por los panistas que, según esta instancia, perdieron. Los vacíos de poder se llenan por quienes quieren y pueden hacerlo.

El Día del Presidente… aquellos años

EL DIA DELPRESIDENTE

Fue el 1 de septiembre de 2005 cuando un presidente de México rindió por última vez su informe anual de gobierno ante el Congreso de la Unión reunido en la Cámara de Diputados. Ese día, Vicente Fox, presentó su Quinto Informe de Gobierno. Un año después, al llegar al Palacio Legislativo de San Lázaro, fue informado de que la tribuna estaba tomada por los legisladores del PRD y sus aliados de izquierda y que por ello no existían las condiciones para que leyera el mensaje que había preparado para la ocasión. Sin perder la calma, le entregó su sexto informe al secretario de la Cámara de Diputados y se retiró del lugar.

Así murió un acto de a liturgia política creado y perpetuado durante los 71 años en que el PRI y sus ancestros controlaron la presidencia de la república: el 1 de septiembre de cada año, desde 1929 hasta 2000.

AQUEL AÑEJO Y MUERTO RITUAL

El Día del Presidente era una aberración para un país que se ostentaba como una democracia y hubiera sido insultante hasta para los ciudadanos de la mayoría de los países monárquicos que, en su mayoría, hace décadas eliminaron la pompa exagerada en los eventos en donde participan sus reyes, reinas y otros miembros de la realeza.

Internet, opción para publicidad de políticos

Para quien no lo recuerde, cada 1 de septiembre de la Era Priista, el presidente de México iba de su casa, a partir de Lázaro Cárdenas esta era la residencia oficial de los Pinos, a Palacio Nacional, en donde se ceñía la Banda Presidencial, para de ahí dirigirse a pie a la Cámara de Diputados, cuando ésta estaba en el Centro Histórico de la Ciudad de México, o en un automóvil descapotado, cuando la Cámara cambio a su actual domicilio. Durante el trayecto era vitoreado por vallas de burócratas que eran obligados a ello. Al llegar a la Cámara era recibido como el monarca que era y procedía a leer su informe, a veces durante horas. Al concluir, el presidente de la mesa directiva de la cámara baja, que era otro priista, respondía al informe asegurándole que su mensaje era histórico y sus logros aún más. Terminado el evento, el presidente regresaba a Palacio Nacional, a pie o en el auto descubierto, y sobre el caía una lluvia de confeti tricolor. Ya en Palacio lo esperaba la crema y nata de la clase política para, en el tradicional besamanos, felicitarlo por todo lo que había hecho para el bien de la Patria.

Y así, año tras año.

El Día del Presidente se acabó con el primer informe de Vicente Fox, en 2001, y ayer, en el evento realizado en Palacio Nacional, había quienes aseguraban que el año entrante será reinstaurado.

Ojalá eso no suceda porque representaría un terrible retroceso y marcaría el principio de una nueva era presidencialista contra a cual muchos mexicanos pelearon durante décadas.

Ojalá eso no suceda.

 

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