Ruiz Healy Times: Peligroso que sólo Donald Trump decida si México cumple o no


Donald Trump y su “involuntaria indiscreción”
  • El presidente López Obrador y Marcelo Ebrard negaron existencia de otro acuerdo.
  • Diversidad de expresiones entre quienes apoyaron al Presidente en acto de Tijuana.
  • Criticó el senador Porfirio Muñoz Ledo el doble rasero entre fronteras sur y norte.

Eduardo Ruiz Healy

Desde el viernes pasado, cuando se anunció el acuerdo México-Estados Unidos para reducir los flujos migratorios hacia la frontera norte de nuestro país, Donald Trump insistió en que su país y el nuestro habían firmado otro convenio cuyo contenido permanecería en secreto hasta que él quisiera hacerlo público.

Desde el lunes de esta semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador y el secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard negaron la existencia de otro acuerdo.

Y ayer, en medio de una de sus improvisadas conferencias de prensa, en el jardín de la Casa Blanca, el bravucón oxigenado mostró un papel doblado que guardaba en un bolsillo de su saco: el dizque documento secreto.

Donald Trump y su “involuntaria indiscreción”

En ese momento, un fotógrafo tomó una foto de la hoja de papel doblada, donde se transparenta un extracto del texto, y después la subió a su cuenta de Twitter. Al traducir los dos párrafos que se ven dice:

“México también se compromete a (ILEGIBLE) de manera inmediata las leyes domésticas y las regulaciones para identificar cualquier cambio que (ILEGIBLE) para hacer cumplir e implementar dicho acuerdo.

“Si Estados Unidos determina a su discreción y tras consultar con México después de 45 días desde la fecha de emisión de la declaración conjunta [junio 7 de 2019] que las medidas aplicadas por el gobierno de México conforme a la declaración conjunta no han logrado resultados satisfactorios en la atención del flujo de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos, el gobierno de México tomará los pasos necesarios bajo su ley doméstica para hacer que el acuerdo se cumpla con la perspectiva de asegurar que el acuerdo entre en vigor en 45 días”.

El documento aparentemente fue firmado por dos funcionarios menores: el subsecretario adjunto de la Oficina de Asuntos Político-Militares del Departamento de Estado gringo, Marik String, y el consultor jurídico adjunto “A” de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Alejandro Celorio Alcántara.

En el “acuerdo secreto”, por lo menos en lo que puede leerse, no hay nada que contradiga lo que ya anunciaron y reiteraron Andrés Manuel y Marcelo: el gobierno federal tiene 45 días de plazo para reducir el número de migrantes hacia Estados Unidos.

Alejandro Solalinde

PLAZOS FATALES

Ahora bien, y esto es lo que debe preocuparnos, el gobierno mexicano acepto tomar las medidas necesarias para reducir el número de migrantes pero en el acuerdo no se anota una meta a alcanzar al cumplirse los 45 días de plazo, el 22 de julio entrante.

Recordemos que en mayo pasado, según las estadísticas de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU, 144 278 migrantes fueron detenidos, 32% más que en abril. De ese total, 132 887 fueron capturados por agentes de la Patrulla Fronteriza después de ingresar ilegalmente a EEUU, y 11 391 fueron clasificados como “inadmisibles” después de llegar a los puertos de entrada.

Debemos preguntarnos si el presidente gringo aceptará una reducción del 10%. ¿O del 15, 20, 25%? ¿O espera que para julio el número de migrantes capturados en la frontera se reduzca al número que se registró en enero pasado: 58 288? ¿O al de detenidos que hubo en julio de 2018, que fue de 40 149?

Al no haberse establecido un número a alcanzar, Trump y sólo Trump decidirá si nuestro país está cumpliendo y eso es muy, pero muy peligroso.

Marcelo Ebrard

ACUERDO DE AMLO ¿EL  MISMO DE TRUMP?

Los gobiernos de México y Estados Unidos anunciaron, el viernes pasado, que lograron un acuerdo por medio del cual México aceptó combatir la migración ilegal de centroamericanos y otros extranjeros hacia su frontera norte y así evitar la imposición de un arancel del 5% a todas las exportaciones mexicanas destinadas al mercado estadounidense.

Sin embargo, desde el sábado hasta ayer, el presidente Donald Trump ha difundido 32 tuits que parecen indicar que para él no es suficiente el acuerdo que anunciaron conjuntamente su gobierno y el del presidente Andrés Manuel López Obrador.

El 8 de junio tuiteó: “¡MÉXICO ACEPTÓ COMPRAR INMEDIATAMENTE GRANDES CANTIDADES DE PRODUCTOS AGRÍCOLAS DE NUESTROS GRANDES AGRICULTORES PATRIOTAS!”.

Un día después, el 9 de junio, tuiteó: “Es importante destacar que algunas cosas no mencionadas en el comunicado de prensa de ayer, una en particular, fueron acordadas. Eso será anunciado en el momento apropiado. Ahora habrá una gran cooperación entre México y los Estados Unidos… Sin embargo, si por alguna razón desconocida no la hay, siempre podemos volver a nuestra posición anterior, muy rentable, de aranceles, pero no creo que sea necesario”.

Ayer, Trump insistió en que existe otro tratado al tuitear lo siguiente: “Hemos firmado y documentado completamente otra parte muy importante del acuerdo de Inmigración y Seguridad con México… Será revelado en un futuro no muy lejano y necesitará un voto del cuerpo legislativo de México”.

Y horas más tarde, difundió tres tuits más: “… los aranceles son una gran herramienta de negociación, un gran productor de ingresos y, lo más importante, una forma poderosa de convencer a las empresas de venir a los EEUU y de hacer que regresen a casa las empresas que nos han dejado para ir a otras tierras. Perdimos estúpidamente el 30% de nuestro negocio de automóviles a México. Si las tarifas continuaran en el nivel superior, todos volverían. Pero estoy muy contento con el trato que hice… Si México da resultados (que creo que lo harán). Aún no se ha revelado la mayor parte del trato con México”.

Migración el gran problema

Aparentemente, mientras que Andrés Manuel y Marcelo dicen que el único acuerdo es el que se hizo público y que México no se comprometió a comprar más productos agrícolas estadounidenses, Trump insiste en que hay otro acuerdo que pronto dará a conocer.

Y no sólo eso, al insistir que los aranceles son un gran instrumento para negociar o imponer su voluntad sobre el contrario, para atraer a empresas a su país, y al amenazar con imponer nuevos aranceles en caso de que México no cumpla con lo acordado, el presidente gringo muestra sus verdaderas intenciones: imponer tarifas cada vez más altas a las exportaciones mexicanas con el fin de encarecerlas hasta que a las empresas les sea más conveniente mudar sus fábricas a Estados Unidos.

Por lo que ha escrito en sus tuits más recientes infiero que para Trump lo que ocurrió la semana pasada fue el primer round de una pelea que apenas empieza.

¿Cómo juzgará Trump el trabajo que durante los próximos 45 días haga el gobierno mexicano para frenar los flujos migratorios hacia EEUU? ¿Como se defenderá México de un nuevo ataque tarifario del gringo al cumplirse el plazo establecido?

¿Cuál es el verdadero acuerdo?

Carlos Salazar Lomelín

DISCURSO DE AMLO, EL LOGRO DE SU GOBIERNO Y COSTOS

El presidente Andrés Manuel López Obrador explicó ayer cuál fue la parte esencial del discurso que pronunció el sábado pasado en el Acto de Unidad en Defensa de la Dignidad de México y en Favor de la Amistad con el Pueblo de los Estados Unidosque se realizó en Tijuana.

Esto es lo que destacó:

“Celebramos el importante acuerdo de ayer porque se nos estaba poniendo, se nos estaba colocando en una situación muy difícil, muy incómoda: la de tener que aplicar a ciertas mercancías de Estados Unidos las mismas medidas, restricciones comerciales similares a las que se iba a imponer a las exportaciones mexicanas.

“Confieso que, como persona, como ciudadano, rechazo los actos de represalia y la ley del talión. Soy un pacifista convencido, inspirado en los ejemplos de Gandhi, de Martin Luther King, de Nelson Mandela.

“Sin embargo, como jefe y representante del Estado mexicano no puedo permitir a nadie que se atente contra la economía de nuestro país y menos que se establezca una asimetría injusta, indigna para nuestro gobierno y humillante para nuestra nación.

“Afortunadamente, ayer se impuso la política sobre la confrontación. Y debo reconocer que hubo voluntad para buscar una salida negociada al conflicto de parte del presidente Donald Trump y de sus principales colaboradores. Me consta.

“Al presidente Donald Trump, por eso no le levanto un puño cerrado, sino una mano abierta y franca”.

Antes, al iniciar su intervención, enfatizó los aspectos positivos que a lo largo de la historia ha tenido la relación México-Estados Unidos sin dejar de recordar “el gran zarpazo de 1847 y las intervenciones del siglo XX en nuestro territorio, amén de otros agravios…”.

En resumen, un discurso conciliatorio. ¿Para qué provocar más al gran embaucador que hoy reside en la Casa Blanca?

Ahora bien, ¿se justifican los discursos optimistas del sábado y las declaraciones subsecuentes vertidas en la conferencia de prensa presidencial de ayer?

Creo que sí. Para empezar, se logró que no entrara, a partir del lunes, en vigor el arancel del 5% a todas las exportaciones mexicanas a Estados Unidos, lo cual hubiera afectado no sólo a la economía de nuestro país y a la de nuestros bolsillos, sino a la de EEUU y sus habitantes.

Según The Perryman Group, en EEUU se hubieran perdido 400 mil  empleos y los consumidores se hubieran visto obligados a pagar unos 17 000 millones de dólares adicionales por concepto del 5%.

De acuerdo con Ebrard, en México “más de 900 mil personas se podrían haber quedado sin trabajo” y se hubiera dado “una caída de la economía nacional (…) aumento de precios”.

Para el banco Goldman Sachs “la economía mexicana podría verse afectada por hasta 18 mil millones de dólares al año si se imponen las tarifas del 5%” y “aunque un arancel temporal de 5% o 10% no es deseable, está lejos de ser devastador y es poco probable que cambie significativamente el volumen y el patrón de comercio entre México y EEUU”.

Por donde se le vea, el hecho de lograr que Trump decidiera no imponer el arancel, por el momento, es un indudable triunfo del gobierno mexicano.

Sin embargo, dicho logro tendrá costos económicos, políticos y sociales, algunos, hasta ahora, nada claros.

Alejandro Celorio Alcántara

NO HABRÁ 5 POR CIENTO, PERO SÍ DOBLE RASERO

Hubo ocho oradores en el Acto de Unidad en Defensa de la Dignidad de México y en Favor de la Amistad con el Pueblo de los Estados Unidos que presidió Andrés Manuel López Obrador el sábado pasado en Tijuana para mostrarle a Donald Trump que el presidente de México cuenta con un amplio apoyo popular.

Antier hablaron el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard; la jornalera en el Valle de San Quintín, Baja California, Amalia Tello Torralba; el presidente del CCE, Carlos Salazar Lomelín; el presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas, Arturo Farela; el sacerdote y defensor de derechos humanos, Alejandro Solalinde; el gobernador de Querétaro y presidente de la CONAGO, Francisco Domínguez; el diputado morenista y presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo; y, finalmente, AMLO.

Todos ellos festejaron, y con razón, el hecho de que gracias a la negociación entre los gobiernos de México y Estados Unidos se logró evitar la imposición de un arancel del 5% a todas las exportaciones mexicanas.

Ebrard explicó que era importante que se suspendiera (indefinidamente, como tuiteó Trump) el arancel del 5.0% porque “el primer impacto es que habría una importante caída en la inversión, habría una importante caída en el número de empleos; quizá estimamos, sin ánimo de exagerar, que más de 900  mil  personas se podrían haber quedado sin trabajo, su efecto hubiese sido devastador”.

En su discurso, Salazar Lomelín se limitó a reiterar que los empresarios que él representa, apoyan al presidente.

El evangélico Farela pareció ser promotor del “destino manifiesto” estadounidense cuando afirmó que “Estados Unidos es una nación fundada con principios cristianos bíblicos. Los que fundaron la Unión Americana (…) los famosos cuáqueros, hombres puros, hombres íntegros, hombres de principios y valores vinieron a sembrar la semilla de la palabra de Dios en esta gran nación”. Apenas lo dijo, pensé en los millones de indios que, en lo que hoy es Estados Unidos, fueron aniquilados y expulsados de sus tierras ancestrales por esos hombres “puros, íntegros”. Con todo y sus citas bíblicas, Farela me dio la impresión de ser un promotor de los intereses gringos y no un pastor de almas.

Por su parte, en un discurso también impregnando de religiosidad y frases anti-neoliberales, Solalinde casi llegó a comparar al gobierno de la 4T con el reino de los cielos y sorprendió a muchos, al concluir su discurso, al afirmar que “estamos muy cerca de tener, quizá, la primera mujer presidenta nacional”.

El gobernador de Querétaro felicitó al presidente, a Ebrard y a su equipo. Señaló que en Tijuana se celebraba “el encontrarnos unidos bajo una sola voz que supo defender la justicia, la libertad y la democracia”.

Llegó el turno de Muñoz Ledo, quien después de festejar el acuerdo, dijo una verdad que incómodo a los demás: “Lo que es, en mi criterio, inmoral e inaceptable es el doble rasero entre la frontera norte y la del sur. Por una parte, exigimos que nos abran las puertas y, por el otro lado, sellamos el paso de los centroamericanos para hacerle un oscuro favor a EEUU”.

Comentaré aquí mañana lo que dijo AMLO, los tuits de Trump y lo más importante del acuerdo.

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