Ruiz Healy Times : Pandemia causa la perturbación más grave de las oportunidades educativas de los últimos 100 años


Jarbas Barbosa

Eduardo Ruiz-Healy

Fernando M. Reimers

La pandemia de COVID-19 afecta y seguirá afectando a entre mil 300 y  mil 700 millones de niños y adolescentes alrededor del mundo que hace meses dejaron de ir a la escuela para no poner en mayor riesgo su salud, la de sus maestros, la de sus padres y familiares, y la del todas las personas que puedan tener algún contacto con ellos.

Alrededor del mundo los expertos analizan lo que ocurre y las consecuencias que tendrá para tantos menores que siguen sin poder regresar a su escuela en vista de que el SARS-CoV-2 ha demostrado ser tenaz, impredecible y hasta ahora incontrolable.

Uno de los análisis que describe perfectamente la situación es el realizado por Fernando M. Reimers, quien es Profesor de la Fundación Ford para la Práctica en Educación Internacional y Director de la Iniciativa de Innovación en Educación Global y del Programa de Política Educativa Internacional en la Universidad de Harvard.

En seguida transcribo parte de lo que escribió en el sitio www.worldsofeducation.org de Education International, la federación mundial de sindicatos de docentes de 172 países:

“Es probable que la pandemia que está haciendo estragos en el mundo cause la perturbación más grave de las oportunidades educativas desde hace al menos un siglo. Los estudios y la vida de aquellos que actualmente asisten a la escuela se verán afectados de múltiples maneras, algunas de las cuales aún no se conocen. La más inmediata, puesto que las medidas necesarias de distanciamiento físico interrumpirán –o ya han interrumpido– su posibilidad de asistir a la escuela, es que aprenderán menos de lo que habrían aprendido en otras circunstancias. Asimismo, olvidarán muchas cosas que aprendieron durante este año académico y experimentarán una variante del bien estudiado fenómeno de la ‘pérdida del verano’, con la diferencia de que este no se producirá en verano. Los sistemas educativos y los gobiernos tratarán de establecer modalidades alternativas de educación durante el período de necesario distanciamiento social, pero lo más probable es que estas funcionen bien para aquellos niños cuyos padres tienen más estudios, que disfrutan de otras ventajas sociales y que tienen acceso a recursos, como la conexión y los dispositivos en línea, ya que podrán seguir beneficiándose de oportunidades de aprendizaje estructuradas. Para muchos otros niños que carecen de estas condiciones, las oportunidades de aprendizaje durante el periodo de distanciamiento físico probablemente sean muy limitadas.

Aulas vacías por el Covid19

“Además, la pandemia afectará de manera desigual a los niños en función de los diferentes hogares de los que proceden y perjudicará más a los pobres o de otra forma marginados. Estos niños sufrirán con mayor probabilidad el impacto de las perturbaciones económicas causadas por la pandemia; ellos y sus padres serán más propensos a sufrir infecciones, ya que sus condiciones de vida hacen que tengan un mayor riesgo de contraer infecciones, y tendrán un acceso más limitado a la atención médica para ser tratados en caso de infectarse”.

Lo que anota Reimers describe perfectamente la crisis educativa que México enfrenta, por más que el presidente Andrés Manuel López Obrador la minimice, tal como lo hace con las crisis sanitaria y económica que están causando estragos.

LAS MEDIDAS ADOPTADAS CONTRA

COVID-19 NO HAN SIDO EFECTIVAS: OPS

De acuerdo con el sitio www.worldometers.info, nuestro país tiene 128 932 753 habitantes que representan el 1.65% de la población mundial, que es de poco más de 7800 millones de personas.

También de acuerdo a este sitio, en México son 449 961 las personas que han enfermado de COVID-19 y representan el 2.4% de los 18 956 626 que han contraído dicha enfermedad alrededor del planeta.

El nuevo coronavirus ha matado a 49 698 hombres, mujeres y niños en nuestro país, que es el 7.0% del total de muertos por el SARS-CoV-2 en el mundo, que ya suman 710 038.

Al presidente Andrés Manuel López Obrador y a los dos charlatanes que mandan en el Sector Salud, les gustaba comparar las cifras de la pandemia en México con las de otros países cuando querían demostrar que era correcta la forma en que estaban enfrentando el problema.

Y lo siguieron haciendo a pesar de que desde el principio de la pandemia muchos advertimos que el país no contaba con los recursos humanos, materiales y económicos para atender a las decenas de miles de personas que enfermarían; que era irresponsable y criminal restarle importancia al asunto, instando a la gente a salir, abrazarse, besarse y no usar cubrebocas; que era temerario asegurar que la pandemia ya estaba domada; que no era gracioso presumir que alguien podía protegerse contra el coronavirus portando escapularios o medallitas milagrosas, o que era una imprudencia recomendar gotitas de quién sabe qué sustancia para protegerse de la enfermedad.

Ahora puede probarse y comprobarse el fracaso del gobierno de la 4T frente a la pandemia, utilizando las mismas comparaciones internacionales que, cuando les convino, presumieron AMLO y sus dos charlatanes.

El presidente Andrés Manuel López Obrador. Cifras

Por ejemplo, si los casos de enfermos y muertos por COVID-19 se dieran de acuerdo al 1.65% señalado en el primer párrafo, el número de casos en México debiera ser de 312 784 y el de muertos de 11 716.

Es decir, 137 177 casos y 34 983 muertos menos. Por ellos deben responder los dos charlatanes que mal han asesorado al presidente, quien al final de cuentas es el principal responsable de lo que ocurre.

En otras comparaciones internacionales, el gobierno de AMLO también sale mal librado.

Séptimo lugar mundial en la tasa de fatalidad por casos registrados (TFC), que es de 10.9%, lo que significa que en nuestro país mueren 11 de cada 100 personas que enferman. Los primeros seis lugares son Francia (12.8%), Reino Unido (15.1%), Italia (14.2%), Bélgica (14.0%), Hungría (13.1%) y Países Bajos (11.0%).

Si consideramos que el nuestro es el décimo más poblado del mundo, debería estar en décimo lugar en lo que a la TFC se refiere. Sin embargo, hay muchos países que tienen tasas mucho menores con respecto a su población. Por ejemplo, Japón es el decimoprimero más poblado, pero su TFC de 5.3% lo coloca en el lugar 19.

El fracaso del gobierno federal es tal, que Jarbas Barbosa, subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que al principio de la pandemia avaló la estrategia gubernamental, tuvo que aceptar hace algunos días que las medidas adoptadas en México “no han alcanzado hasta ahora la efectividad para controlar la transmisión” del coronavirus.

Los dos charlatanes deben ser despedidos y sustituidos por quienes sí saben.

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