Ruiz Healy Times: Ineficiencia, desorden y corrupción después de los sismos de 2017


El presidente Andrés Manuel López Obrador y Román Meyer Falcón, titular de la SEDATU

Eduardo Ruiz Healy

Ayer, durante la conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador, el Secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), Román Meyer Falcón, informó sobre los avances en la reconstrucción de los inmuebles dañados en los sismos ocurridos los días 7 y 19 de septiembre de 2017.

Para empezar, denunció que el gobierno de Enrique Peña Nieto le entregó datos imprecisos que obligaron a la SEDATU a realizar una encuesta en 114 municipios que le permitió determinar que el avance en viviendas reconstruidas era del 21% y no del 29% que presumió el gobierno anterior, que la mayoría de las familias reconstruyeron con recursos propios, que en Chiapas, Morelos y Guerrero la mayoría de las familias recibieron incompletos sus apoyos y que en Chiapas una de cada tres familias jamás recibió un centavo.

Rosario Robles Berlanga

ROSARIO, UNA VEZ MÁS…

Añadió que la SEDATU, que encabezó Rosario Robles del 27 de agosto de 2015 al 30 de noviembre de 2018, no elaboró un programa que estableciera objetivos y mecanismos de coordinación entre las diferentes instituciones involucradas en la reconstrucción y que no había datos precisos sobre la magnitud del desastre.

Tal era el desorden que escuelas sin daños fueron clasificadas como afectadas, que escuelas dañadas no fueron así clasificadas o de plano no fueron censadas.

Finalmente denunció que “hubo un escaso y tardío acompañamiento técnico en el tema de la reconstrucción de las viviendas afectadas…”.

Lo que ayer dijo Meyer, contrasta con lo que Peña presumió el 18 de septiembre de 2018, cuando en un discurso aseguró que su gobierno había entregado el 98% de los apoyos comprometidos para la reconstrucción de viviendas a 166 000 familias en Chiapas, Estado de México, Guerrero, Morelos, Oaxaca, Puebla, Tlaxcala, Veracruz y la Ciudad de México, que todos los alumnos ya asistían a clases y que los servicios de salud estaban 100% garantizados.

DATOS QUE FALTARON

Según lo que ayer señaló Meyer, la ineficiencia, desorden e improvisación caracterizaron las tareas de reconstrucción de la pasada administración.

Le faltó mencionar las acciones de algunos funcionarios que trataron de minimizar la magnitud de la destrucción. Por ejemplo, en Chiapas el entonces secretario de Desarrollo Social (SEDATU) y hoy diputado federal priista, Luis Miranda, ordenó a funcionarios del gobierno de Manuel Velasco Coello que redujeran el número de viviendas dañadas.

Tampoco se refirió a los muy probables actos de corrupción en que incurrieron los encargados de manejar los recursos públicos y privados destinados a la reconstrucción.

En julio pasado, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) informó que el gobierno peñista solo apoyó a 15 373 viviendas de las 60 302 que se sufrieron un daño total y que no se sabe cómo se gastaron poco más de 91 millones de pesos que se recibieron del extranjero porque las secretarías de Hacienda y de Relaciones de Exteriores, entonces a cargo de Luis Videgaray y José Antonio Meade, no regularon, coordinaron ni registraron esas donaciones..

Luis Miranda Nava

La ASF también detectó malos manejos de los recursos destinados a la reconstrucción en la SEDATU, en BANSEFI y la Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI).

Los responsables de tanto desorden y corrupción aparentemente nunca responderán por lo que hicieron.

LAS CRÍTICAS DE FOX Y CALDERÓN CONTRA AMLO

Los expresidentes panistas Vicente Fox y Felipe Calderón dejaron ir la oportunidad que el pueblo les dio para transformar a México, y ahora critican cada vez que pueden a su sucesor morenista.

Sus más recientes críticas se dieron con motivo del primer Grito que desde el balcón central de Palacio Nacional dio el presidente Andrés Manuel López Obrador el domingo pasado.

Calderón, quien evidentemente está más enojado que de costumbre después de que AMLO se refirió a él como el “Comandante Borolas”, empezó su crítica la noche del 14 de septiembre, cuando en un tuit escribió: “¿Para qué distorsionar la tradición del Grito, una ceremonia que nos une a los mexicanos?, ¿se trata de hacer que también eso nos divida?, ¿en serio ya se creen epopeya que se echarán vivas a sí mismos?, ¿habrá un viva Bartlett?,  ¿o viva el crimen organizado, que también es pueblo?”.

El michoacano obviamente se refería al anuncio, que ese mismo día hizo el tabasqueño, de que echaría 20 ¡vivas! en su primer Grito, lo cual hizo.

Luego, en la noche del 15, el expresidente retuiteó un tuit de una mujer que se burló de los muchos vivas que lanzó AMLO.

Y el lunes, en vez de difundir su propia opinión en torno al evento, se limitó a retuitear lo que escribieron cuatro personas que como él descalifican al gobierno de la 4T.

Desde entonces nada más ha escrito.

Por su parte, Fox tuiteó el lunes a las 9:12 horas (Centro): “Que solito y poca cosa se veía López en el balcón de palacio. Lo que hace la soberbia y el poder, un palacio para el [sic] solito. Triste figura, nadie que lo acompañe”. Aparentemente no vio el ánimo que sentían las decenas de miles de personas congregadas en el Zócalo de la CDMX.

Ambos panistas tienen todo el derecho de criticar a cualquier funcionario, el presidente incluido, como lo tiene cualquier mexicano.

MEMORIA DE MEXICANOS

El problema es que los dos aparentemente creen que los mexicanos ya olvidamos todas las promesas que hicieron durante sus respectivas campañas electorales, promesas que, en su mayor parte, nunca fueron cumplidas.

Por ejemplo, Fox prometió que durante cada año de su gobierno la economía crecería 7% y se crearían 1.5 millones de empleos. En todo su sexenio el PIB apenas aumentó 1.94% y solo se generaron 2.4 de los nueve millones de empleos prometidos.

Calderón prometió ser “el presidente del empleo” pero en sus seis años como presidente apenas pudo generar 2.3 millones de los siete millones que ofreció crear; el PIB apenas creció 1.7%.

Los dos expresidentes fallaron en muchas otras cosas: Fox fue incapaz de disminuir los altos niveles de corrupción; Calderón involucró al país en su guerra contra la delincuencia. Ninguno acabó con el tráfico de personas por la frontera sur y el de armas por la frontera norte.

Al criticar a AMLO, los dos panistas contribuyen a polarizar más al pueblo que no supieron unir desde la presidencia y fortalecen a Andrés Manuel, quien, como el buen populista que es, se ha fortalecido dividiendo a los mexicanos.

Fox y Calderón deberían imitar a Barack Obama y George W. Bush, que han mantenido un silencio ejemplar y admirable cada vez que los critica Donald Trump. Los expresidentes estadounidenses entienden que su tiempo ya pasó y que no deben contribuir a dividir más a su país.

El presidente Andrés Manuel López Obrador y su esposa Beatriz Gutiérrez M

EL PRIMER GRITO DE AMLO

Desde el balcón central de Palacio Nacional dio su primer Grito el presidente Andrés Manuel López Obrador. Fueron 20 vivas las dio para para recordar y honrar a los héroes conocidos y desconocidos de la guerra por la independencia nacional y las causas por las que lucharon.

El Grito de López Obrador consistió de 20 vivas que dio después de dirigirse a las mexicanas y los mexicanos:

  1. “Viva la independencia,
  2. viva Miguel Hidalgo y Costilla,
  3. viva José María Morelos y Pavón,
  4. viva Josefa Ortiz de Domínguez,
  5. viva Ignacio Allende,
  6. viva Leona Vicario,
  7. vivan las madres y los padres de nuestra patria,
  8. vivan los héroes anónimos,
  9. viva el heroico pueblo de México,
  10. vivan las comunidades indígenas,
  11. viva la libertad,
  12. viva la justicia,
  13. viva la democracia,
  14. viva nuestra soberanía,
  15. viva la fraternidad universal,
  16. viva la paz,
  17. viva la grandeza cultural de México;
  18. Viva México,
  19. Viva México,
  20. Viva México”.

Hasta 1999 los presidentes siempre iniciaron su Grito dirigiéndose a los “mexicanos”, pero en 2000 Vicente Fox acabó con esa tradición al empezar diciendo “Mexicanas y mexicanos”; desde entonces así lo han hecho sus sucesores.

Felipe Calderón Hinojosa

En su primer Grito, AMLO mencionó, como en su oportunidad lo hicieron sus antecesores, a Hidalgo, a Morelos, a Allende y a Ortiz de Domínguez. Pero en esta ocasión el presidente no mencionó a dos próceres que antes sí eran recordados: Aldama y Matamoros, dos héroes de la Independencia que dieron su vida por la causa.

Tal vez Andrés Manuel de alguna los quiso recordar al gritar “vivan las madres y los padres de nuestra patria”, entre quienes también están Galeana, Mina, Guerrero, Guadalupe Victoria y tantos más que pelearon para liberar a México del dominio español.

Andrés Manuel echó vivas para dos mujeres: la corregidora Josefa Ortiz de Domínguez, que ha sido mencionada en anteriores Gritos, y a Leona Vicario, una heroína de la Independencia de quien nadie sabe gran cosa, fuera de que fue esposa del también prócer Andrés Quintana Roo. Será bueno que su biografía se difunda ampliamente para que los mexicanos de hoy conozcan su vida y obra.

Fueron acertadas y oportunas las otras nueve vivas que gritó el presidente.

El heroico pueblo de México, integrado por miles y miles de héroes anónimos que lucharon y murieron por la Independencia, nunca fue recordado en anteriores Gritos presidenciales. Por fin AMLO pidió vivas para los que siguieron a los próceres, quienes no hubieran logrado gran cosa sin el apoyo y el sacrificio de ese heroico pueblo.

Las comunidades indígenas han sido explotadas y agraviadas antes y después de la Independencia. Todo indica que el presidente pretende por fin hacerles justicia a estas comunidades. Incluirlas en su Grito lo indica.

No puede nadie oponerse a que la libertad, la justicia, la democracia por fin se hagan realidad en México. Tampoco a que se luche todo el tiempo en favor de la paz y la grandeza cultural de México.

Y claro que viva nuestra soberanía, recientemente debilitada por las amenazas arancelarias de Donald Trump.

Daños en viviendas de Oaxaca y Chiapas

Y sí, que viva la fraternidad universal, pero antes el presidente de todos los mexicanos debe hacer que reine la fraternidad entre sus hoy muy confrontados gobernados.

NO HAY AMENAZA TERRORISTA QUE SEA POCO SERIA

El 15 de septiembre de 2008, poco después de las 23:00 horas (Centro), tras el Grito que diera el entonces gobernador perredista de Michoacán, Leonel Godoy, explotaron dos granadas de fragmentación en la Plaza Melchor Ocampo (a un costado de la Catedral de Morelia), en donde había unas 30 000 personas festejando el 198 aniversario del inicio de la Guerra de Independencia.

Al principio, la mayoría confundió las explosiones con el estallido de cohetones; sin embargo, casi de inmediato se dieron cuenta de lo que se trataba y empezaron a huir desordenada y apresuradamente del lugar. El pánico de la estampida dejó a muchas personas aplastadas y pisoteadas.

El saldo de este ataque, atribuido primero al cártel de La Familia Michoacana y luego al de Los Zetas, fue de siete muertos y 132 heridos, de los cuales algunos perdieron una o más extremidades.

Hasta la fecha no se han capturado a los autores intelectuales y materiales de ese ataque terrorista. Algunos sospechosos fueron liberados después de que se comprobara que sus confesiones aparentemente se obtuvieron bajo tortura y sin que contaran con el auxilio de un abogado defensor.

Han transcurrido 11 años desde que se cometió ese acto terrorista y la mayoría de las personas lo han olvidado.

Vicente Fox Quesada

Tal vez por eso ha sido tan débil la condena popular contra Ximena García, la piloto de Interjet que durante la noche del 15 de septiembre pasado sugirió que se cometiera un acto terrorista cuando a través de Facebook difundió el siguiente mensaje:

“Debería de caer una bomba en el zócalo… nos haría un favor a todos. #viva Mexico pd si les molestan mis comentarios, bórrenme; créanme que me vale 2 pesos saludos cordiales”.

Pocos minutos después, otra piloto de Interjet, Gabriela García Garza, le respondió: “Yo te apoyo”, seguido por un emoticón que muestra una cara llorando de risa.

Ximena le respondió así a Gabriela: “jajaja siempre nos apoyan”.

En México, que parece no tomar en serio estos asuntos, hasta el presidente Andrés Manuel López Obrador no mostró una gran preocupación y molestia por lo ocurrido. Dijo que “Hay que esperar a que termine la investigación que ofreció Interjet (…) conocer más sobre cómo se dieron estas expresiones, incluso esperar a ver si quien supuestamente las hizo las confirma y qué actitud tiene actualmente, si fue cierto, si está dispuesta a ofrecer una disculpa, si lo hizo de manera inconsciente, como todo parece indicar, porque es una expresión muy fuerte, una cosa muy irracional”.

El presidente y muchos parecen creer que la amenaza provino de una jovencita inmadura, pero tanto Ximena como Gabriela son pilotos certificadas internacionalmente de aviones Airbus 320 y por lo tanto responsables de la vida y seguridad de muchas personas cada vez que volaban uno de estos aparatos. No son unas niñas y sabían perfectamente lo que escribieron en Facebook.

En un país que toma en serio las amenazas terroristas, las dos estarían sujetas a una investigación, tal vez privadas de su libertad mientras se comprobara la seriedad de su amenaza. En México la investigación, en vez de ser hecha por la FGR, está a cargo de una aerolínea que está quebrada.

No hay amenaza terrorista que sea poco seria. Esa debe ser la política del gobierno.

 

 

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