Ruiz-Healy Times: DMZ, ejemplo de creatividad en Asia


Rumbo a la DMZ
  • Zona de contención entre las dos Coreas es un polo turístico.
  • Lejos de ocasionar temor, atrae a miles de visitantes cada año.
  • Paralelos entre empresa coreana y su homologa mexicana.

Eduardo Ruiz Healy

 Seúl. – La República de Corea (Corea del Sur) y la República Democrática Popular de Corea (Corea del Norte) están divididas por una franja de tierra que mide 4 Km. de ancho y 250 Km. de largo. Se inicia en el Mar Amarillo, debajo del Paralelo 38 Norte, en el lado occidental de la Península Coreana, y termina en el Mar de Japón, en el lado oriental, por arriba del mencionado paralelo. Esta franja es conocida como la DMZ (Zona Desmilitarizada de Corea, por sus siglas en inglés) o el Paralelo 38 y es una zona de contención entre ambos países establecida en 1953 por un acuerdo entre Corea del Norte, China y Naciones Unidas al firmarse el armisticio que dio fin a la Guerra de Corea, que de junio de 1950 a julio de 1953 dejó unos tres millones de muertos y cientos de miles de heridos y desaparecidos, y enfrentó a los ejércitos de Corea del Sur y sus 27 países aliados contra los de Corea del Norte y sus 10 aliados.

La DMZ está virtualmente libre de armas pero, fuera de ella, las tropas norcoreanas, sudcoreanas y estadounidenses, armadas hasta los dientes, se mantienen en alerta las 24 horas del día, listas para repeler cualquier agresión que provenga del lado contrario.

Enorme afluencia de visitants en la DMZ
Enorme afluencia de visitants en la DMZ

Es necesario recordar que la sangrienta guerra que aquí se peleó hace 67 años no ha concluido, sino que sólo está suspendida mediante el armisticio del 27 de julio de 1953 que acordó cesar los balazos y enviar a los soldados a una distancia de 2 kilómetros de ambos lados de la frontera. En todos estos años las partes involucradas no han logrado firmar un tratado de paz y las hostilidades entre ambos países nunca han cesado porque los gobernantes de Corea del Norte sueñan con unificar la península bajo su sistema político, económico y social mientras los que gobiernan a Corea del Sur sueñan con lo mismo, pero imponiendo su sistema sobre el norte.

Ayer visité la famosa DMZ y me sorprendió ver como los sudcoreanos han convertido el lugar en un atractivo turístico que diariamente es visitado por miles de turistas que son llevados desde Seúl en autobuses que operan diversas agencias de viajes. Si bien el ambiente no es festivo, tampoco es sombrío, como esperaba que fuera. En los lugares que visité no percibí el inminente peligro que naturalmente existe.

Dentro de la DMZ hay una estación de ferrocarril que recibe trenes que llevan turistas al lugar. Nuestra guía nos explicó que algún día saldrán de esa misma estación trenes con destino a Europa vía China y Rusia, pasando antes por Corea del Norte. Ella sueña con ver a su país unificado. La realidad indica que la DMZ seguirá existiendo durante muchas décadas más, tal vez para siempre.

Turismo en la DMZ
Turismo en la DMZ

HISTORIAS PARALELAS; DIFERENTES DESENLACES

Seúl. – Una empresa fue fundada el 1 de marzo de 1938, en Seúl; otra, mexicana, el 7 de junio de 1938 en la Ciudad de México. La primera como una importadora y comercializadora de productos diversos, la segunda como un monopolio estatal.

Al ser fundada la primera, Corea era una colonia cruelmente explotada por Japón, el imperio que entonces dominaba el continente asiático; al fundarse la segunda, Estados Unidos estaba más preocupado por lo que ocurría en Europa que en el país que siempre ha visto como su traspatio.

Durante su existencia, la empresa Samsung (que en coreano significa tres estrellas) creció hasta convertirse en un líder mundial en diversas áreas de negocios; la mexicana Petróleos Mexicanos o Pemex terminó siendo uno de los más  claros símbolos de la ineficiencia y corrupción que caracteriza a la mayoría de las entidades gubernamentales de México.

Actualmente Samsung es un consorcio que agrupa a unas 80 empresas. Entre las más importantes cabe mencionar a Samsung Electronics (la segunda mayor compañía de tecnología de la información medida por sus ingresos y la quinta medida por su valor de mercado), Samsung Heavy Industries (el segundo constructor de buques más grande del mundo medido por sus ingresos), Samsung Engineering y Samsung C & T (la decimotercera y trigesimosexta empresas de construcción más grandes del mundo), Samsung Life Insurance (la decimocuarta compañía de seguros de vida más grande del mundo), y Cheil Worldwide (la decimoquinta  agencia de publicidad más grande del mundo. Los productos que fabrica y comercializa Samsung en todo el mundo incluyen prendas de vestir, productos químicos, productos electrónicos de consumo, componentes electrónicos, equipos médicos, semiconductores, unidades de estado sólido, DRAM, barcos, equipos de telecomunicaciones y electrodomésticos. Muchos de sus productos son líderes mundiales, el resultado de inversiones enormes en las áreas de investigación, desarrollo e innovación.

Los números para 2016 nos dan una buena idea de lo que es Samsung: Ingresos: 698,700 millones de dólares; Utilidades netas: 238,500 millones de dólares; Activos totales: 1,088,900 millones de dólares; Capital social: 1,340,900 millones de dólares; Empleados: 548,000.

Pemex...
Pemex…

La historia de Pemex es muy diferente a la de Samsung. Creada como un monopolio estatal para explotar los hidrocarburos que existen en el territorio nacional, desde su primer día fue administrada como si fuera la propiedad del presidente de la república en turno, de sus principales funcionarios y sus corruptos líderes sindicales. Fue tan mal administrado que terminó en la quiebra.

Hoy su situación ha mejorado ligeramente gracias a la Reforma Energética aprobada en 2013 que le permite asociarse con empresas públicas y privadas mexicanas y extranjeras. Esperemos que algún día podamos sentirnos orgullosos de ella como los coreanos se sienten orgullosos de Samsung y otras empresas de su país.

Samsung y Pemex, empresas con historias paralelas con muy diferentes desenlaces.

Samsung, una potencia
Samsung, una potencia

EL MILAGRO COREANO

Seúl, Corea del Sur. – Invitado por el entonces presidente Vicente Fox a acompañarlo en su primer viaje presidencial a Asia, visité Corea del Sur en junio de 2001. Al terminar ese año, el producto interno bruto (PIB) de México fue de aproximadamente 729,555 millones de dólares mientras que el de Corea fue de 533,188 millones. El PIB per capital de nuestro país fue de 7,144 dólares y el de Corea de 11,526 dólares.

Ahora, poco más de 17 años después de ese primer viaje estoy de regreso en la República de Corea, esta vez invitado por la Samsung Press Foundation (Fundación Samsung para la Prensa) y Samsung Electronics México con el fin de conocer diversas oficinas y centros de investigación y desarrollo de esta empresa que es líder en crear e innovar una amplia gama de productos al consumidor e industriales.

El país que nuevamente visito indudablemente es más próspero y fuerte que el de hace casi 18 años. Su PIB en 2016 fue de 1.411 billones de dólares, lo que significa que en este período creció casi un 165%. La economía mexicana también aumentó, ya que su PIB al cierre del año pasado fue de 1.046 billones de dólares, lo que se traduce en un incremento del 43.5%. En 2016 el PIB per cápita coreano fue de 27,535 dólares mientras que el de México ascendió a 8,209 dólares.

Fue en 2004 cuando por última vez la economía mexicana fue superior a la surcoreana, al registrar un PIB de 770,270 millones de dólares contra los 764,829 millones que registró la nación asiática.

A partir de 2005 la economía coreana ha sido cada vez mayor que la de México. Ese año su PIB fue de 898,137 millones de dólares mientras que el de México fue de 866,36 millones.

¿Cómo explicar que desde hace 12 años la economía de Corea superara a la mexicana y que con el paso de los años se ampliara tanto la brecha entre ambas economías? ¿Por qué los surcoreanos gozan de un nivel de vida infinitamente superior al de los mexicanos?

Tanto el presidente como el director ejecutivo de la Samsung Press Foundation, Jung Chang Young y Shim Shang-bok, respectivamente, me dijeron que la educación de alta calidad que reciben los surcoreanos en sus escuelas de educación básica, media y superior explica en gran medida el éxito económico de su país.

El milagro coreano no es resultado de la casualidad, como no lo son los de otros países que han alcanzado altos niveles de desarrollo económico y humano. Es la consecuencia de las decisiones que hace décadas tomaron sus líderes políticos, sociales y empresariales que se tradujeron en sistemas educativos de alta calidad en donde los maestros sí enseñan y los alumnos sí aprenden.

Sitio web: ruizhealytimes.com

Twitter: @ruizhealy

Facebook: Eduardo J Ruiz Healy

Samsung progreso evidente
Samsung progreso evidente