José Ureña
Nunca tuvo posibilidades de ser candidato.
No a ojos de los expertos a los cuales consulté durante mucho tiempo, y de ello di cuenta en columnas publicadas en 24-Horas, mi periódico.
Pero muchos insistieron:
-Gerardo Gutiérrez Candiani va por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y no sería remota la suma de otras fuerzas políticas.
Quizá Acción Nacional (PAN), agregaban.
Y sí, a la vez coqueteaba con el PAN y con el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Mal síntoma para quienes piden identidad a las siglas políticas y lealtad a los militantes, virtudes imposibles de exigir a quien tiene otros caminos públicos.
En adición, hubo un espejismo.
Gutiérrez Candiani se creyó su propia farsa y difundió historias difíciles de creer cuando se acercaba la decisión en las alturas del gobierno de Enrique Peña Nieto y del partido de Manlio Fabio Beltrones.
Tiene tintes de chantaje.
VIDEGARAY EN ESCENA, SEGÚN GERARDO
Muy cerca del desenlace priísta, decíamos arriba, Gerardo Gutiérrez Candiani se encargó de difundir su novela.
Según ésta, cuentan sus oyentes, el sería el elegido.
¿Cómo?
Pues me lo dijo el mismísimo (Luis) Videgaray –habría informado a altos integrantes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y de su cerebral Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
¿Y por qué él?
Pues, porque es quien habla al oído del presidente y toma las decisiones de ese tipo.
¿El secretario de Hacienda?
Claro. El manda en el país.
Y blablablabla…
La parte justificatoria de tan hermosa selección –él- sería su gran identidad con el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
Este y el gabinete en pleno estarían en deuda con Gutiérrez Candiani porque como presidente del CCE no criticó las políticas públicas y sirvió de contención de dirigentes de cámaras y asociaciones.
PERSONEROS DE GUTIÉRREZ CANDIANI
Todavía a media semana pasada muchos personeros de Gerardo Gutiérez Candiani me dieron argumentos a su favor.
O fortalecieron los anteriores, pues méritos políticos y arrastre popular nunca aparecieron como elementos para garantizar el triunfo del PRI en estos tiempos de pragmatismo y serenidad.
Yo los remití a mi columna del 4 de enero pasado:
“Una percepción no cuadra con el oficio político.
“Si Alejandro Murat Hinojosa es viejo colaborador del Enrique Peña Nieto, si fue funcionario suyo en el estado de México y lo coloco en el gabinete ampliado, ¿pudo renunciar sin la bendición presidencial.
“Días antes de abandonar el Instituto del Fondo Nacional de vivienda para los Trabajadores (Infonavit) platiqué extenso con Murat Hinojosa para escuchar su visión personal sobre la sucesión en Oaxaca.
“-Yo estoy listo. Simplemente espero la señal. Si llega, gano. Pero si no, de todos modos gano, porque soy miembros del gabinete ampliado y tengo un trato preferencial del presidente”.
Ergo, concluimos entonces, Murat Hinojosa renunció al Infonavit con plena complacencia del mando político del país y con la promesa de ser postulado como candidato a gobernador de Oaxaca, posición ya ocupada por su padre José Murat.
Me dijo más Alejandro, aunque no di cuenta de ello:
-Sé de los déficits, de la fama de mi padre. ¡Por supuesto! Mal haría si no. Pero yo soy otra generación, mi campaña será distinta, mi padre no participará, no permitiré que participe en mi gobierno.
Remató:
-El ya fue, yo voy a ser… si soy.
Bueno, pues su papá ya anunció su lejanía de Oaxaca y Alejandro Murat Hinojosa espera el trámite de la postulación.
GGC, NI SIQUIERA FUE CITADO
Manlio Fabio Beltrones y Carolina Monroy tendrán sus razones y valores, pero no citaron a Gerardo Gutiérrez Candiani.
No a un acto clave: la firma de la carta de compromiso partidista para aceptar la nominación de uno de ellos y permanecer dentro del PRI.
A esa reunión, parte del ritual tricolor, asistieron solamente priístas de verdad.
Siete:
Mariana Benítez, Alfonso Gómez, Samuel Gurrión, Alejandro Murat. Eviel Pérez, Martín Vázquez y Javier Villicaña.
Ninguna de ellos merece ser desplazado por aventureros de la política.
De ellos debe salir el ungido (al momento de escribir este texto no había definición).
A menos, claro, si se falla a la palabra, si se presenta a siete prospectos de mérito para luego decirles que siempre no.
RECOMPENSA A ESTEFAN GARFIAS
No será una elección fácil.
Ya está perfilado José Antonio Estefan para contender por la alianza PAN-PRD y quizá otros organismos de izquierda de escasa ascendencia en Oaxaca.
Con todo el apoyo del gobernador Gabino Cué y su creador, Diódoro Carrasco.
Sería una postulación justa.
Su segunda oportunidad real.
A principios de marzo de 1998 el entonces gobernador Diódoro Carrasco llamó a Estefan Garfias para pedirle permanecer encerrado en su casa de la ciudad de México y preparar su campaña.
Tenía un coordinador designado, Ulises Ruiz.
Pero José Murat apostó su vida y fue a Los Pinos y, ellos sabrán cómo, pero Ernesto Zedillo cambió la decisión y obtuvo la candidatura del PRI el gobierno de Oaxaca.
En cuanto salió de la residencia oficial, buscó a Ulises Ruiz.
-Súmate. Yo sé lo que te digo.
Quedaron de verse, acordaron, trabajaron juntos seis años, le heredó el gobierno y todo iba bien hasta…
El resto es historia.