Política Inconfesable: Tiempo de canallas…


El presidente Enrique Peña Nieto y el gobernador Alejandro Murat Hinojosa, en Juchitán, Oax, para evaluar daños por movimientos telúricos

Mutismo de Gabino Cué ante tragedia por desastres que viven oaxaqueños.

Desfachatez de José Antonio Estefan Garfías; no conoce la vergüenza.

Rodrigo Villar

Las secuelas de la tragedia arrastran todo aquello que está podrido. Y en nuestro estado hoy vemos que los primeros arrastrados por sus propias miserias, son los políticos que participaron en el expolio de los presupuestos, para beneficiarse groseramente de dinero que les no les pertenece, nunca les ha pertenecido, pero se echan al bolsillo sin mediar moral ni ética alguna.

Qué hemos visto al día de hoy: dos rostros desde el poder, el de un gobernante joven que emprende desde el primer momento de la tragedia y la destrucción, acciones y decisiones para solventar –en primera instancia- los efectos de sismos que nadie desea vuelvan a presentarse, y después traer la ayuda desde la federación que todos los afectados necesitan.

Y el otro, un rostro descompuesto de los políticos que ya nadie aguanta, porque su pasado los delata, desnuda sus trapacerías y con enojo les vemos en las zonas afectadas dándole cuerda a la demagogia, con sus respectivas cargas políticas, obviamente acusando de todos los males al gobierno en turno.

Es una rueda de la fortuna esto de vivir en nuestro país, en Oaxaca y en el resto de estados pobres.

Un sector de la mentada clase política oaxaqueña, que gobernó durante los dos últimos sexenios, sustenta sus miserias humanas en pretender convertirse en los próceres de la reconstrucción, y en aves de mal agüero en perjuicio de lo que el gobernador, Alejandro Murat, viene haciendo con objeto de atender la gravedad de los tiempos aciagos que vivimos, y a la par en mover sus cartas políticas para jalar más apoyo económico y material para resolver los estragos sociales y económicos que nos toca vivir.

El oportunismo de aquellos que, como zopilotes revolotean sobre las ruinas de la tragedia tiene nombre y apellido: sacar provecho político-electoral, denostando al partido en el gobierno. De tal nivel es la bajeza, de tales personajes que salen a declarar todos los días, cualquier cantidad de argumentos, paras salvar su cara, frente al encono y la historia.

Gabino Cué Monteagudo

MUTISMO DE GABINO CUÉ

Recuerdo, que una de las primeras reacciones que acrecentaron la animadversión de los oaxaqueños fue la de Gabino Cue, quien tras la destrucción que dejó el gran sismo que quebró nuestro estado, no aceptó emitir palabras de aliento para nuestros hermanos en desgracia.

Una televisora a nivel nacional, pretendió que el ominoso ex gobernador podría declarar su pesar por los efectos del sismo del siete de septiembre, y al preguntarle si tenía un mensaje para quienes fueron gobernados por él, simple y lacónico respondió que no. Que no tenía nada que decir.

Cuando yo vi esos en la televisión quedé mudo, no pude entender en ese momento porque el gobernador de Oaxaca que recibió en conjunto, la mayor cantidad de recursos públicos provenientes de la federación, no dijo nada que tratase de reconfortar a los oaxaqueños afectados.

Eso sí se puede calificar de carencia de sensibilidad, de un cinismo que no tiene comparación, o de estupidez. Para no llegar a tales definiciones, traté reflexionar sobre la actitud de Gabino Cue.

Llegué a la conclusión que el ex gobernador pretende ganar inmunidad a través de la impunidad que le ha garantizado andar en libertad, disfrutando de viajes a todo lujo, paseos en yate, comidas de jeque, fiestas, compañías envidiables para cualquier ser humano de a tierra.

Su omisión lleva un mensaje al gobierno que le investiga el desvío de miles de millones de pesos, que supuestamente deberían utilizarse en resolver condiciones de pobreza extrema en el estado. El silencio es también un arma política y en este caso lo es más, porque bajo el manto del bajo perfil que los ex gobernantes se colocan para no afectar a las nuevas administraciones, Gabino Cue se cubre y presiona al gobierno del estado.

José Antonio Estefan Garfias

DARDOS A TRAVÉS DE SUS TÍTERES

Pero, de otro lado saca a sus brazos armados a lanzar cohetones mediáticos acusando a quien se ponga enfrente de los males que se generaron, al descuidarse el combate a la pobreza mediante programas de fortalecimiento municipal y local.

Hace unos días, José Antonio Estefan Garfías –el ex priísta, que se convirtió al perredismo, para convertirse, mediante el designio del dedo flamígero de Cue, como candidato –perdedor- a la gubernatura, en el proceso en que Alejandro Murat se impuso con una propuesta moderna y echada para adelante, declaró que la federación castigó al gobierno de su mentor Gabino Cue, y no lo proveyó de los recursos suficientes para enfrentar los grandes problemas que se han cernido sobre Oaxaca, durante décadas.

Eso es inadmisible en condiciones de tragedia como las que presenciamos. El diputado Estefan, personero, y beneficiario multimillonario del gobierno de Gabino Cue, ahora reclama una ayuda que por mucho fue la más cuantiosa para Oaxaca en toda la historia.

Por eso debemos tener memoria, y recordar que la miseria humana en el estado hoy sobreviene como cascada, pretendiendo engañar a aquellos que están inmersos en la tragedia.