Rodrigo Villar
¡No, bueno! Hay de fichas a fichas.
Medrar con la pobreza, la ignorancia y la marginalidad de los oaxaqueños provoca un sentimiento de vergüenza e indignación. Y más, cuando los dineros que se utilizan para acarrear a mujeres y hombres necesitados, no tienen un origen claro y transparente.
Samuel Gurrión Matías, un hombre de origen humilde, de una historia como la de la mayoría de las personas que ahora mueve a su antojo para salir en la foto sonriente y satisfecho con la vida, no deja de sorprender por su locuacidad.
Gurrión Matías, es tan menor, pero tan alienado y tonto que seguro piensa que la historia es un juego de niños, que la memoria colectiva no persiste y que de su paso por el poder nada queda. Si, de verdad que es un zopenco.
SERVILISMO Y ASCENSO
Veamos. Este personaje, desde su humilde y pobre origen dio muestras de maquinaciones raras. Se sumó al poder con la persistencia del que nada tiene. Así, acomodaticio, llegó a los pies del chacal de Chacaltongo, Ulises Ruiz que lo uso como uno de sus muchos limpiabotas o lamesuelas.
Con ese espíritu servil, que el amo premia, como se premia a un can, Samuel Gurrión Matías se fue acomodando en la esfera del poder. Sacó provecho de sus relaciones inconfesables y junto con su familia formó una fortuna que se materializó en propiedades, casas, terrenos, gasolineras, concesionarias de autos, antros de mala muerte.
Seguramente con sus prácticas lenonas llegó a su cenit. Y poco después las replicó hasta la Cámara de Diputados federal donde se le observaba, obsequioso muy cerca de los diputados que mandaban en la pasada legislatura.
Este sujeto, como usted se dará cuenta amable lector no sabe conducirse por el sendero de la honestidad. Siempre ha necesitado de tener un papá o una nana que lo acompañe y le proteja todas sus trapacerías.
Y lo peor.
Ahora se pretende a sí mismo, en acto de megalomanía pura, ser un salvador del pueblo de Oaxaca. Hace unos días Samuel Gurrión Matías organizó, con quién sabe qué dinero, proveniente de usted vaya a saber de dónde, un vergonzoso operativo de acarreo de oaxaqueños muy pobres.
De verdad que recurrir a esas prácticas del siglo pasado deforman más y más el ejercicio de la política. Es inadmisible ver que un sujeto de esa calaña, asociado con otros compinches “organicen” esas aberrantes movilizaciones .
Como lo que es bicho, esperó los últimos días de la LXII Legislatura federal donde fungió como representante de Oaxaca, y pasó de noche, sin articular un solo producto legislativo de relevancia, pero eso sí era reconocido por todos porque siempre andaba rodeado de atractivas, escotadas y entalladas mujeres, y ostentando lujos que créame muy pocos oaxaqueños poseen.
Así que autos de lujo, un séquito de ayudantes, mujeres hermosas, detrás de un hombre raro y físicamente desagradable, y peor ignorante y con visos de ser un tramposo.
Así, dejó que aún en el imaginario siguiera existiendo la LXII Legislatura, y pretendió dar golpes de efecto.
A mediados de agosto salió ante su público acarreado, y les lanzó una consigna, que de verás no da más que pena, porque lo que dijo ni él mismo lo cree.
En la capital, y con pobladores de San Martín Mexicapam, dicen las crónicas, junto a miles de oaxaqueños, y les recetó un profundo y meditado discurso. Esto obviamente de parte del que escribe, está matizado con un tono mordaz.
“El pueblo de Oaxaca clama justicia –le dijo- exige gobiernos justos, honestos y cercanos a la gente, por ello decidí ser diputado federal y emprender una política diferente de resultados y cercana a la gente, y esto es lo que resulto, un gran apoyo para Oaxaca”.
Bueno, lector usted creé tal sarta de mentiras y falsedades.
Y transcribamos un extracto de una crónica, que más que un relato de reportero es un momento a la apologética. Veamos, como se le exaltó:
“De esta manera es como rindió su III Informe Legislativo el diputado federal, Samuel Gurrión Matías, la tarde del sábado en la Plaza de la Danza en la ciudad de Oaxaca de Juárez.
“Ante más de 26 mil personas este fin de semana el legislador federal cumplió con las leyes al rendir cuentas y resultados transparentes a la población en general.
“Pobladores de San Martín Mexicapam con música de banda recibieron al legislador federal en el parque Morelos, desde donde caminaron en caravana sobre la avenida Independencia, doblaron sobre la calle Crespo para finalmente entrar sobre la calle de Morelos. Mientras, la gente seguía llegando a la Plaza de la Danza.
“Un estruendo se escuchó, miles de manos al unísono de una palmada se unieron para recibir a Samuel Gurrión, quien llegó acompañado de la líder social en el municipio capitalino, Cutberta Jarquín Betanzos.
“En tanto, en las pantallas frontales iniciaba un video que mostró a los presentes el trabajo de gestión que realizó durante estos tres años el diputado federal Samuel Gurrión en las ocho regiones de Oaxaca. A detalle con imagen y testimonio la gente vio, escuchó y constató las grandes acciones que en materia de infraestructura social, de salud, deportiva y cultural promovió a favor de todos los sectores de la población, en particular de los más necesitados.
“En aproximadamente 30 minutos la ciudadanía en general conoció a detalle las regiones, municipios, recursos y acciones que se vieron beneficiadas con la gestión permanente del Coordinador de Diputados de Oaxaca en la LXII Legislatura Federal.”
Al leer, tal descripción me remonté a las crónicas oficialistas del siglo XX. Por favor ya no permitamos que nos den café negro y bolillos duros. Samuel Gurrión es en el imaginario un globo de Cantoya, que en cualquier momento se desinflará porque ni como político, ni como persona vale nada.
Pensemos en el horizonte cercano cuando vemos a una rata cerca de nosotros…