Política Inconfesable: ¿Es posible una nueva revolución moral?


Andrés Manuel López Obrador
  • Fallido intento de Miguel de La Madrid sólo quedó en un slogan.
  • Congruencia, palabra clave en la aceptación de una propuesta.

Rodrigo Villar

Cuando el abogado Samuel del Villar fue encargado por el presidente de la República, Miguel de la Madrid para elaborar el entramado político-civil conocido como la Renovación Moral de la Sociedad, la esperanza de recobrar los valores de nuestra historia y de nuestras tradiciones se agigantó abriéndose un horizonte de cambio para el país.

Estamos hablando de la postrimería de los años ochenta del siglo pasado.

La mayoría de nosotros éramos unos niños. Otros no habían nacido. y los de mayor edad no dejaran mentir entorno a que la idea de renovarnos como sociedad era brillante. El proceso ideológico estuvo en manos del doctor Del Villar, quien aparte de su personalísima forma de vivir y por tanto respetable, también contaba con una mente tan lúcida y gozaba del aprecio del Presidente de la República, en suma, este personaje optó por vivir en la medianía, sin excesos.

Desde ahí manifestó congruencia.

Aquel esfuerzo, no fructificó, el mensaje de la Renovación Moral de la Sociedad no prosperó entre los grupos sociales que conforman nuestro país. Al inicio de los ochenta –hace casi 40 años- la descomposición se apoderó de las relaciones públicas. Acuérdese estimado lector, que las mafias de delincuentes comenzaron a operar como una federación, el tráfico de personas, entre otros muchos delitos, se empoderaron, con la anuencia o lo que es peor aún, del silencio y complacencia de las autoridades, en todos sus niveles y estratos.

Canceló obra del nuevo aeropuerto de la Cd. de México

LA PROPUESTA QUE FRACASÓ

De la renovación moral nos acordamos como un prometedor eslogan político, que no tuvo cabida en la sociedad mexicana, que comenzaba a corromperse, y los grupos políticos maquinaban ya el apoderarse del ejercicio de éste, pues los beneficios son pingues.

Ahora, con la nueva Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, nos plantea en los hechos, que se han derivado de sus múltiples promesas de campaña, una nueva Constitución Moral que abonará a su gobierno, y lo justificará en aquellos hechos que emprenda.

Que una cosa así, la llamada constitución moral, le entre a la sociedad, pues es muy discutible y no sabemos si su contenido será lo suficientemente claro para que se inserte en el imaginario de la mayoría del pueblo. Habrá que esperar para saberlo.

Samuel del Villar

No obstante, lo qué si tiene una causa y efecto concreto, son los hechos y las decisiones que asume el presidente de la República. A nadie cabe duda que Andrés Manuel López Obrador es auténtico y congruente con lo que dice y hace.

Ese ser consecuente le ha granjeado –ganado- el respaldo de un importantísimo sector social. Él ha sabido amalgamar las promesas de campaña, que son producto de años de trabajo visitando el país, por lo menos en cinco ocasiones, y las decisiones últimas que ha tomado para enfrentar los graves problemas nacional que han contribuido a postrar al país en una situación de frágil equilibrio.

El presidente de la República, plantea una revolución.

No se trata de una revolución armada, ni de ricos contra pobres, ni de patriotas contra descastados, ni de bueno contra malos. Esas valoraciones morales son ajenas al desarrollo de la democracia y de los contrapesos en materia política.

Miguel de La Madrid Hurtado

DECISIONES VALIENTES;  INTERESES AFECTADOS

La decisión de bajar los montos de los salarios de la alta burocracia gobernante, la suspensión definitiva de la construcción del aeropuerto internacional de la Ciudad de México, el enfrentar las mafias que se constituyeron en torno al robo desquiciante de las gasolinas y el vivir en austeridad, son determinaciones que han colocado al presidente en el centro del debate nacional.

Tenemos un presidente de la República que tomó al toro por los cuernos. De eso ni duda cabe. Y eso la mayoría de la gente los sabe, pero aquellos a quienes se les ha tocado el interés ya comenzaron la guerra mediática de baja intensidad.

Muchos cuestionan fiereza las decisiones del presidente, son los que han sido afectados por éstas, los que por cierto, lo que buscan es más dinero.

Sin duda los mexicanos nos encontramos en medio del torbellino del dilema.

Es momento de cuestionarnos, si damos el jalón para cambiar acompañados de un presidente que tiene la intención y la fuerza para hacerlo, o de plano nos volvemos a lo de mismo, al estatus quo, al todo sigue igual.

Desde esta trinchera si se cree que es posible la revolución moral.