Rodrigo Villar
El jueves pasado, a la oficina del presidente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, acudieron siete aspirantes a la gubernatura de nuestro estado.
Son siete opciones para los priístas, que representan visiones muy alejadas sobre el futuro de Oaxaca.
Encontramos en ellos perfiles que se trastocan y anteponen sin duda.
La juventud y preparación de uno de ellos, contrasta con las prácticas más regresivas, nefastas y corruptas de algunos de los suspirantes –que hay que decirlo, no tienen nada que hacer en la búsqueda de la candidatura-. Encontramos oportunismo de una de esas opciones que se desprende de la caída en desgracia del ex procurador general de la República, Jesús Murillo Karam. Y también se anotó, uno de ellos, que el jueves se decía en la boleta electoral representando al PRI, y cuyo tufo no genera confianza alguna por el origen de sus recursos.
Esperamos que al momento de escribir estas líneas, la decisión sea la más afortunada para Oaxaca, que ya no aguanta una imposición más proveniente de los grupos de poder, tanto económico, como político.
Ya no se diga. Para los priístas auténticos cualquier maniobra para favorecer a un tercero, que no tenga raigambre, ni formación, ni vocación, es decir que este vacunado del Revolucionario Institucional, significará un golpe a su creencia y sobre todo, confianza.
Se espera que, el blandengue ex dirigente del Consejo Coordinador Empresarial (CEE), Gerardo Gutiérrez Candiani, no sea tomado en cuenta como abanderado del priísmo. Sinceramente yo soy de esas personas, porque si fuera, remotamente el caso, no habría futuro para la aspiración del PRI que pretende recuperar el poder en Oaxaca, tras la lamentable administración de Gabino Cue.
¿CANDIDATO INDEPENDIENTE?
Y ya que mencionamos a Gabino Cue, pues él y su patrón Diódoro Carrasco Altamirano estarían felices con una señal equivocada, en torno a la candidatura priísta por Oaxaca.
Y es que la enorme soberbia de Gutiérrez Candiani, y su aún mayor voracidad y ambición le han llevado a perder la proporción de la realidad, al emplazar al PRI a entregarle su candidatura bajo la amenaza de que él será, de lo contrario candidato independiente.
Creo que la figura de la candidatura independiente se ha sobado demasiado, ya todos los que ambicionan el poder, se sienten los broncos de la película política. Creo, desde este modesto espacio, que se equivoca el señor Gutiérrez Candiani, porque él no es el bronco (Jaime Rodríguez), no tiene el arrastre, ni la población lo conoce, y menos las convicciones que condujeron a aquel a arrebatarle el poder, precisamente al PRI.
Ojalá este indeseable escenario no se presente por el bien de Oaxaca…
Y bien, el pasado jueves lo que sucedió en el PRI se inscribe en el terreno de la civilidad.
El acuerdo por la unidad, una idea de Manlio Fabio Beltrones, para resolver las diferencias entre los aspirantes a las candidaturas a los 12 gobiernos, que se disputaran este año en el país, pretende darle cause a esos procesos, y de paso comprometer a quienes enloquecieran porque no fueron los elegidos, a respetar por lo menos la determinación que ya sabemos de dónde proviene.
Con esto el jueves recibió en sus oficinas a los aspirantes de su partido a contender por la gubernatura de Oaxaca el próximo 5 de junio. Tal encuentro marca la ruta en la cual se les informa con claridad la fecha en que saldrá la convocatoria, que será el 23 de enero, y cuándo será el registro, en este caso el 2 de febrero.
Ahí se presentó, como ya he dicho antes, de todo: la diputada Mariana Benítez Tiburcio, Alfonso Gómez Sandoval, Alejandro Murat Hinojosa, Samuel Gurrión Matías, Eviel Pérez Magaña, Martín Vázquez Villanueva y Javier Villacaña Jiménez.
Le entregaron a Beltrones una carta informándole de su adhesión al Acuerdo de Unidad por el Futuro de Oaxaca, en los términos en que se ha venido haciendo para promover la unidad con inclusión de los priistas que aspiran a un cargo de elección popular.
En ese texto le señalaron al presidente del partido tricolor, la necesidad de mantener la unidad de los priistas de Oaxaca como paso indispensable para recuperar el gobierno del estado, en un momento en que la situación exige que todos aporten lo mejor de sí en beneficio de su tierra.
La parte sustantiva del acuerdo consiste en apoyar el registro de un sólo aspirante a la candidatura al gobierno del estado, en el momento en que el CEN defina los términos de la convocatoria para seleccionarlo.
Ojalá, así sea…
