Política Inconfesable: El oportunismo de Marko


Marko Cortés

Rodrigo Villar

Hace 18 años llegó a la Cámara de Diputados.

Provenía de Michoacán al igual que su paisano, Felipe Calderón Hinojosa quien se había instalado en la coordinación de la fracción del PAN en la Cámara de Diputados.

Entonces los panistas eran mayoría derivado del triunfo electoral de Vicente Fox, quien venció en las urnas al priísta Francisco Labastida Ochoa y al anodino Cuauhtémoc Cárdenas.

Felipe Calderón Hinojosa

La bancada blanquiazul tenía un capital avasallador ante sus oponentes en el Congreso Federal. El voto útil y el mensaje desenfadado y populachero de Vicente Fox lo llevó a controlar las dos cámaras en el Congreso.

Así Felipe Calderón, quien al ocupar la presidencia del PAN había reprochado la candidatura de Vicente Fox, al que calificaba de advenedizo, se apodero de la Cámara de Diputados, y para ocupar todas las posiciones que le abría el abanico legislativo, colocó a personajes incondicionales.

Uno de ellos era Marko Cortés quien, recientemente titulado de abogado entonces, se ocupó del centro de estudios legislativos del PAN en San Lázaro. Ahí él era el filtro de las iniciativas que los diputados de su partido pretendían elevar ante tribuna.

Vicente Fox

El decidía, claro con la anuencia de su patrón (Felipe Calderón) el destino de las propuestas de sus correligionarios. Es decir asumió el papel de censor legislativo.

Esa posición le acarreó el aprecio de Calderón, quien confiado en un paisano podía estar seguro de que no le meterían goles en San Lázaro, toda vez que ya en ese momento estaba entregado al servicio de Vicente Fox.

Francisco Labastida O

AQUEL FAMOSO SPA

Y es que Calderón ya había sido objeto de una reprimenda del entonces titular del Ejecutivo y su corifeo, Santiago Creel Miranda, porque reporteros que cubren la fuente del Congreso descubrieron que en las oficinas de ese partido, se estaba instalando un Spa, aunque no se crea así fue.

Aquel lugar fue acondicionado con equipos y aparatos para realizar ejercicio, baños, sauna, vapor, tinas de relajación.

Santiago Creel

Al momento de hacerse público Calderón se encontraba de viaje en Washington, Estados Unidos, y al ser enterado regresó como un rayo, empuñando la espada de Damocles, cortando cabezas a quien estuvo a su disposición.

Marko Cortés le señaló a los responsables y se ganó una estrellita. Calderón lo acogió aún más porque esa traición -acto de lealtad- para ambos le granjeo hasta su inclusión en el grupo cercano al líder de la bancada, después secretario de Estado y posteriormente presidente de la República.

Con esa plataforma, Marko Cortés se lanzó al estrellato.

Felipe le acercó a su hermana Luisa María para que la acompañara en la aventura de su vida: pretender ser gobernadora de Michoacán en dos oportunidades.

Ricardo Anaya

Fracasó como es de conocimiento de todos. Pero Marko ahí supo desprenderse, consiguió una postulación plurinominal para diputado local.

En Morelia, además de hacerse del poder político y liderazgo panista, abrió su espectro. Se acercó a liderazgos jóvenes del panismo en la zona del bajío (Michoacán, Querétaro, Guanajuato y San Luis Potosí).

RUPTURA CON CALDERÓN

Luisa María Calderón

Esa maniobra le acarreo la desconfianza de Calderón quien ahora, lo sacó de su círculo, porque consideraba que esos líderes panistas de última generación, no representaban el ideal del grupo dogmático panista.

El rompimiento entre Felipe Calderón y Cortés se materializó cuando Marko se inclinó por apoyar en la Cámara de Diputados a Ricardo Anaya, nada más y nada menos de Ricky Ricón canallín, quien a la sombra del priísmo -que fue la verdadera fuerza que lo hizo como político, y después como un globo de cantoya lo desinfló-, vivió una ascensión de fantasía.

Y sabemos la tragedia de Ricardo Anaya, que no es para tanto, porque si bien perdió estrepitosamente la elección presidencial, consiguió mantener su enorme fortuna, de más de 320 millones de pesos, a la sombra de negocios fraudulentos y corruptos.

Ahí, en medio del desastre, el gran ganador resultó el enano en política: Marko Cortés, quien no conjuga mal su historia en política al encabezar a un PAN herido, que con él al frente difícilmente se levantará.