Política Confesable: Ulises, cuche y trompudo


*La conspiración con Hugo  Scherer Castillo

*Un presunto asesino sigue suelto desde el 2006

Tomás Ezequiel Toledo

 Por definición, conspirar se refiere a la suma de dos o más personas para hacer daño a otra u otras. En los días recientes, la revelación de una llamada entre Ulises Ruiz Ortiz y el “empresario” Hugo Scherer Castillo revela cómo ambos conspiran contra Oaxaca.

El primero, el anterior gobernador del estado, es un personaje harto conocido porque es retorcido –no sólo físicamente- sino sobre todo, como todo contrahecho de las historias, mentalmente.

Su ruindad han llevado a la sociedad oaxaqueña a hacer un nuevo primero apellido de Ulises Ruiz, para presentarlo y hablar de él como Ulises Ruin.  Además de su rencor contra una sociedad que, seguramente, no lo trató bien en su tierna infancia, se sabe de su pasatiempo de poner sobre nombres a todos sus colaboradores que, precisamente por tratarse del jefe de la mafia, no chistan.

Eviel Pérez

Así, a Héctor Pablo Ramírez lo renombró primero como HP y después como La Hachepona; a Elpidio Concha como Él Pidió Concha y al senador Benjamín Robles como El Cara Sucia, en un gesto despreciativo del tono de piel del perredista.

Más despreciable es la forma en que se refiere a él en la plática telefónica expuesta con Scherer Castillo y que alcanzó tono nacional, después de su presentación en el canal de videos en internet Youtube.

Lo que se decanta de la plática entre estos dos tipos es no sólo el desprecio por el estado, también por los modos y formas de los partidos políticos, su cinismo por cómo quieren tratar a otros individuos y, sobre todo, que entre ambos tratan a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación como a sus empleados. Y también a Manlio Fabio Beltrones, presidente del PRI.

“Que él haga la chamba”, le pide Scherer a Ulises Ruin.

Y claro, según cuentan desde allá, esa frase y el tono de empleado que ambos asumen hacia el dirigente del tricolor, no cayó nada bien en el Comité Ejecutivo Nacional.

Sobre todo porque días antes de que se ventilara la comunicación Ulises-Scherer, el ex gobernador y actual delegado del partidazo en Quintana Roo se había reunido con Beltrones para insistir en la pretendida candidatura de Eviel Pérez Magaña.

La golpiza al maestro Serafín García

También éste había pedido audiencia con Beltrones, para iniciar un cabildeo que Ulises y Pérez Magaña habían armado días antes con enviados de Scherer en un hotel que se ubica en la ciudad de México, para más señas en los altos de la plaza 222 de Paseo de la Reforma.

Es de esperarse que Beltrones sepa el talante de Ulises Ruin y de Pérez Mengaña –como también lo apodó su jefe de banda-, como para no saber con qué clase de alimañas se junta, pero la información que se tiene de su oficina es que el dirigente nacional priísta estaba furioso la semana pasada.

Los que saben, dicen que si Eviel Pérez Mengaña soñaba que tenía una posibilidad, así fuera remota, de hacerse con la candidatura del PRI, ahora ya es literalmente imposible. En el remoto caso de que Beltrones decidiera impulsar un proceso interno cargado hacia el senador priísta, se trasluciría que, efectivamente, fue por las órdenes de Scherer y Ulises, y que Beltrones simplemente les hizo la chamba.

Y bueno, ¿cómo caería esa bomba en un político que tiene aspiraciones presidenciales para 2018? Sobre todo, en un priísmo que aún lo arropa, pero que no vería nada bien cómo su dirigente se doblega ante la dupla Ruin-Scherer.

Ulises Ruiz

Por lo pronto ya se les cayó la nominación de Benjamín Robles por Movimiento Ciudadano, como era su pretensión. No sólo porque Robles Montoya tampoco quedaría bien parado si, en un afán por ser candidato, de plano se sale del PRD y busca la designación por el partido naranja.

Entonces también se vería que Ruin y Scherer lo controlan y lo financian.

Sin embargo, ya dijo que no, a que él sólo su esposa lo manda, y que Ulises es el gobernador “más ratero” en la historia de Oaxaca.

Más allá, ese parcito también conspira contra Gabino Cué, pero éste también tiene la culpa. En el arranque de su gobierno “del cambio” ofreció sancionar a todos los responsables de la guerra sucia contra el pueblo oaxaqueño en 2006, pero perdonó a Ulises.

De esa manera, este presunto criminal y asesino continúa suelto, come en los mejores restaurantes de la ciudad de México, tiene oficinas en una de las zonas de más plusvalía de la capital, Polanco, cuando debería ser compañero de celda de Cangu Rito Salinas, en Ixcotel.

No sólo Ulises está libre, también La Hachepona, el propio Eviel, El Chucky, Raúl Castellanos, todos aun cuando metieron mano a las arcas del estado, y Elpidio Concha o Él Pidió Concha, relacionado con el asesinato del profesor Serafín García Contreras, actualmente hasta es delegado de la SEDATU en el estado, es decir representante de Rosario Robles Berlanga en Oaxaca.

Manlio Fabio Beltrones

El dicho popular dice que se debe ser puerco pero no trompudo. Ulises Ruiz trascendió ese paso. Conspirando como lo está contra Oaxaca, quienes controlan la política del país deberían amarrar a ese can. Antes de que, como cualquier animal con rabia, se vuelva también contra quien debería llevarle la correa.

Héctor Pablo Ramírez Puga