Política confesable  


José Antonio Estefan Garfias

Estefan Garfias y los damnificados por Cué

Reclama falta de inversión, pero su jefe saqueó Oaxaca

¿Y si dona sus 27 millones de dólares a la reconstrucción?

Tomás Ezequiel Toledo

El martes pasado, en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión se instaló la Comisión de Presupuesto, la instancia que revisa el proyecto de gasto federal, en este caso para 2018, y ahí se dio un hecho que resulta escandaloso, no sólo por el personaje del que se trata, sino porque se reveló cómo opera la desmemoria en los políticos, en este caso un tránsfuga del PRI que ahora está en el PRD pero ha coqueteado, sin éxito, con Morena.

Se trata de José Antonio Estefan Garfias, uno de los dos entenados del juniorcique Diódoro Carrasco Altamirano –el otro es, claro, Gabino Cué-, quien como diputado federal forma parte de aquella comisión.

En esa reunión de trabajo, y después de que los diputados del PAN expresaron su negativa a que en el gasto público del próximo año se dé prioridad a Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Morelos, los cuatro estados que junto con la Ciudad de México enfrentan un desastre por los terremotos de septiembre, Estefan Garfias dijo:

“En Oaxaca y Chiapas teníamos damnificados antes del terremoto. No tienen siquiera una carretera de cuatro carriles. En Oaxaca no se ha invertido para potenciar el desarrollo”.

Gabino Cué Monteagudo

Se trata de una declaración que no tiene desperdicio, por la desfachatez con la que se pronunció. Estefan se olvida, o pretende que los oaxaqueños ya no lo recordemos, que precisamente fue su jefe Gabino, sí, el que lo hizo candidato a gobernador, quien dejó al estado en total indefensión económica, con el crecimiento de la deuda pública, pero sobre todo porque él y su pandilla, con Jorge El Coco Castillo, como su principal testaferro, saquearon a Oaxaca.

Con el dinero que Gabino, El Coco y Estefan se robaron bien podría emprenderse la reconstrucción de los municipios dañados por los terremotos.

Veamos.

Apenas el 1º de octubre, el periódico El Financiero publicó un cuadro de los depósitos que El Coco Castillo y sus cercanos realizaron en tres bancos: Bancomer, Scotiabank y HSBC, por un monto de  7 mil 401 millones 27 mil 476 pesos, tan sólo en cuatro años.

Gerardo Cajiga Estrada

El primer depósito fuerte data del 4 de junio de 2010, esto es en plena campaña por la gubernatura de Gabino Cué, a nombre de Margarita Graciela Castillo, por 123 millones de pesos, en Bancomer.

Lo relevante no sólo es que se tratara de depósitos de hasta 989 millones, a nombre de El Coco, por ejemplo, el 24 de junio de 2014, en Bancomer, sino que las propias instituciones bancarias no alertaran a las autoridades federales, en este caso la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de estos movimientos que sobre pasan la definición de “inusuales”.

Según las leyes del país, los bancos tienen la obligación de reportar a la UIF cualquier movimiento bancario inusual, con objeto de que ésta pueda iniciar una investigación.

BenjamÌn Robles Montoya

CABILDEO A DESTIEMPO DEL “COCO” CASTILLO

Sin embargo, todavía en noviembre del año pasado, El Coco Castillo se presentó en la Cámara de Diputados para tratar de cabildear más recursos para el saliente gobierno de Gabino Cué, que no hallaba cómo cuadrar las cifras para cerrar su administración. El apuro era superior, porque estaba por iniciar el gobierno de Alejandro Murat Hinojosa y ya se conocía información del robo del siglo que ese grupo perpetró contra las arcas de Oaxaca.

Uno de los hilos de la corrupción y el saqueo de la banda –no se puede definir de otra manera- comandada por Gabino, se presentó durante la campaña de 2016, cuando se reveló cómo Estefan Garfias trasladó parte del dinero que él se robó, al Brodway Bank, de Austin, Texas, donde también El Coco había hecho depósitos millonarios.

Según los estados de cuenta que exhibió Benjamín Robles Montoya, entonces candidato del PT, el diputado Estefan que ahora reclama falta de inversión en Oaxaca, tenía en ese banco de 27 millones 790 mil dólares, unos 500 millones de pesos al tipo de cambio de entonces.

«Ayuda» de Pepe Toño para habitantes del Istmo

CERO DONATIVOS DE ESTEFAN GARFIAS

Estefan trató de desmentir el hecho, pero el senador presentó copias de los depósitos y del número de cuenta, el 7323258, con depósitos entre septiembre y diciembre de 2015.

Este personaje de desecho en la política, pero que todavía será diputado hasta agosto del próximo año gracias a Gabino, que ahora se queja de la falta de inversión en infraestructura en el estado, trata de echar la culpa del desastre a otros, pero no todos son de flaca memoria histórica como él, que bien podría tener un gesto de generosidad con los oaxaqueños, entregando esos 27 millones de dólares para la reconstrucción.

Baste recordar que Oaxaca no es sujeta de crédito, porque los dos gobiernos anteriores, el de Ulises Ruiz, y el de Gabino Cué, dispararon la contratación de deuda con bancos, y la que endilgó Gabino compromete las finanzas del estado por los próximos 30 años.

Cuando finalmente terminó el sexenio de Ulises Ruiz, la deuda ascendía a 5 mil millones de pesos, pero Cué la elevó hasta 20 mil 302 millones 657 mil 489 pesos, aun cuando ha sido el gobernador que más fondos recibió por parte de transferencias federales en la historia de Oaxaca.

Es cierto que en la deuda heredada por Ulises Ruiz a Cué, el priísta no incluyó el pago de emisiones bursátiles y otros requerimientos, con los cuales la deuda sumaba casi 7 mil millones de pesos, y ello generó un impacto en el manejo de circulante para Gabino, pero éste no tuvo control por parte del Congreso del estado para su insaciable sed de dinero.

La legislatura local, sin ningún rubor ni pena por la carga que ello implica para los oaxaqueños de ahora y de la siguiente generación, le autorizó 19 préstamos, a pesar de que la deuda ya se había salido de control.

Según el reporte de la Secretaría de Finanzas del estado, el primer crédito le fue autorizado el 16 de diciembre de 2011 por mil 947 millones en certificados bursátiles, con vencimiento al año 2026, y el último el 2 de mayo de 2016, por 300 millones.

El escándalo se agudizó al cierre de la administración pasada, pues Gabino dejó una deuda de 2 mil 500 millones de pesos a proveedores. De ese monto, 200 millones a micro empresarios a los que se encargó los uniformes y útiles escolares que entregó la Secretaría de Desarrollo Social y Humano, programa que fue utilizado, según las propias instrucciones del ex gobernador, para ganar la elección.

Brodway Bank, de Austin, Texas

ESTADIO ALEBRIJES ARRASTRÓ DEUDA

También dejó de pagar más de 5 millones de pesos a transportistas afiliados a la Confederación de Trabajadores de México, por acarreo de materiales de construcción y mano de obra, para el estadio del Tecnológico (“Alebrije”) y las supercarreteras a la Costa y al Istmo de Tehuantepec.

Gabino también robó a los discapacitados del programa Bienestar, a los que dejó de entregar el subsidio 10 meses, e incluso trabajadores del Monte de Piedad reclamaron que Finanzas les había retenido 50 millones de pesos, y el Sindicato de Trabajadores de los Poderes del Estado e Instituciones Descentralizadas de Carácter Estatal de Oaxaca denunciaron el desvío de 177 millones de pesos de cuotas sindicales de 7 mil burócratas.

El saqueo fue a tal grado brutal, que en el sector salud la voracidad de Gabino y El Coco dejó a hospitales y clínicas sin medicamentos, material de curación y equipo, y el Doctor Muerte, Germán Tenorio Vasconcelos, enfrenta desde junio un proceso por el probable desvío de mil 500 millones de pesos.

Además del manejo irregular de la deuda, Gabino Cué llevó a cabo una triangulación de recursos, igualito que en Veracruz Javier Duarte, para cubrir un faltante de mil 66 millones en las aportaciones al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado y el pago de aviadores del sindicato magisterial.

En sus investigaciones, por ejemplo, la Auditoría Superior de la Federación detectó que con Gabino, las auditorías detectaron que el Instituto Estatal de Educación Pública transfirió a Finanzas 694 millones 469 mil 800 pesos “para subsanar la afectación de las participaciones de los recursos en el estado derivada del pago de las cuotas, aportaciones y prestaciones al ISSSTE, 5 por ciento del Fondo de la Vivienda y por impuesto sobre la renta de sueldos y salarios de 2013”, y recargos por 8 millones 104 mil 577 pesos.

De todo ese desastre, que dejó más damnificados que los dos terremotos, hasta el momento sólo hay tres detenidos. El Doctor Muerte, y a los dos ex secretarios de Finanzas, Gerardo Gajiga Estrada y Enrique Arnaud Viñas.

Ambos autorizaron todos los movimientos, transferencias y pagos. Por sus oficinas y las cuentas bancarias que ambos manejaron pasó todo el cochinero. Así que tienen mucho que decir a la fiscalía del estado.

Se trata de un golpe certero a la línea de flotación de la banda que controló Oaxaca de 2010 a 2016 y es de esperar que el proceso en su contra lleve, pronto, a la detención, proceso penal y encarcelamiento de los dos jefes: Gabino Cué y El Coco Castillo. Ah, y que devuelvan lo que se robaron. Los damnificados de antes de los terremotos, sí, de los que habla José Antonio Estefan Garfias, lo agradecerán.