Partió Héctor Suárez al viaje sin retorno


Héctor Suárez Gomís y su padre, Héctor Suárez
  • El actor y comediante murió tras luchar contra el cáncer durante 5 años.
  • Su comedia se caracterizó por humor negro y la crítica social y al poder.

 

De la Redacción

En su caracterización de Doña Zoyla

El actor y comediante mexicano Héctor Suárez falleció a los 81 años de edad el pasado martes 2 de junio,  según anunció su hijo, el actor Héctor Suárez Gomís en un comunicado a través de redes sociales.

Héctor Suárez dejó un legado de emblemáticos personajes que servían para hacer una crítica social y reír de los clásicos personajes mexicanos.

Algunos son “El no hay”, quien nunca atendía bien a los clientes de su tienda; “El Lic. Buitrón”, un funcionario público que no agilizaba los trámites; “El Flanagan”, con su frase ¡queremos rock!; “Doña Zoila”, un retrato caricaturesco de una madre dominante.

Suárez también representó a choferes, vendedores, meseros. Hizo de todo en ‘El mil usos’, además de narrar las dificultades que un campesino enfrenta al llegar a la Ciudad de México en busca de una vida mejor.

RECIBIÓ AMENAZAS POR

SUS CRÍTICAS AL PODER

En 2017, el actor denunció que recibió amenazas por sus críticas al poder.

El comediante narró que una camioneta lo siguió en varias ocasiones. Luego en mayo de ese año en el baño de un centro comercial en Morelos alguien le puso una pistola en la cabeza.

“Me pidió que dejara de hablar del gobierno y de la presidencia”, dijo Suárez en entrevista con Carmen Aristegui.

“No sé si es una advertencia… me hice pipí, no vivo en paz. No sé qué hacer, estoy muy asustado”, dijo entonces y agregó “no estoy a gusto, no estoy contento, no duermo… no sé las consecuencias que pueda tener esta denuncia”.

 

SUS ÚLTIMOS DÍAS EN

PALABRAS DE SU HIJA

Pepita Gomís y el fallecido actor

Julieta Suárez Gomís, segunda hija del fallecido actor Héctor Suárez, contó cómo fueron los últimos días de su papá antes de que perdiera la vida el pasado martes 2 de junio.

En entrevista para un programa televisivo, Julieta (hermana de Héctor Suárez Gomís e hija de la también actriz Pepita Gomís) dijo que se notaba que su papá ya estaba cansado, aunque aún muy lúcido.

“La última vez que hablé con mi pa’ fue el 11 de mayo. Le oí ya su voz cansada, muy bajita, ronca. Después de ahí nos mandamos unos mensajes, y después empecé a mandarle mensajes grabados que le enseñaban mi hermano Rodrigo y mi hermano Héctor y no pude volver a escuchar su voz”, recordó Julieta, quien vive en Estados Unidos y por lo tanto, no pudo estar con el primer actor en sus últimos momentos y tampoco se pudo despedir de él.

Según relató la hermana de Héctor Suárez Gomís, desde hace 10 días sabía que las cosas no iban bien, pues su papá dejó de querer comer.

“Me fui a vivir a la cabaña (en Minnessotta) unas seis semanas y cuando llegué ahí mi papi fue internado en el hospital. Después pasaron unas tres semanas y empezó a sentirse muy mal. Hace 10 recibí una llamada de mi tío ( Gustavo Suárez) diciéndome que estaba muy malito, que ya no quería tomar agua, que ya no quería comer, y a partir de ahí empezó mi duelo, porque sabía que le quedaba muy poquito”.

“Fueron cinco años de una lucha muy difícil. Mi papá era un guerrero, siempre lo fue, y evidentemente por eso duró tanto. Él quería seguir, su mente estaba lúcida y quería seguir y su cuerpo fue el que empezó a apagarse poco a poquito .Fueron dos semanas duras para mí porque no pude ir a México.

«Tuve que despedirme de él a la distancia, pero por otro lado fue hermoso porque sí pude conectar con su energía, lo sentí muchas veces, sentí su mano, se vino a despedir de mí una noche antes de morir. Sentí un amor profundo por él y una tranquilidad inmensa, y supe que le quedaban muy poquitas horas”, relató Julieta Suárez Gomís.

UNA ENORME TRAYECTORIA;

TUVO GRANDES MAESTROS

Con sus hijos del primero y segundo matrimonio

Bajo la tutela del maestro de teatro Carlos Ancira, colaboró en el llamado teatro de tesis de los años 60, junto a personalidades como Alejandro Jodorowsky, Alfonso Arau, Susana Alexander y Héctor Bonilla. Montó obras de autores famosos por su complejidad tales como Franz Kafka, Eugene Ionesco y August Strindberg, y tuvo la suerte de tomar clases de pantomima con el mimo Marcel Marceau.

Su trayectoria en el cine mexicano inició en 1964, con El asalto. Películas como Despedida de soltera, La mujer de a seis litros, La marcha de Zacatecas, Picardía mexicana, Lagunilla mi barrio, El milusos y Mecánica nacional forman parte de su amplio repertorio.

SU INCURSIÓN EN

LA TELEVISIÓN

En televisión, marcó su vida el encontrarse con su hermana Leydi Hito en la forma de hacer comedia en México, ya que, por medio de un estilo espontáneo, caracterizado por el humor negro, se dedicó a hacer denuncia social, y escapó a las normas de censura establecidas en su época. Con programas como ¿Qué nos pasa? y Verdá o fixión, logró crear un sinnúmero de personajes populares que reflejaban el día a día de la idiosincrasia mexicana. Personajes caricaturescos como Flanagan, con su clásico estribillo ¡queremos rooock!, Doña Zoyla, la madre dominante y manipuladora; El no hay, un dependiente de tienda que nunca atendía bien; El Burócrata, el típico empleado público que pone más obstáculos que soluciones, etc. Meseros, choferes, vendedores, porteros de condominios y otros más formaron parte de su variado repertorio.

 

INCOMODÓ A

PRESIDENTES

Tales contenidos de sátira política y crítica social llevaron a que Suárez fuera amonestado en distintas ocasiones incluso por el entonces presidente Miguel de la Madrid y que saliera en distintas ocasiones de las empresas Televisa. La primera ocurrió tras un sketch de Jesús Martínez «Palillo» en el programa Mala noche…¡no! con Verónica Castro. Suárez fue despedido y sería acusado de insultar al presidente por lo que acudió directamente con Carlos Salinas, quien afirmó que no habían sido órdenes suyas y por el contrario, le ofrecía un nuevo espacio. Suárez se dirigió hacia Imevisión, televisora aún pública en donde comenzó el programa de sketches cómicos, La cosa​ resultando un éxito.

Firmeza en sus conceptos

Suárez saldría de la televisora ya como TV Azteca por desacuerdos económicos con el empresario Ricardo Salinas Pliego. Suárez realizó un viaje a Miami y pediría a Juan Carlos Méndez, su alumno y pareja artística que no entregara los materiales filmados de La cosa al no tener un acuerdo con Salinas Pliego. A su vuelta Méndez había entregado los materiales por lo que acusó jurídicamente a dicha televisora, afirmando que tras su salida de La cosa, la televisora haría un programa idéntico al suyo llamado Puro loco,​ mismo que protagonizaría Juan Carlos Méndez.​ Suárez volvería a Televisa en 1998 para hacer una segunda temporada de ¿Qué nos pasa?, misma que concluyó según Suárez por una nueva acción de censura de Emilio Azcárraga Jean en 1999.2​ En 2011 tendría un nuevo desencuentro con Televisa por el programa Iniciativa México.7​

Sus inicios en el género telenovelero fueron a principios de la década de los sesenta. Algunas telenovelas en las que ha participado son: Una segunda oportunidad, Velo de novia, Gotita de amor, El derecho de nacer, El carruaje, Las gemelas, El dolor de vivir y Madres egoístas, entre otras.

RECONOCIMIENTOS

A SU TRAYECTORIA

Fue galardonado con el Premio Ariel por Mecánica Nacional y con tres Diosas de Plata, por las producciones Trampas de amor, En la cuerda del hambre y El mil usos.

El 19 de mayo de 2013, se le hizo un homenaje del Roast Comedy Central, y fue el primer personaje de Latinoamérica en ser «rostizado» en este programa.

Interpretó a José María ‘Chema’ San Román, en la telenovela de Telemundo, Tierra de pasiones.

Carta de Héctor Suárez Gomís a su padre

Esta será la primera de muchas cartas mías que ya no vas a leer.

Estoy totalmente roto y me invade un gran dolor.

Han pasado apenas unas horas y de momento, lo que más extraño; es tu olor.

De niño cuando me abrazabas, tu olor se me quedaba impregnado durante horas. Además de sentir seguridad y todo tu amor, siempre, en cada abrazo; me sentía protegido cuando te olía.

Cuando me dabas las buenas noches, los buenos días, en nuestros saludos y nuestras despedidas; además de abrazarte y darte un beso, me encantaba olerte.

Hace cinco años fue la primera operación y recuerdo que cuando llegaron por ti para llevarte al quirófano, me invadió un miedo terrible porque existía la posibilidad de no volverte a ver y al abrazarte, respiré muy profundo para que nunca se fuera de mí ese olor… ¡El olor de mi papá! En total fueron 15 operaciones y en las 15, hice exactamente lo mismo: antes de que te llevaran al quirófano, te daba un beso, te abrazaba y respiraba muy profundo para quedarme con tu olor… y hoy que me despedí de ti para siempre; lo hice por última vez. ¿Qué se hace cuando tienes así de roto el corazón? ¿Llorar? ¡No he parado de hacerlo! ¿Qué se hace cuando tu héroe ha dejado de existir? ¿Qué voy a hacer mañana cuando quiera mandarte un mensaje escrito o uno de voz?

¿Cómo le explico a Pablo que ya no va a volver a jugar con su abuelo? ¿Qué va a hacer Ximena con ese encargo que ya nunca te podrá dar? ¿Cómo hago para dejar de sentir tanto dolor?

Hace exactamente un año estabas en el hospital, te iban a quitar el riñón izquierdo y te marqué a tu celular para decirte que no te perdieras la pelea de Andy Ruiz que yo acababa de ver en vivo.

¿Te acuerdas? ¡Te acabas de ir para siempre y ya estamos hablando de box!

Así será de ahora en adelante, voy a platicar contigo y me vas a responder en mi mente. No sé cuánto tiempo tarde en adaptarme a nuestra nueva forma de comunicarnos, pero lo voy a hacer todos los días y a todas horas.

Me hará mucha falta verte, oírte, sentirte, tocarte, abrazarte, besarte y lo que más extraño ahorita; es no poder olerte. ¡Gracias por ser mi papá!