Riña entre internos por control del penal, la causa del motín.
Tardanza gubernamental en informar; culpó a televisora de atacarlo.
Raúl Sánchez Carrillo
Mientras que tardó 9 horas en dar información sobre los sangrientos hechos en Topo Chico, que desechó el convenio de vigilancia de militares en los penales, que tenía un total descuido del penal de Topo Chico, que más que con carácter hasta soberbio se vio, el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, enfrenta un cúmulo de críticas de todos los sectores del estado, legisladores y sociedad en su conjunto.
Sorprendido de la reacción a los hechos de la noche del 10, “El Bronco” subió un video en el que acusa a una televisora de atacarlo porque ya dejó “de mantenerlos con presupuesto del Estado como se vino haciendo en sexenios pasados de Nuevo León.
Sin embargo, la ruptura con todos los medios va más allá de lo que, puede darse en inversión publicitaria.
Hasta el momento, se desconoce si ha habido o no, reuniones con directores o directoras de penales, su secretario de gobierno o se ha decidido remover a alguien de su cargo o si todo, pareciera que para “El Bronco” que no pasó nada.
Y es que la muerte de 52 personas en una riña en el penal, se suma a la lista de episodios violentos registrados en cárceles mexicanas, la mayoría en el norte del país.
OTRAS 44 MUERTES EN 2012, TAMBIEN EN NUEVO LÉON
Por la cantidad de víctimas, es uno de los sucesos más trágicos, equiparable al de la muerte de 44 internos por una confrontación en la cárcel de Apodaca en febrero de 2012, también en territorio neoleonés.
Ayer, a través del Gabinete de Seguridad encabezado por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, el presidente Enrique Peña Nieto dio seguimiento a la situación ocurrida en el pena y giró instrucciones al secretario para coordinar el respaldo institucional y de fuerza pública federal al Gobierno de Jaime Rodríguez Calderón.
Por su parte, el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, informó que el motín en el penal se derivó de una riña entre internos tras un enfrentamiento por el control del penal.
Asimismo, las autoridades estatales han detallado cuáles son las carencias de ese centro penitenciario, donde los presos tenían droga, armas e incluso televisores.
Rodríguez Calderón, ha dicho a los medios que no evade su responsabilidad ante lo ocurrido en la prisión, entonces, ¿es omisión?
Sin embargo también mencionó que no puede arreglar en poco más de 100 días de gobierno todo lo que se hizo mal en las administraciones anteriores, y que no ha tenido los recursos necesarios para construir una nueva cárcel.
“Hay dos presos federales, ingresados por delincuencia organizada, «El Flaco» y «El Credo»; se enfrentaron por el control del penal”, dijo.
El gobernador Rodríguez Calderón, explicó que en el caso de Hernández Cantú se buscó trasladarlo a otra cárcel, pero que un juez federal le otorgó un amparo.
Y en el caso de Saldivar Farías, el mandatario estatal criticó que un juez haya ordenado su trasladado al penal de Topo Chico, desde una cárcel de Matamoros, Tamaulipas, con el argumento de que no era necesario tenerlo en un penal de máxima seguridad.
“La mezcla de estos dos delincuentes es lo que hizo esta explosión en el penal”, mencionó Rodríguez Calderón en conferencia.
Tanto Hernández Cantú como Saldivar Farías, sobrevivieron tras la riña en Topo Chico.
Jaime Rodríguez, afirmó que es un penal con sobrepoblación prácticamente al 100 por ciento, por lo que, apenas, se analizará la situación y el futuro del lugar.
Por su parte, el presidente de la CNDH, Raúl González Pérez, informó que el organismo a su cargo atrajo la investigación sobre los hechos ocurridos en el penal y demandó la implementación de medidas cautelares con el fin de que se brinde todo tipo de atención médica a los heridos, se dé total apoyo a los deudos de las personas fallecidas, así como atención médica y psicológica, además de orientación jurídica, y se verifiquen las condiciones de hacinamiento, control y seguridad en ese penal.
En la cárcel de Topo Chico, las autoridades estatales encontraron medio kilo de marihuana, 30 pastillas psicotrópicas, 23 dosis de cocaína en piedra, y 30 dosis de cocaína en polvo. El propio mandatario estatal, Rodríguez Calderón, reconoció en una conferencia que existía un “autogobierno” o que los presos imponían sus reglas.
Si ya se sabía lo que adentro vivían, era necesario que se actuara desde que asumió su cargo como gobernador.
