Luto en Holywood, murió Doris Day a los 97 años


No tendrá ni funeral, tumba, ni homenajes por voluntad propia. 

De la Redacción.

Doris Day falleció el pasado lunes a los 97 años de edad pero en la memoria de sus admiradores la estrella de Hollywood seguía siendo esa adorable rubia de sonrisa perenne y edad indefinida que les hacía reír y soñar en rosa cuando se asomaba a la gran pantalla con sus comedias románticas de la época dorada de la meca del cine. A ella misma le costaba trabajo aceptar que el paso del tiempo le llevaba irremediablemente a un final vital que en su caso ha sido tardío y le llegó a los 97 años. Su relación con la muerte era negarla, mirar para otro lado. Por eso, a quienes la conocían no les extrañó que haya mantenido su postura más allá de su propio fin y dejara especificado en su testamento que no quería «ningún funeral, ningún monumento ni ninguna tumba», reveló  Bob Bashara, su representante y amigo a la revista People.

La radio, uno de sus medios preferidos

Nacida en Cincinnati, Ohio, el 3 de abril de 1922, se consagró en cine en la década del ’40.

Bellísima, de gran carisma y elegancia, llegó a compartir escena junto a algunos de los actores más importantes de aquellos tiempos en Hollywood como Jack Carson, Frank Sinatra, James Stewart, Clark Gable y Rock Hudson, hasta su retiro del cine, en 1968.

La Doris Day Animal Foundation confirmó que Day murió este lunes, «temprano en su hogar de Carmel Valley, California». Se fue rodeada de amigos. «Había gozado de excelente salud física para su edad, hasta que hace poco contrajo un caso grave de neumonía», comentaron.

El momento de plasmar sus huellas en el Paseo de la Fama en Holywood

Con inicios profesionales en la radio, brilló en más de 40 filmes y llegó a protagonizar una exitosa serie de televisión: The Doris Day Show, que se transmitió por la cadena CBS, desde 1968 a 1973.

Protagonista de películas como Quiéreme o déjame, Té para dos, El hombre que sabía demasiado, A la luz de la Luna, o Confidencias de medianoche, se la recuerda por canciones como Whatever Will Be, Will Be (Qué será, será) de la película de Alfred Hitchcock El hombre que sabía demasiado.

En su libro “Doris Day: Her Own Story”, que fue publicado en 1976, la rubia no tuvo vergüenza en relatar sus problemas de dinero y sus tres matrimonios fallidos.

La típica norteamericana

En los últimos años, dedicó su vida a luchar por los derechos de los animales. Aunque se retiró del mundo del espectáculo en la década de los ochenta, sus admiradores seguían multiplicándose, fundamentalmente por la gran obra que había dejado en pantalla grande.

LLEGÓ A HOLYWOOD COMO BAILARINA

Cantante de pop tradicional y jazz, su formación, al inicio de su carrera, se centró en el baile. Ganó un contrato que le permitió, con tan solo 12 años, llegar a Hollywood, pero a los 19 años sufrió un accidente automovilístico y sus aspiraciones de bailarina se terminaron, por lo que puso energía en el canto y la actuación.

Doris en imagen de este siglo

La vida de Doris había sido muy intensa. Su padre, inmigrante alemán, era músico y tocaba el órgano en la iglesia local. Ella heredó «el oído», como solía decir. Mientras se recuperaba del accidente, uno de sus pasatiempos preferidos era escuchar la radio. Y ahí empezó a cantar a la par de Ella Fitzgerald. Tal como lo definió años después, «tratando de captar las formas sutiles en que Ella sombreaba su voz, la forma casual pero limpia en que decía las palabras».

Los especialistas la definían como “la mejor representación del sueño americano”. Además, en sus películas, Doris era el «decoro» y la «fidelidad». Por eso, su figura se fue apagando cuando los roles femeninos se volvieron más rebeldes y atrevidos.

Con Rock Hudson en el filme Pilow Talk en 1959

Grabó más de 20 discos y se casó en cuatro oportunidades. Su nombre real era Doris Mary Ann Kappelhoff.

Un dato que sorprendió a muchos: nunca ganó un premio de la Academia.

Su colección de canciones inéditas de 2011, My Heart, llegó al top 10 en el Reino Unido. El mismo año, recibió una distinción de la Asociación de Críticos de Cine de Los Ángeles. Amigos y simpatizantes arengaron durante años por un Oscar honorífico.

Las modas de aquellos años

RELIGIÓN, MASCOTAS, DESTINO DE SUS BIENES

La actriz y cantante siempre fue una acérrima defensora de los animales y creció dentro del catolicismo y lo ejercía. Pero se alejó de la religión institucional después de la muerte de su marido, el productor Martin Melcher, en 1968. Aunque ella siguió declarándose una persona espiritual y creía en un dios que le había dado la voz: «Dios me dió una voz y yo la usé», dijo la artista.

Frescura de Doris Day

Bob Bashara cree que el motivo por el que Doris Day prefirió despedirse del mundo sin funerales ni fanfarrias es que «era una persona muy tímida». «Nunca dejó que su fama le afectara y siempre se sintió como la niña de Cincinnati, que tenía un talento y salió al mundo e hizo lo que le encantaba hacer». Según el amigo que se encargó de sus asuntos durante años, sabía que la gente la quería y significaba mucho para ella, pero no llegaba a entender el por qué.

Bashara también ha especificado que los bienes de Doris Day se donaran a organizaciones benéficas, como también ha dejado establecido y que una de ellas será la que ella misma creó en 1978: la Doris Day Animal Foundation. Para quienes a pesar de todo quieran rendirle homenaje, ya sean amigos o fans, su representante les invita a visitar la web www.dorisdayanimalfoundation.org.

 

Cartel de filme en que fue dirigida por Alfred Hitckoch