Lola Beltrán, a 21 años de su partida


Abrió la puerta del Palacio de Bellas Artes a la música ranchera.

Se presentó en el Olimpia de París y la Sala Tchaikovsky de Moscú.

Incursionó en el cine mexicano y tuvo su propio programa de televisión.

Nuevos valores como Ángeles Ochoa y Aída Cuevas, recibieron su apoyo.

Juan Gabriel recibió su apoyo, él le llamaba cariñosamente  “Doloritas”.

Nacida en El Rosario, Sinaloa fue bautizada como María Lucila Beltrán Ruiz y años más tarde fue conocida en México y el mundo, como Lola Beltrán, Lola La Grande.

Inspirada por las grandes cancioneras de la época como Lucha Reyes, fue su cantar el inicio de una nueva era para las intérpretes femeninas que buscaban un lugar en los escenarios mexicanos.

De origen modesto estudió una carrera comercial y desde pequeña comenzó a participar en concursos musicales, hasta que su rumbo la llevó a la Ciudad de México, a la XEW, donde conoció a Miguel Aceves Mejía, quien la recomendó con el director artístico de la estación, Amado C. Guzmán, que le ofreció trabajo como su secretaria, pero más tarde fue descubierta como cantante.

En esa estación de radio, fue descubierta y apoyada por la gran cantante Matilde Sánchez «La Torcacita». Un día, La Torcacita, estrella principal del programa musical Así es mi tierra, cayó enferma, por lo que tuvo que abandonar las grabaciones. Este programa fue fundamental en el desarrollo de las carreras de varios intérpretes de la música ranchera, y aunque fue creado por Eulalio Ferrer, su director musical era el compositor, Ignacio Fernández Esperón,  Tata Nacho.

Algunos años después, en una entrevista Eulalio Ferrer recordó: Nos faltaba una intérprete para el programa. Amado C. Guzmán me comentó sobre su secretaria, una muchacha llamada Lucila Beltrán que venía del norte y que tenía una voz muy buena. Al conocerla la llevé con Tata Nacho para que le hiciera una prueba.

Tata Nacho consideró que Lola estaba lista y así fue como ingresó al elenco de Así es mi tierra. Pero antes, la bautizaron profesionalmente como Lola Beltrán, también conocida como «Lola la Grande», «La reina de la canción ranchera», «La señora de las rancheras»,»La hija de la patria»

A partir de entonces labró una de las carreras profesionales con más impacto dentro de la cultura popular de México.

LOLA LOLA EN FOTOGRAFIA DE 1956

MARÍA CALLAS Y SU INFLUENCIA EN LOLA

Siguiendo las costumbres de aquella época Lola cantaba con “las manos en jarra” y vistiendo vaporosas crinolinas con vestidos repletos de lentejuela, al paso de los años y con la prosperidad que le dio su carrera como actriz y cantante, su imagen se fue refinando, su diseñador fue Tao Izo, creador que tenía su taller en el estado de Veracruz lugar hasta el que viajaba la cantante sinaloense para que le confeccionaran su vestuario y algunos accesorios que lucía en sus presentaciones.

Algunas fuentes señalan que la cantante de ópera María Callas ejerció una gran influencia sobre la mexicana misma que se percibe en la línea de vestuario y peinados que portó en tramos finales de su fecunda carrera.

LOLA PRIMERAS FOTOGRAFIAS DE LA CANTANTE

CERCANÍA CON LA INTELECTUALIDAD

El escritor Salvador Novo le da un poema para que lo haga canción («La cuenta perdida»). El pintor Rufino Tamayo le da un tema («Florecita de ejote»). Carlos Fuentes la presenta en uno de sus conciertos en Bellas Artes y Gabriel García Márquez la elogia. Lo mismo canta en Bellas Artes que en las casas de José Luis Cuevas, Raúl Velasco o Antony Queen. Elena Poniatowska dice en torno a ella que la voz de México es femenina y Guadalupe Loaeza escribe sobre el lenguaje de sus manos. La mítica Sophia Loren se acerca al escenario en medio concierto en el Olimpia de París para homenajearla con un ramo de rosas. Ricardo Rocha expresa que sólo Lola canta con la piel, con las manos, con el corazón. Y entre sus amistades se encuentran Juan Soriano y Octavio Paz que no dejan de admirarla. Y Mstislav Rostropovich no comienza un concierto en París hasta que ella llegue y Pedro Almodóvar usa uno de sus temas a manera de leit motiv en su película Mujeres al borde de un ataque de nervios.

 

 

LA VIDA FAMILIAR

Se casó con Alfredo Leal, torero y actor, con quien tuvo una hija, María Elena Leal. Luego a través de una adopción fue también madre de  José Quintín. Cercanos a la cantante refieren que pese a que tras la separación del torero tuvo otras relaciones, el gran amor de su vida fue Alfredo Leal.

En 1953, Lola protagonizó la película El Tesoro de la Muerte. Tras participar en un buen número de cintas, generalmente de corte musical, participó en la telenovela Mi Rival, junto a Saby Kamalich.  En 1976 dirigió el programa de televisión Noches Tapatías, y en 1982, El Estudio de Lola Beltrán en Televisa.

LOLA IMAGEN DE SU PRIMER CONIERTO EN BELLAS A. 1976

BELLAS ARTES Y EL OLIMPIA DE PARÍS

En el año de 1976 piso el escenario del  Palacio de Bellas Artes generando gran polémica ya que algunos “puristas” se sintieron agredidos ante el hecho de que una cantate del género vernáculo se presentara en ese recinto reservado hasta entonces sólo para orquestas sinfónicas o temporadas de ópera.

También se presentó en la sala L’Olympia de París, en la sala Tchaikovsky de Moscú; el Conservatorio de Leningrado; en el Carnegie Hall, Madison Square Garden y el Metropolitan de Nueva York; y actuó en la Casa Blanca, según datos de Hispanopolis.

 

COMPOSITORES PREFERIDOS

Tomás Méndez, Agustín Lara, José Alfredo Jiménez, Tata Nacho, Rubén Fuentes, Armando Manzanero, Manuel Esperón, Ernesto Cortázar, Héctor Cordero, Elpidio Ramírez, Pepe Guízar, Juan Gabriel y Cuco Sánchez, eran sus compositores preferidos.

Como actriz y cantante dejó una gran huella en el espectáculo y la cultura mexicana, por lo cual es recordada como una de las más grandes de todos los tiempos, Lola La Grande.

LOLA ESTATUADE LOLA EN MAZATLAN SINALOA

APOYÓ A NUEVOS VALORES

Es conocida la generosidad de la cantante, quien apoyó a nuevos valores de la música ranchera, entre quienes se cuentan, Ángeles Ochoa, Aída Cuevas y personas que allegadas recuerdan la amistad que la sinaloense tuvo con el cantautor Juan Gabriel quien la llamaba cariñosamente “Doloritas” se dice que en los inicios del cantante con frecuencia le apoyó económicamente.

 

LA PARTIDA DE LOLA LA GRANDE

Lola Beltrán murió el 24 de marzo de 1996, a causa de una tromboembolismo pulmonar, quince días después de cumplir 64 años. Sus restos reposan en la Iglesia de Rosario, Sinaloa.

En la capital de la República Mexicana se le rindió un último homenaje. Su cuerpo arribó a una agencia funeraria a la que la gente del pueblo comenzó a llegar en grandes cantidades. Después se instaló en el interior del Palacio de Bellas Artes un velatorio organizado como homenaje oficial, escuchándose al unísono ocho grupos de mariachis interpretando sus glorias musicales en una serenata póstuma, incluídos los versos de “Cucurrucucú Paloma”, ”Que Te Vaya Bonito», «Si Nos Dejan», «Paloma Negra» y «Las Golondrinas». Al mismo tiempo, una multitud de varios miles de personas continuaba arribando al sitio.

Vicente Fernández, Guadalupe Pineda, Irma Dorantes, Miguel Aceves Mejía, Rocío Dúrcal, Raúl Velasco, Héctor Suárez y Laura León, entre otros, asistieron al homenaje, aunque la presencia mayor fue la gran masa de gente humilde que con gestos desconsolados decía adiós.

Posteriormente, el homenaje de cuerpo presente continuó en el teatro Ángela Peralta de Mazatlán, y finalmente, sus restos fueron llevados al cementerio de San Juan del Rosario. El adiós final contó con la presencia de Juan Gabriel, Amalia Mendoza y Enriqueta Jiménez «La Prieta Linda».

Frente a la iglesia en la ciudad de El Rosario, Sinaloa, se erigió una estatua en su honor, mientras que en la ciudad de Mazatlán existe otra efigie de esta artista rosarense, y hay una más en la Plaza Garibaldi de la Ciudad de México.

LOLA CON SU HJA MA ELENA LEAL.