Jeanine Áñez se autoproclama como presidenta de Bolivia


Jeanine Añez

AFP

La Paz, noviembre 12.- Afp.- La senadora derechista Jeanine Añez se proclamó este martes presidenta interina de Bolivia, en una sesión legislativa sin quórum reglamentario, alegando «la necesidad de crear un clima de paz social» tras la renuncia de Evo Morales, quien está asilado en México.

Al entrar al Palacio Nacional de Gobierno de Bolivia, la ex senadora gritó: “La biblia vuelve al Palacio”.

Esta no es la primera ocasión que la política  tiene posturas contra los indígenas y a favor de una supuesta libertad. El 14 de abril de 2013, dijo:

«Queremos convocar a nuevas elecciones lo más pronto posible (…), con autoridades probas, de mérito, de capacidad, que sean independientes», dijo Añez en un discurso, ante un pleno del Congreso al que sólo asistieron legisladores contrarios a Morales, que son minoría.

La segunda vicepresidenta del Senado, se había proclamado momentos antes presidenta de la cámara alta, ante la ausencia de su titular y de su primer vicepresidente, asilados en la embajada de México en Bolivia.

Su posesión como la 66 presidente de Bolivia fue avalada poco después por el Tribunal Constitucional.

Añez debe elegir ahora a su gabinete y llamar a nuevas elecciones en un plazo no mayor a 90 días. Al asumir prometió acelerar los tiempos de manera que Bolivia cuente con nuevo gobierno el 22 de enero de 2020.

La presidenta interina busca dar vuelta la página de la era de Morales, quien renunció el domingo y llegó este martes asilado a México tras fracasar en su intento de mantenerse en la presidencia por un cuarto periodo mediante elecciones consideradas irregulares por la oposición y observadores de la OEA.

Evo Morales

RESPALDO DE LÍDERES

Tras el acto en el Parlamento, en la central plaza Murillo, los líderes de las protestas contra Morales congratularon a la nueva mandataria, una abogada de 52 años del departamento de Beni, en el noreste de Bolivia, fronterizo con Brasil.

«Felicito a la nueva Presidenta Constitucional de Bolivia Jeanine Añez», tuiteó el expresidente Carlos Mesa, segundo en los cuestionados comicios de octubre.

Por su parte, el líder cívico Luis Fernando Camacho, quien se había convertido en principal rostro de la oposición en el marco de las protestas que condujeron a la renuncia de Morales, le prometió su «apoyo total» y llamó a suspender los paros iniciados al día siguiente de los comicios.

Posteriormente, la nueva presidenta tuvo una reunión con los jefes de las Fuerzas Armadas y la Policía en la casa de gobierno.

Morales, de 60 años, llegó a México en un avión militar de ese país que lo trasladó desde Bolivia, en un periplo lleno de cambios de último momento por parte de varios gobiernos que negaron el uso de su espacio aéreo, afectando el plan de vuelo.

«Denuncio ante la comunidad internacional que el acto de autoproclamación de una senadora como presidenta viola la CPE (Constitución Política del Estado) de Bolivia y normas internas de la Asamblea Legislativa», tuiteó Morales desde México.

«Se ha consumado el golpe más artero y nefasto de la historia» con la proclamación de Añez, agregó Morales, cuyos senadores -que siguen siendo mayoría en la cámara alta- no asistieron a la sesión tras demandar garantías de seguridad por la violencia de las últimas tres semanas, que ha dejado siete muertos, según la fiscalía. Además, hay unos 400 heridos.

Luis Fernando Camacho

LA AUTOPROCLAMADA  PRESIDENTA DE BOLIVIA CAMBIA CÚPULA MILITAR

La Paznoviembre 13. Afp.-  La autoproclamada presidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, nombró este miércoles una nueva cúpula militar y negó haber llegado al poder mediante un «golpe de Estado», como lo afirma el ex mandatario Evo Morales, asilado en México.

«No hay un golpe de Estado en Bolivia, hay una reposición constitucional», dijo en una rueda de prensa en el Palacio Quemado, la casa de gobierno, al día siguiente de asumir el poder. La dirigente reiteró que convocará a elecciones «en el plazo más breve posible».

Este miércoles designó una nueva cúpula militar, de cinco oficiales, nombrando como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas al general Sergio Carlos Orellana, del Ejército, en una ceremonia a la que acudieron medio centenar de oficiales.

El «Estado nos necesita más que nunca para mantener la paz», dijo Orellana en un discurso, en el que pidió a los seguidores de Morales que «depongan sus actitudes intransigentes».

La mandataria también nombró un nuevo jefe del Estado Mayor de la Defensa, así como nuevos comandantes en jefe del Ejército, de la Armada (marina de guerra) y de la Fuerza Aérea.

Áñez elogió «la disposición democrática de las Fuerzas Armadas y la Policía», que abandonaron a Morales.

Carlos Mesa

RETIRAN AL GENERAL WILLIAM KALIMAN

La designación del general Orellana implicó el pase a retiro del general William Kaliman, nombrado jefe de las Fuerzas Armadas hace un año por Morales y quien se negó a enviar a sus tropas a reprimir las protestas opositoras y los motines policiales desatados el viernes.

La presidenta dijo además que está «trabajando en el tema» de su gabinete ministerial y lanzó una advertencia a los partidarios de Morales para que cesen las protestas en las calles. «No vamos a permitir de ahora en adelante que nos pongan tropiezos», expresó.

Sin embargo, a la misma hora estallaron enfrentamientos entre seguidores de Morales y policías a unas tres cuadras de la casa de gobierno, cuyos alrededores estaban bloqueados por los uniformados.

La autoproclamada mandataria también convocó «a los funcionarios públicos a retornar inmediatamente a sus puestos de trabajo», luego de tres semanas de bloqueos de calles y paros. Sin embargo, advirtió que hará cambios de jefaturas en dependencias del Estado: «todos los cargos públicos deberán ponerse a disposición del nuevo gobierno».

ÁÑEZ, LLAMA A LA PAZ EN BOLIVIA ENTRE PROTESTAS A FAVOR DE EVO MORALES

Segundina Orellana

La Paz, noviembre 13. Afp.-  La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, llamó el miércoles a reponer la paz y el orden constitucional y anunció una amnistía para los políticos autoexiliados, mientras seguidores de Evo Morales reclamaban el regreso del ex mandatario de su asilo en México.

“Me comprometo a respetar los derechos de todos, a devolver la independencia de los poderes y reconstruir la democracia. He pedido a las Fuerzas Armadas y a la policía que garanticen la pacificación”, dijo Áñez al anunciar una amnistía para los líderes opositores que se fueron del país.

Mientras hablaba, una marcha de partidarios del ex mandatario se dirigía hacia la casa de gobierno -que estaba resguardada por policías y militares- para protestar contra la asunción de Áñez a la que consideran ilegal.

Legisladores del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Morales y que tiene mayoría en la Asamblea Legislativa, anunciaron una batalla política ante la “ilegal sucesión”, dijo el diputado Juan Cala.

Morales renunció el domingo cercado por las protestas por supuesto fraude electoral y la presión de las fuerzas armadas.

El miércoles la policía le dio su reconocimiento a la mandataria. La víspera, tan pronto se autoproclamó, Áñez se reunió con el mando militar al que solicitó apoyo para la pacificación del país.

Adriana Salvatierra

La Fiscalía informó que ha habido al menos siete muertos y más de cien heridos desde los comicios del 20 de octubre.

Asimismo, cocaleros del Chapare, bastión de Morales, tomaron el miércoles una vital carretera que une el occidente con Santa Cruz, en el oriente. “Exigimos el regreso de nuestro líder”, dijo la dirigente cocalera Segundina Orellana. Campesinos de otras regiones iniciaron protestas similares.

En La Paz los manifestantes exigían que Morales complete su mandato, que expiraba el 21 de enero de 2020.

El senador Arturo Murillo, ahora colaborador de Áñez, denunció al exministro Juan Ramón Quintana de estar operando desde la clandestinidad para articular las protestas contra el nuevo gobierno.

El Tribunal Constitucional avaló el procedimiento por el que Áñez se declaró presidenta interina ante el vacío de poder que generó la renuncia de Morales y su posterior ausencia del país.

Desde la Ciudad de México, Morales llamó a los actores del conflicto a participar en un diálogo nacional acompañado por países “amigos” y organismos internacionales. También acusó a la Organización de Estados Americanos (OEA) de servir más los intereses de Estados Unidos que a los de los pueblos latinoamericanos.

Ese organismo reveló irregularidades en el conteo de los votos de las elecciones presidenciales, lo que atizó las protestas y aceleró la renuncia del mandatario el domingo.

Áñez sumó apoyo de Estados Unidos y Brasil, pero su proclamación fue cuestionada por líderes afines a Morales.

Michael Kozak

«Esperamos con interés trabajar con ella mientras organizan elecciones libres y justas», afirmó el subsecretario de Estado de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, Michael Kozak.

Brasil, el principal socio comercial de Bolivia, felicitó la asunción “constitucional” de Áñez y agradeció “su determinación de trabajar por la pacificación de Bolivia y la pronta celebración de elecciones”, según un comunicado de la cancillería brasileña.

En tanto, el presidente venezolano Nicolás Maduro repudió la proclamación de la “supuesta jefa de Estado” y catalogó el acto como una parodia al no haber contado, según dijo, con el quórum necesario.

En Argentina, la vicepresidenta electa, Cristina Fernández, comento en su cuenta de Twitter que “se ha instalado una nueva moda en Latinoamérica: parece que los presidentes ya no los eligen los pueblos… Ahora se autoproclaman con gran patrocinio mediático e inmediato reconocimiento de ya sabemos quién… y dicen hacerlo en nombre de la democracia”.

“Elecciones libres y justas son el camino para salir de la crisis, pero estas condiciones no existen actualmente y crear estas condiciones será una tarea enorme por la polarización política”, dijo Fiona Mackie, directora para Latinoamérica de The Economist al referirse a los desafíos que afrontará la Áñez.

Morales estuvo 13 años y nueve meses en el poder. Fue el primer presidente indígena y el que más años gobernó Bolivia, pero los escándalos de corrupción en su gobierno, su afán de reelegirse desconociendo un referendo que había rechazado esa opción y los señalamientos de autoritarismo mermaron su popularidad a pesar de su buena gestión económica.

Cristina Fernández

REAPARECE PRESIDENTA DEL SENADO DE BOLIVIA Y RECLAMA SUCEDER A EVO

La Paz, noviembre 13. Europa Press.-  La presidenta del Senado de Bolivia, Adriana Salvatierra, reapareció este miércoles para aclarar que no ha dimitido, en cuyo caso le correspondería sustituir a Evo Morales en la Presidencia de la República, arrojando así más incertidumbre a la crisis en el país sudamericano.

Presionado por los militares, Morales dimitió el pasado domingo y, según la línea sucesoria trazada por la Constitución, sus sustitutos son el vicepresidente del país y los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados, sucesivamente.

Hasta ahora se consideraba que todos ellos habían dimitido, por lo que la vicepresidenta del Senado, la opositora Jeanine Áñez, se proclamó el martes mandataria interina.

Sin embargo, Salvatierra, que el domingo anunció públicamente que renunciaba a la jefatura de la cámara alta para facilitar «una salida pacífica de los conflictos», se presentó este miércoles en la Asamblea Legislativa con la intención de retomar sus antiguas funciones.

Los agentes que custodian el Congreso se lo impidieron, recordándole que había renunciado. «No a mi curul ni a la Presidencia», les contestó ella, rodeada de simpatizantes que gritaron «¡Dejen entrar a la presidenta de Bolivia!»

«Estas son las muestras de que es un golpe de Estado y de que las fuerzas del orden no brindan ni una sola garantía para la seguridad de nadie. Están aquí para reprimir, para gasificar y para obedecer a las órdenes de un gobierno que lo único que hace es intentar naturalizar un golpe de Estado», sostuvo Salvatierra.

Ni ella ni el resto de legisladores del Movimiento Al Socialismo (MAS) –el partido político de Morales–, que se reunieron este miércoles en las oficinas del antiguo Banco Minero para decidir sus próximos pasos, han podido entrar, según informa Erbol.

Nicolás Maduro

La reaparición de Salvatierra añade incertidumbre a un escenario ya de por sí confuso. De momento, sólo algunos países, entre ellos Estados Unidos y Brasil, se han apresurado a reconocer a Áñez como mandataria en funciones, mientras que otros, como Venezuela o Uruguay, denuncian un «golpe de Estado» contra Morales.

“ME DAN MUCHA PENA LOS MEXICANOS”, DICE ÁÑEZ

Ciudad de México, noviembre 13.- Jornada on line/Reuters.- “A mí me dan mucha pena los mexicanos, porque de algo de lo que nosotros queremos salir, ellos decidieron entrar”, dijo la autoproclamada presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, en una entrevista a la cadena CNN.

Ungida por los militares golpistas, la senadora de oposición Jeanine Áñez se proclamó ayer presidenta interina de Bolivia en una sesión legislativa sin quórum, cuando se cumplieron dos días que el Ejecutivo permanece acéfalo después de consumarse el golpe de Estado contra el presidente Evo Morales.

“Ojalá que México, ojalá que los mexicanos, no pasen estas situaciones tan desafortunadas por las que hemos pasado nosotros, solamente por reclamar derecho a vivir en democracia y libertad, solamente por querer reclamar el hecho de que se respete el voto nuestro cuando vamos a las urnas”, agregó.

La entrevista se transmitió el martes por la noche, después de que Áñez asumió el cargo.

“Yo espero que México no pase por todo lo que hemos vivido nosotros durante este tiempo”, agregó Áñez. “Así son los socialistas, utilizan mecanismos democráticos y luego se aferran al poder”.

En declaraciones a la prensa este miércoles, Jeanine Añez, dijo que no hubo un golpe de Estado contra el ex mandatario Evo Morales y que el «fraude electoral» fue «evidente» en los comicios de octubre, que derivaron en la crisis política que sufre el país.

En declaraciones a la prensa, Añez -una ex senadora opositora a Morales- dijo que busca una transición pacífica y democrática para dejar atrás un gobierno del ex mandatario que consideró «totalitario», aunque no dio fecha para unos eventuales comicios en el futuro.