A 37 años de la presencia inicial de un sumo pontífice en tierra azteca.
Condiciones sociales y de fe muy distintas entre anteriores y actuales.
Su santidad será recibido en Palacio Nacional por el presidente Enrique Peña Nieto.
Diferencias ideológicas entre recorrido de Benedicto XVI y Papa Francisco.
Agencias.
De esto hace ya 37 años. Una imagen que rápidamente dio la vuelta al mundo y que ha sido histórica para México y para los fieles católicos del mundo entero. El Papa Juan Pablo II descendió del avión poco después del mediodía del 26 de enero de 1979.
De rodillas, besó la tierra de la Virgen de Guadalupe, la Morenita del Tepeyac, como le gustaba llamarla.
En aquel momento, México y el Estado Vaticano no sostenían relaciones diplomáticas, ni la iglesia católica tenía personalidad jurídica en este país.
El ex presidente José López Portillo se limitó a recibir al Papa estrechando su mano y dándole una bienvenida corta en el aeropuerto. Le dijo que lo dejaba con los jerarcas y los fieles de su iglesia. Luego lo recibió en privado, con discreción.
SÉPTIMA VISITA DE UN PAPA; DIFERENCIAS
De lo anterior, han transcurrido 37 años. Hoy el Papa Francisco es esperado en México, De 1979 el mundo y México han cambiado, los avances en comunicación y tecnología son enormes.
La visita de Francisco a México se diferenciará de las seis de sus predecesores en que ésta será la primera vez en que un pontífice será recibido en el Palacio Nacional de México, sede del gobierno.
El embajador mexicano ante la Santa Sede, Mariano Palacios Alcocer, explicó en entrevista con Efe que, sin quitar importancia a otros actos del viaje que el papa Francisco realizará al país del 12 al 18 de febrero, el acto político y diplomática más relevante de su visita será «su presencia en el Palacio Nacional tiene un simbolismo muy importante en las relaciones históricas que México ha tenido con la Iglesia y en este momento donde la libertad religiosa es una garantía constitucional».
Esta será la séptima visita de un papa a México y la primera vez que uno de ellos será recibido en el Palacio Nacional.
Pese a ser una de las naciones con mayor número de católicos en el mundo, México restableció sus relaciones diplomáticas con el Vaticano en 1992 y cuando Juan Pablo II visitó el país por primera vez en 1979, el presidente José López Portillo lo recibió en el aeropuerto, pero sin los honores de un jefe de Estado.
Según Palacios, en la reunión con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, este expresará «un reconocimiento a la autoridad moral que se le reconoce al papa en todos los valores del humanismo contemporáneo».
MIGRANTES E INDÍGENAS CON EL PAPA FRANCISCO
El diplomático aseguró que Francisco tiene claro quiénes serán sus interlocutores, pues además del tema de la inmigración que centrará la visita a Ciudad Juárez, también expresará su mensaje de cercanía a la población más marginada con su estancia en Ecatepec, el municipio más grande de México, donde viven 4 millones de personas.
En Chiapas, el papa se encontrará con dos de los interlocutores elegidos por la población indígena, que en México supone en 10 por ciento de la población, y el mundo del trabajo.
«Será una nueva ocasión para referirse con un sentido crítico al modelo económico imperante en el mundo que margina y empobrece y concentra la riqueza», aseguró el embajador.
ENCUENTRO CON PADRES ATRIBULADOS
Sobre la petición del encuentro con los familiares de desaparecidos, entre ellos los de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, el embajador explicó que el papa podrá reunirse en privado con quien desee y ellos acercarse al pontífice en los actos públicos.
Para Palacios, la visita del papa argentino «desbordará todas las expectativas», pues hay que contar con «la peculiaridad de un pontífice latinoamericano, que tiene como lengua madre el castellano y que tiene una forma de expresión muy accesible a la cultura latinoamericana y que está teniendo un pontificado muy atractivo también a los no católicos».
Pero aseguró que aunque este viaje «es una distinción para México, en México le reconocemos en esta visita una distinción también para todo el continente americano».
VISITA A LA MORENITA DEL TEPEYAC
El embajador mexicano en la Santa Sede también destacó la importancia que tendrá la visita de un papa latinoamericano a la basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, pues «la evangelización del continente americano tiene un antes y un después de 12 de diciembre de 1531», fecha en la que se celebra la cuarta aparición de la Virgen al indígena Juan Diego.
El embajador recordó cómo el papa ha dicho siempre «que ir a México sin visitar la basílica de Guadalupe sería como una bofetada y una ofensa al pueblo de México».
MÉXICO SIEMPRE FIEL, EL ORIGEN
El Papa Juan Pablo II se dedicó a predicar y desde su primera misa en la Catedral, declaró a México, siempre fiel:
De mi Patria se suele decir: Polonia Semper fidelis, yo quiero poder decir también, México, Semper fidelis.
Así fue. Desde ese momento, miles de personas lo saludaron en las calles, en las carreteras, arriba de los árboles, todos querían verlo aunque sea unos segundos. Fue una visita de 6 días.
La Ciudad de México, Puebla, Oaxaca, Monterrey y Guadalajara abrazaron con cariño al Papa.
En la Delegación Apostólica, hoy Nunciatura, en la colonia Guadalupe Inn, día y noche la gente lo esperaba para saludarlo y cantarle.
El Papa Juan Pablo II se reunió con indígenas en Oaxaca, acudió a un hospital para saludar a los niños enfermos, se reunió con los trabajadores en el estadio Jalisco. Imágenes que conmovieron y siguen conmoviendo.
El Papa Juan Pablo II realizó después de México más de 100 visitas pastorales fuera de Italia. En nuestro país estuvo en 5 ocasiones.
Sus mensajes quedaron grabados en el corazón de los mexicanos:
ME VOY PERO, NO ME VOY
Me voy, pero no me voy, pues aunque me voy de corazón me quedo. Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin de mundo.
Y sí, grabó sus mensajes y su presencia en el corazón de México que hoy de nuevo se abre para recibir al Papa.
PAPA BENEDICTO XVI Y SU ÚNICA VISITA A MÉXICO
Las visitas a México del Papa Benedicto XVI en 2012 y la del Papa Francisco en el 2016 muestran las diferencias ideológicas entre uno y otro.
Benedicto XVI estuvo únicamente en Guanajuato, ofició una misa masiva al pie del Cubilete y realizó un sobrevuelo en el Cristo de la Montaña, símbolo de la defensa de la fe durante la guerra cristera.
Por su parte, el Papa Francisco visitará el Estado de México, Chiapas, Michoacán y Ciudad Juárez, cuatro entidades que viven diferentes problemas, entre los que se podrán mencionar, pobreza, injusticia, marginación de indígenas, migración fronteriza y violencia.
El Papa Benedicto XVI durante su estancia en México, no realizó ninguna visita a zonas marginadas.NO estuvo en una región de pobreza extrema y no convivió con indígenas. Benedicto XVI se reunió con la feligresía mas leal, con los nietos de cristeros y sinarquistas, con los defensores históricos de la Fe. Benedicto XVI ideólogo ultraconservador del Vaticano deseaba destacar el monumento de Cristo Rey, el estandarte de la guerra de los Cristeros, Juan Pablo II nunca viajó a Guanajuato, tratando de evitar ese tema, Benedicto XVI en cambio, solo viajó a Guanajuato y no quiso ir al D.F. poniendo como pretexto que no podía realizar el viaje por motivos de salud. Así las diferencias.