Esperemos que AMLO sea el mejor Presidente, como afirma


Andrés Manuel López Obrador
  • Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña, fueron incapaces.
  • 53 % de quienes votaron por AMLO ya no confían en otros partidos.
  • Empresas encuestadoras se sacaron la espina en este proceso electoral.

Eduardo Ruiz Healy

Nunca he creído en los populistas que, sin importar el espectro ideológico al que pertenezcan, ofrecen resolver problemas muy complejos mediante soluciones tan sencillas que a fin de cuentas no resuelven nada. Por eso no quería que Andrés Manuel López Obrador ganara la elección del domingo pasado, como tampoco quise que triunfara en 2006 y 2012.

Sin embargo, los tres gobiernos federales más recientes, los de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, fueron incapaces de resolver los principales problemas del país.

Los tres no pudieron, supieron o quisieron remediar lo que más afecta y enoja a la mayoría de los mexicanos: la pobreza en que viven millones, la falta de empleos dentro de la economía formal, los bajos ingresos de las familias, la creciente brecha entre los que tienen mucho y los que tienen poco o nada, la delincuencia cada vez más violenta que controla amplios sectores de la economía y el gobierno, la impunidad con que actúan todos los delincuentes, la corrupción que en lugar de disminuir aumentó escandalosamente, un sistema educativo que no prepara a nuestros niños y jóvenes para competir exitosamente en la economía contemporánea, un gasto irresponsable de cuantiosos recursos públicos, el desvió de parte de los presupuestos gubernamentales a los bolsillos de funcionarios y empresarios deshonestos. En fin, la lista es interminable y recordar las oportunidades perdidas durante los últimos 18 años enoja a cualquiera.

Lo anterior no significa que el país no avanzara durante los últimos 18 años. Claro que avanzó. Los números lo demuestran. Pese a ello, los problemas más urgentes no fueron resueltos, se permitió que siguieran agravándose hasta alcanzar los niveles críticos que López Obrador paciente e  inteligentemente supo aprovechar en esta, su tercera campaña presidencial. La mayoría de los mexicanos, por lo menos el 53% que votó por él, simplemente dejó de creer en los políticos del PRI, PAN, PRD y sus socios y decidió darle a él la oportunidad que Fox, Calderón y Peña desperdiciaron.

La elección presidencial de ayer me produce sentimientos encontrados. No me duele que hayan perdido José Antonio Meade y Ricardo Anaya, porque ambos representaban más de lo mismo que hemos vivido desde 2000, pero tampoco me alegra que haya ganado AMLO porque creo que él tampoco podrá trasformar para bien al país en sólo seis años como lo ha prometido. Ojalá me equivoque y el tiempo se encargue de probar que mi desconfianza fue infundada. Por el bien de todos, ojalá que resulte ser el mejor presidente de nuestra historia, como aspira serlo.

El 1 de diciembre reconoceré y aceptaré a López Obrador como mi presidente. Apoyaré y defenderé lo que a mi juicio sean sus aciertos y criticaré y me opondré a los que crea son sus equívocos.

Le deseo lo mejor al próximo presidente de México. Por el bien de todos espero que las cosas le salgan bien y no nos falle.

 LAS ENCUESTADORAS SE REDIMIERON EN EL 2018

Los resultados de la elección presidencial como hasta hace unos días los reportaba el PREP, después de contar el 93.6% de las actas de cómputo y escrutinio enviadas por cada casilla electoral son: Andrés Manuel López Obrador, 52.96%; Ricardo Anaya, 22.49%; José Antonio Meade, 16.40%; y Jaime Rodríguez, 5.14%.

Consideremos ahora los resultados de algunas encuestas que fueron publicadas en el mes de junio en medios de comunicación de prestigio o difundidas en los sitios de internet de casas encuestadoras de buena reputación.

Ninguna de ellas es telefónica porque, como lo señala el director de la encuestadoras AZ2, Juan Azcárraga: 1. Sólo existen 20 millones de líneas fijas, que representan el 60% del total de hogares. No representa al total de la población y tiene sesgos muy importantes en la parte baja de la pirámide poblacional que, por cierto, es donde más votantes hay; 2. Nada asegura de que quien conteste sea quien dice ser; 3. No puede comprobarse que quien conteste tenga credencial de elector; 4. No puede verificarse de quien conteste sea mayor de edad.

Vicente Fox Quesada

Las encuestas son las de Suasor/El Heraldo, Parametría, El Financiero, Reforma y ARCOP (todas difundidas el 27 de junio), y las de GEA/ISA (junio 25), Mitofsky (junio 24), De las Heras (junio 18), Coparmex/Berumen (junio 12), y BGC (junio 7).

En primer lugar, todas acertaron en pronosticar que López Obrador ganaría la elección presidencial.

Parametría que la que más se acercó al resultado final. En lo que a la preferencia efectiva por cada candidato se refiere, correctamente pronosticó que López Obrador recibiría el 53% de los votos, también acertó con el 22% de Anaya, falló por solo 1.4 puntos porcentuales su cálculo para Meade y también se equivocó por 1.86 puntos en cuanto a los votos que recibió Rodríguez.

Nada mal. Es más, muy bien.

La encuesta de El Financiero también calculó bien el triunfo de AMLO al pronosticar que recibiría el 54% de los votos, sin embargo falló al asegurar que Meade quedaría en segundo lugar con el 22%, Anaya en el tercero con 21% y que Rodríguez solo recibiría el 3%.

Enrique Peña Nieto

Reforma también se acercó bastante al resultado final del ganador al pronosticar que López Obrador ganaría con el 51% de los votos, aunque erró al calcular que Anaya recibiría el 27% y Meade el 19% y Rodríguez el 3%.

De las Heras/Demotecnia, que fue la encuestadora que junto con Ipsos mejor pronosticó los resultados de la elección presidencial en 2012, calculó esta vez que AMLO recibiría el 50%, Anaya el 25%, Meade el 19% y Rodríguez el 5%.

No dedicare mucho de este espacio a las encuestadoras que fallaron por mucho, como la de El Heraldo/Suasor, que pronosticó que AMLO sólo obtendría el 38%, Meade el 25%, Anaya el 23% y Rodríguez el 4%.

En 2018, se redimieron muchas de las encuestadoras que tan estrepitosamente fallaron en 2012.

Encuestas…

MORENA ¿NUEVO MONOPOLIO DEL PODER?

Nuestro país no se distingue por tener una larga tradición democrática. Durante gran parte del siglo XIX el país experimentó una inestabilidad política crónica hasta que en 1877 Porfirio Díaz se impuso sobre sus rivales para mantenerse en el poder hasta 1911.

El PRI fue fundado en 1929 por quienes ganaron la guerra civil que se inició en 1913 después del golpe estado que derrocó a Madero. 60 años después, en 1989, se rompió en Baja California el control que el PRI tuvo durante 60 años sobre todas las gubernaturas, en 1997 este partido perdió por primera vez la mayoría absoluta del Congreso de la Unión y apenas en 2000 los priistas perdieron por primera vez la presidencia de la república.

El panorama siempre fue alentador para López Obrador

La llamada transición democrática que empezó con el actual siglo permitió que la presidencia fuera ganada por panistas en 2000 y 2006 y por un priista en 2012. Ninguno de ellos obtuvo una mayoría de los votos al ser electo y tampoco disfrutó de un congreso federal en donde sus seguidores tuvieran una mayoría absoluta.

Los resultados de la elección del domingo pasado no sólo le confirieron una claro mandato al próximo presidente, Andrés Manuel López Obrador, sino que convirtieron a la alianza de partidos encabezada por Morena en el nuevo monopolista del poder político, tanto a nivel federal como en varios estados del país.

AMLO obtuvo el 53% de la votación nacional y los candidatos de la coalición Juntos Haremos Historia se quedaron con el control de ambas cámaras del Congreso de la Unión.

De acuerdo con los resultados más recientes, 305 de los 500 diputados federales pertenecen a la coalición lopezobradorista, 130 a la que conformaron el PAN, PRD y MC, y 65 serán de lo que fue la alianza PRI-PVEM-PANAL.

En el Senado, 74 de los 128 senadores son lopezobradoristas, 39 pertenecen al PAN-PRD-MC y apenas 15 militan en la coalición PRI-PVEM-PANAL.

Felipe Calderón Hinojosa

López Obrador podrá, con gran facilidad, lograr que el Congreso apruebe sus iniciativas de ley o las reformas que pretenda hacerles a las leyes vigentes. Para modificar a la Constitución sólo necesitará que 25 diputados y 11 senadores de la oposición PAN-PRI-PRD-MC-PVEM-PANAL decidan traicionar a sus respectivos partidos y voten a favor de las reformas propuestas por el próximo presidente.

En algunos estados Morena y sus aliados tendrán el monopolio del poder estatal después de apoderarse de las gubernaturas y los congresos locales. En otros, que actualmente son gobernados por priistas o panistas, los morenistas, petistas y pesistas dominarán el congreso local y evitarán, por lo menos en la teoría, que los gobernadores sigan siendo gobernando a su total arbitrio, como si fueran señores feudales.

Ante la nueva realidad originada por los resultados de las recientes elecciones, ¿se convertirá Morena en el nuevo monopolista del poder? Si sí, ¿durante cuánto tiempo seguirá siéndolo?

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