El Obispo Sergio Méndez Arceo, a 27 años de su deceso…


Sergio Méndez Arceo recién ordenado sacerdote, Distrito Federal, década de 1930

La Teología de la Liberación contiene una parte de su legado…

  • Gobiernos y empresarios, durante muchos años pidieron a El Vaticano que adelantara el retiro del Obispo Méndez Arceo
  • Su inclinación para proteger a los pobres y el apoyo a las causas sociales, los motivos para insistir en la petición
  • Sus enemigos y adversarios lo calificaron como “El Obispo Rojo” por apoyar movimientos de liberación nacional en A.L.

De la Redacción

Un 28 de octubre de 1907 nació Sergio Méndez Arceo, en Tlalpan, hoy una de las 16 alcaldias de la Ciudad de México… Murió el 5 de febrero de 1992, en Cuernava, Morelos, a los 84 años de edad.

Sus padres eran primos del general Lázaro Cárdenas, el Primer Mandatario mexicano que, en su momento, otorgó asilo a exiliados españoles producto de la guerra civil en España registrada en el lapso 1936-1939.

Oriundos de Villamar, Michoacán, los progenitores de Méndez Arceo, se asentaron en Tlalpan; quien fuera calificado como “Obispo Rojo”, fue el menor de 12 hermanos; sus biógrafos afirman que como estudiante fue excelente para la estudio de las matemáticas. Que en más de una ocasión comentó sus deseos de convertirse en ingeniero.

Sin embargo, en 1921, a la edad de 14 años, al escuchar un comentario de su tio, el arzobispo José Mora y del Río, en el sentido de la carencia de sacerdotes, así como del avance del protestantismo en el país, se decididiría por el sacerdocio.

“Solamente quiero decirete una cosa hijo: no hay peor polìtica que la negra”, le advertiría su padre al enterarse de la decisión del joven sergio Méndez Arceo.

Posteriormente, estudió en Roma durante 11 años. En 1938, fue ordenado sacerdote. Un año después se graduó como Doctor en Historia. A su regreso a México, ze convirtió en profesor de Historia y Filosofía en el Centro Cultural Hidalgo (antecedente de la Universidad Iberoamericana).

Tiempo después, la Universidad Gregoriana, con sede en Roma, lo recibió para continuar sus estudios.

Años después, 1952, es designado obispo de la Diócesis e Cuernavaca, Morelos. Y, al mismo tiempo, publica el libro que contiene la historia de La Real y Pontificia Universidad de México.

Si inclinación por ocuparse de los desposeídos, de los marginados, así como por apoyar movimientos de lineración nacional en varios países latinaomericanos, provoc que la derecha  y la uktraderecha mexicana, lo empezaran a criticar, pues sus acciones también buscaron renovar interiormente a a Iglesia Católica de nuestro país.

En el periodo, 1954 y 1972, ocupó la silla 20 de la Academia Mexivana de la Historia.

“CON LOS OBREROS, NO SOY JUEZ, SOY PARTE”: MÁNDEZ ARCEO

Apoyó el movimiento que encabezó Fidel Castro en Cuba. Así, En 1959 apoyó la Revolución Cubana.

Muchos años más tarde, en 1972, el Obispo Méndez, participó activamente en el Congreso de los Cristianos por el Socialismo. Siendo miembro del CIDOC (Centro Intercultural de Documentación), convirtièndose en el principal promotor de la discusión de textos sobre ideologías socialistas, fundamentalmente marxistas, el cambio social, el fenómeno religioso y su influencia en la evolución social de Latinoamérica.

Fue en 1972, año en el Papa Paulo VI, prohibió a todos los religiosos mexicanos asistir a los cursos de formación del CIDOC.

Sergio Méndez Arceo, también fue impulsor y activo ideólogo de la Teología de la Liberación  y del llamado progresismo católico.  Se convirtió en un inspirador del Movimiento Sindical Radical que surgía en México en la década de los setenta.

El «Obispo Rojo», fue polémico por sus ideales sociales y su simpatía hacia las corrientes renovadoras en el seno de la Iglesia Católica, así como por su pertenencia a movimientos como Cristianos por el Socialismo. Denunció en su momento las invasiones de Estados Unidos en Vietnam, en Centroamérica y Cuba.

Durante los años setenta, condenó los violentos regímenes militares en Latinoamérica e impulsó el movimiento Va por Cuba, que promovía la solidaridad con el pueblo cubano resistiendo al bloqueo de Estados Unidos, ordenado en 1960, por John F. Kennedy.

Desde 1979 apoyó la Revolución Sandinista en Nicaragua. Fundó el Comité Manos Fuera de Nicaragua, para apoyar la resistencia del pueblo nicaragüense contra los ataques de la contrarrevolución financiada por Washington.

Creó un amplio movimiento de solidaridad con el pueblo de El Salvador, mediante comunidades eclesiales de base.  También creó un Comité de Ayuda a los Refugiados Guatemaltecos.

Visitaba las comunidades de refugiados y emigrantes que se organizaban en torno al movimiento Sanctuary (‘refugio’) en Estados Unidos, principalmente en el estado de California.

Fundó la Casa de la Solidaridad, que ahora se llama Casa de la Solidaridad Sergio Méndez Arceo, que se encuentra en la antigua Escuela de Trabajo Social Vasco de Quiroga, en la ciudad de México.

Una de sus frases más famosas es: “Con los obreros, no soy juez, soy parte”, palabras que reflejaron el sentir y el hacer de Obispo de Cuernavaca.

En 1982, al cumplir los 75 años de edad, según lo prescrito por el Derecho Canónico, presentó su renuncia al obispado, desde el que había generado durante décadas una gran molestia para la Iglesia católica, para el gobierno federal y para ciertos grupos de poder, por su inclinación a los pobres, desamparados y apoyo a las mejores causas sociales.

Estos grupos habían solicitado varias veces que se le adelantará su retiro, lo que nunca aceptó Juan Pablo II. Ya una vez presentada, en tiempo récord, el 28 de diciembre de 1982, Juan Pablo Segundo, aceptó su renuncia.

Méndez Arceo, fue sucedido por el obispo Juan Jesús Posadas Ocampo. En el curso de los siguientes dos meses, el papa Juan Pablo II remplazó a 25 obispos por otros que en los siguientes años revirtieron la mayor parte del trabajo apostólico de Méndez Arceo.