El diluvio: Egiptotzinapa y las momias


Rafael Cardona

 Precisamente cuando el gobierno egipcio quiere desviar su responsabilidad en la pifia de un ataque antiterrorista cuyas víctimas fueron los nada terroríficos turistas mexicanos cuya avidez espiritual los llevó a meditar a la sombra de la Esfinge, con la alusión de las víctimas colaterales en la lucha contra la delincuencia, el instituto forense de la Universidad de Innsbruck envía el resultado de un  rescate cuya contundencia confirma lo cierto de la verdad histórica, al menos en cuanto a la realidad terrible de los estudiantes secuestrados en Iguala.

La confirmación finalmente de la muerte de Jhosivani Guerrero de la Cruz. Con este ya son dos los decesos confirmados en la desaparición de los cadáveres en la hoguera inaceptable para muchos, creíble para otros. Pero el caso es definitivo: lo identificaron por un pedazo de hueso de dimensiones mínimas.

Este hallazgo y esta confirmación de la identidad de una persona a partir de las pruebas hechas por un laboratorio absolutamente imparcial y supuestamente con la mayor calidad técnica en cualquier parte del mundo para  este tipo de determinaciones, nos viene a probar científicamente dos casos de los 43 investigados.

Con toda claridad se puede decir, esas dos personas no están vivas, sus restos están identificados; fueron incinerados y dispersados en donde la versión de la procuraduría dice, y la prueba forense contradice también el Grupo Interdisciplinario, cuya bandera es negar la incineración de los cuerpos.

Ahora  no se sabe si todos los 43 fueron quemados hasta la ceniza ahí, pero por lo menos de esos dos, por esta evidencia incontestable, pues existe la seguridad de algo ya supuesto y declarado oficialmente.

cardona alejandro solalinde

SE LOS DIJERON…

Así había ocurrido, ocurrió de tal manera en efecto, dice la información oficial. Y también la no oficial. 

Eso viene a confirmar lo dicho por  el padre Solalinde desde un principio, viene a confirmar las denuncias y confesiones por las cuales se llegó a esa conclusión, y viene a confirmar también algo útil hasta para los egipcios: en la lucha contra el delito mueren muchos inocentes, como mueren muchos inocentes en la lucha contra el terrorismo, entendido como  el delito elevado a una potencia digamos doctrinaria, ideológica, con posiciones ultra porque finalmente detrás de todo terrorista hay un fanático de una causa política.

Aquí no se trató de un crimen de Estado. Se trata de un asesinato masivo, de muchos secuestros, de robos de transportes, de uso de armas restringidas y de complicidad de autoridades locales. Todo eso. Y quizá más.

Pero la alusión del gobierno de El Cairo además de  burda es inadmisible.

En el medio oriente y toda la zona cercana a Egipto no necesitamos ir con demasiados ejemplos lejanos, los tenemos ahí pegaditos y ya sabemos cómo  es el Estado Islámico, y ya sabemos cómo todo ocurre y ya sabemos cuál es el origen de este gobierno egipcio; es un gobierno surgido de la destitución de un régimen, no diré democráticamente elegido, pero sí electoralmente confirmado.

Entonces aquel gobierno duró muy poco tiempo en el poder, fue toda esta ilusión inducida de la llamada  Primavera Árabe, cuya razón no fue más sino un cuento interesado de los países con intereses en la región. Ni árabes ni países y ahora los vemos a las atinadas, cuando son capaces de bombardear cuando no deben, sin confirmar la identidad de los blancos a los cuales deben atacar.

Al gobierno mexicano no le queda otra:  ir a pedir explicaciones, lo cual es algo muy conveniente, obtenerlas es algo un poco más difícil y darles una utilidad, imposible. Las explicaciones no resucitan a nadie.

El gobierno mexicano no va a obtener respuestas satisfactorias, posiblemente el gobierno de Egipto le ofrezca una verdad histórica y no sabemos si el gobierno mexicano aceptará la verdad histórica de aquellos. 
No puede haber mayores represalias, no puede mayores consecuencias, Egipto queda demasiado lejos de nuestro país, no hay nada para presionar a los egipcios, excepto disuadir de sus viajes a los turistas mexicanos, lo cual pues tampoco les preocupa porque tienen Europa cruzando el Mediterráneo y ellos tienen una corriente turística importante de la cual diez o 15 mexicanos o 20 o cien por año, simplemente no les importan.

Los que hemos vivido en pequeñas temporadas en Egipto no vimos con tanta sorpresa lo que pasó ahí.

Yo lo único que no entiendo es cómo ese país se sostiene, porque es un lugar absolutamente caótico, la estructura social de Egipto se asienta en el caos; ver cómo se conforman las fuerzas políticas es muy similar a cómo se maneja un automóvil en El Cairo,  las calles no tienen sentido definido, cada quien se mete por donde quiere, hace como quiere, toca la bocina todo el tiempo, se usa más el claxon que el volante y los frenos, hay una enorme cantidad de motocicletas; las estructuras políticas así se manejan, excepto cuando hay una mano fuerte, como en los tiempos que yo estuve ahí, cuando  Anwar el-Sadat era el hombre que decía cómo se hacían las cosas y se hacían así porque ahora así se hacían y el quien no las hacía así sufría las consecuencias.

CARDONA  VEHICULOS DONDE...

–¿Cuál fue la consecuencia para el señor Anwar el-Sadat?

–Pues que su propia guardia le metió un bazucazo.

Pero bueno, lo que realmente llama mucho la atención y será materia de comentarios durante muchos días es este hallazgo del joven Jhosivani Guerrero de la Cruz.

Es una lástima confirmar la muerte de una persona a la cual sus familiares tenían la esperanza de volver a ver vivo. Este hallazgo por desgracia les va a impedir la alegría de mirarlo nunca más. Pero también les va a dar la confirmación de que ya saben, y aunque sea una mínima parte de su cuerpo podrá ser recuperada para un servicio fúnebre o para lo que a la familia así convenga.

Pero en el juego de versiones y en el juego de aprovechamientos políticos de una versión con una finalidad, y de otra versión para otra finalidad, este asunto de cómo se enfrenta la evidencia con la sentencia de un grupo interdisciplinario, va a dar mucho de qué hablar.

Solamente falta que ahora, habiéndolo confirmado hasta los expertos totalmente independientes y totalmente neutros, venga una nueva andanada de sospechas y descalificaciones y digan que no, que eso no es como dicen los austriacos que fue, después de probar y comparar los rasgos y los rastros del acido desoxirribonucleico en todas las muestras y de todas las familias.

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