Desde Barcelona, un testimonio


Médicos atienden en Barcelona a enfermos por el Covid19
  • Relato de médico mexicano que afronta la pandemia en España.
  • Experiencias reales de lo que acontece en hospitales de ese país.
  • Describe paso a paso la trayectoria de contagio del Covid19.
  • Resalta irresponsabilidad de quienes no atendieron alerta emitida.
  • Templo Mayor de los aztecas, testimonio de antiguos mexicanos.
  • Se ubica a 100 metros el Centro Cultural de España en México.
  • Esa zona del Centro Histórico de CDMX alberga grandes tesoros.

 

Reportajes Metropolitanos
 Carlos Ravelo Galindo, afirma:  

Medidas sanitarias en aeropuerto de Barcelona

En conferencia telefónica a Barcelona, España, con nuestros nietos, el médico Jorge Alberto Ravelo Barba y Mariana, para saber cómo estaban, nos adelantaron, “Bien, pero te amplio la situación por escrito”.

Apenas acabamos de recibirlo y no tiene desperdicio. Con algún punto o coma que añadimos o quitamos, lo transcribimos tal cual. Jorge Ravelo Barba, R1 de la especialidad de medicina Intensiva, Hospital del Mar Barcelona “Hola Abo como estas??? Mira yo te cuento cómo está la situación que vivimos.
Te explico: Como ya es sabido hay un nuevo tipo de coronavirus, el del año 2019, primer caso, fue detectado el 1 de diciembre. En fin, es un tipo de microorganismo que se conoce y afortunadamente ya se tiene identificado y con pruebas para su detección.

Así como medicamentos para combatirlo. Estos se dan solo a los más graves que ingresan a las unidades de cuidados intensivos, UCI, donde chambeo, jeje. Bueno con esta introducción te comento que en Barcelona desde hace 1 semana y media ya habíamos detectado algunos casos confirmados.
Pero qué sucede. El virus contagia, y puedes estar casi 15 días asintomático, y contagia a otras personas. El problema más grande es que mientras unos no se enteran que están infectados, contagian a otros y sucede una cadena que ahora se traduce en detección de casos de manera exponencial.

Esto significa que el número de ingresos hospitalarios cada 4 días se multiplica por 4. Hasta llegar el contagio a la mayoría de la población.

Es verdad que es un virus con poca mortalidad en relación a otros que es entre el 2 y 4% y en algunos países un poco más.

Sucede con la mayoría que pasa con pocos síntomas, pero la neumonía es muy muy dura y evoluciona muy rápidamente. A mí, que estaba en mi rotación para aprender de infectología justamente, me cancelaron y me enviaron como soldado raso, sin derecho a réplica y con toda voluntad, pasión, respeto y vocación, estar directamente en mi servicio en la especialidad que elegí, en la UCI del hospital del Mar, a pie de ventilador para tratar a todos los que haga falta y sobre todo mostrarme tranquilo con las urgencias que puedan venir.
Eso me toca, se aprende y se sale con una buena anécdota, pero no se podrá contar sin olvidar que el pueblo también tiene culpa y mérito. Lo digo porque al haber entrado en estado de Alerta a todo el estado español, que dictó el cese de toda actividad social, de guardarnos en casa. Aun así, hay gente en la calle, turistas de paseo.

Personal médico atiende la contigencia

Vaya, gente local incrédula juntándose en bares. La pandemia no es de un virus con poca letalidad, es de una humanidad muy poco solidaria, con poco de humildad, de mucho egocentrismo, si a mí me da me ira bien, será una tos, será un día de fiebre, si me envían a casa mejor me voy a Valle de Bravo, me voy Acapulco, me voy a conciertos multitudinarios, y el organizador de esos eventos confiesa, sin vergüenza, qué HUEVOS, que me paguen la entrada y si la pandemia crece, ya saqué la lana de mi concierto, las cervezas.

Al humano lo va a extinguir el propio humano.
En mi última guardia de urgencias, vimos muchos casos. Dentro de las Urgencias de mi hospital tenemos dividido normalmente 3 áreas para hacerlo más fácil.

Cada una cuenta con aproximadamente 15-20 camas, que ya estaban ocupadas por gente con síntomas, y en espera de resultados. De esos 20, 3 fueron ingresados en la UCI. Esto corresponde justo al 10% que se considera que sean graves.

Esto en uno de los días iniciales de la pandemia en Barcelona. Para no hacer el cuento más largo, imagínate que esto apenas empieza, y qué si el 10% son graves y un hospital promedio de Barcelona, capital de una comunidad autónoma, la ciudad grande con recursos, tiene entre 20-30 camas de UCI en hospital y que son apoyo 4-5 hospitales grandes son 150 camas de UCI para una ciudad grande calculado con generosidad. Al ritmo que vamos en mi hospital las camas de UCI se van a saturar para este jueves o viernes.
Eso sin contar el borracho de turno, el intoxicado, el infarto, el diabético, el que tiene una infección leve, que también hay que tratar de primer nivel.

En fin, lo que pasa es el colapso de la sanidad, de las capacidades de los equipos sanitarios por falta de recursos, materiales, económicos y humanos porque los médicos también van a fatigarse uno tras otro. Mariana, Teo y yo estamos bien y tranquilos.

Déjame añadir que hay seres muy unidos, el otro día de guardia nos enviaron pizzas a Urgencias, como agradecimiento de una pizzería.
Y así como los catalanes a las 20:00 horas salían a sonar cacerolazos en contra del rey cuando pasa por aquí o cuando saca a la policía a golpear votantes.

Estos días salen al balcón a aplaudir, a cantar y a darle las gracias a los equipos sanitarios, administrativos, camilleros, enfermeras, médicos, técnicos de ambulancias, con gente que trabaja horas extras, para cubrir a colegas de baja, por intentar aguantar la pandemia.

Se siente en la piel y directo al alma, cuando te aplauden sin saber tu nombre ni puesto.
Hoy toca cuidar de gente en el hospital aun con el riesgo de infectarse, como algún día tocara sacar algún montañero en aprietos, con el riesgo de meterte a la cueva del lobo. Hoy toca organizar las guardias, cambiar unas de Urgencias porque tengo que cubrir las de UCI.

Y unidos como gremio sanitario, desde el hospital les mando fuerza, ánimo y mucho coraje a mis colegas que están en los hospitales de cada parte del mundo donde llegara el virus y harán lo mejor que pueda con lo mejor que tengan.

Uno para todos y todos para uno. Hasta la victoria Siempre. Jorge Alberto Ravelo Barba”. Nuestro nieto, añadimos.

Y AHORA SOBRE LA

CIUDAD DE MÉXICO

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Revelan vestigios importante información de los aztecas

En sus Textos en libertad nos describe un paseo por la Historia en la capital mexicana y nosotros, aprovechados los compartimos.

El Centro Cultural de España en México se encuentra a espaldas de la Catedral Metropolitana y -por una ironía- a cien metros del Templo Mayor de los aztecas destruido por los conquistadores españoles.

De hecho, el inmueble tiene dos entradas: una por Guatemala 18 y la otra por Donceles 97, en ese Centro Histórico que durante siglos fue ciudad, y hoy solamente forma parte de la alcaldía Cuauhtémoc de la capital del país.
Ese establecimiento presenta en México “lo mejor del arte, la cultura, las industrias creativas y la ciencia españolas” -dice su programa mensual de actividades-, y tanto en lo alto como en las profundidades del edificio están dos sitios que contrastan: Arriba un restaurante bar con música de jazz en vivo, y en el sótano un museo de sitio con los vestigios del Calmécac, la elitista escuela para los hijos de nobles y sacerdotes de la sociedad tenochca.
Su hallazgo en un predio propiedad de españoles es otra ironía, o, como la definió en una charla (2016) el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, “la venganza de los mexicas”.

Resulta que los propietarios querían hacer un estacionamiento en el subsuelo de su Centro Cultural, y durante las excavaciones aparecieron en 2007 las ruinas del edificio indígena, por lo que intervino el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Desde 2012 el público puede conocer algo de lo que fue el centro ceremonial de los aztecas, aparte del Templo Mayor.

Templo Mayor en el corazón del Centro Histórico de CDMX

De acuerdo con Matos, los gastos del rescate arqueológico fueron por cuenta de los dueños del inmueble. El licenciado, historiador, académico, escritor, periodista y buen colega José Antonio Aspiros Villagómez, continúa: Aquella charla de quien fue director del Proyecto Templo Mayor nos motivó, y en un viaje a la Ciudad de México para asistir a la toma de protesta del rector de la UNAM, Enrique Graue, como presidente honorario de la Academia Nacional de Historia y Geografía, aprovechamos para visitar el Calmécac, el Templo Mayor (que conocimos desde el hallazgo de Coyolxauhqui) y -previa escala en Los Azulejos- el muy interesante Museo del Bicentenario que se encuentra en las alturas de la Torre Latinoamericana.

El cielo capitalino nos “saludó” esa la tarde con fuertes vientos y un aguacero que paralizó por horas la ciudad.
Los pasillos de acceso son luminosos, pero, abajo, tanto la luz tenue como las estructuras pétreas refrescan el museo donde están numerosos restos del Calmécac (construido entre finales del siglo XV y principios del XVI), incluidas huellas de pies descalzos sobre el piso de una terraza. Subsisten algunas columnas, una escalinata, una banqueta, el desagüe y partes de una habitación, y el complemento de la muestra consiste en objetos prehispánicos y de los siglos XIX Y XX, tales como piezas de vidrio, una pistola, herraduras y una pilastra.
Hay también cerámica de los siglos XVI y XIX, mayólica azteca y texcocana, e imágenes religiosas, así como una gigantesca almena de las muchas que coronaban la barda perimetral de 500 metros por lado, del recinto del Templo Mayor.

Grandeza de antiguos mexicanos

Según los datos del arqueólogo Ignacio Marquina (1888-1981), con sus nombres actuales los límites serían, al Norte, las calles Luis González Obregón y San Ildefonso; Al Sur, Moneda y Catedral; al Oeste, Correo Mayor y El Carmen y, al Poniente, las calles Monte de Piedad y Brasil. En total, siete manzanas bajo las cuales -incluida la Catedral, hay sepultados más templos aztecas y ruinas virreinales.

En el Templo Mayor, la novedad para nosotros fue conocer el busto del arqueólogo Manuel Gamio (1883-1960), quien hizo hace más de un siglo los primeros hallazgos de esa pirámide. Es obra del escultor Sergio Peraza Ávila y lo inauguró en 2014 – centenario del descubrimiento- la entonces directora del INAH, Teresa Franco.
También la plaza del costado oriental de la Catedral se llama Manuel Gamio. Como despedida, en la tienda del Museo del Templo Mayor adquirimos -entre otros recuerdos- un pequeño Tzompantli y la réplica en barro del valioso monito de obsidiana hecho por manos texcocanas y que fue la pieza más valiosa del robo al Museo Nacional de Antropología en 1985.

El banquete cultural terminó en el Museo del Bicentenario, tupido de objetos tales como mobiliario, utensilios, uniformes y armamento, así como fotografías, documentos y datos históricos, entre ellos el de que Miguel Hidalgo y Agustín de Iturbide tenían como antepasado común al conquistador de Michoacán Juan de Villaseñor y Orozco.

Está también el “manifiesto patriótico” de Vicente Guerrero, donde llama a Iturbide padre de la patria y libertador de México.

Son cuatro hojas tamaño media carta, impresas en 1821 por “la oficina de Ontiveros”.

Lo único que lamentamos, fue la inexistencia de algún libro o catálogo sobre esa muestra; sólo venden pequeñas réplicas de la propia Torre Latinoamericana. Seguramente chinas, y sin virus, con tapabocas, añadimos.

craveloygalindo@gmail.com