La línea divisoria es casi imperceptible, en ambos casos se requiere responsabilidad
Palacio Legislativo de San Lázaro, escenario de verdaderos shows.
Artistas convertidos en diputados deben tener sentido de responsabilidad.
Agencia Mexicana de Noticias
¿Es lo mismo el teatro que el circo? ¿O es lo mesmo un actor de teatro que un actor de circo?
Sí y no, ambos son actores y su finalidad es ofrecer un espectáculo fino o vulgar.
Recordaré que el Circo es un recinto cubierto por una carpa, que cuenta con gradería para los espectadores, que tiene en medio una o varias pistas donde actúan malabaristas, payasos, equilibristas, saltimbanquis y hasta hace poco a animales amaestrados para ofrecer un espectáculo.
Mientras que el Teatro es un espectáculo donde se presentan actores que representan personajes e historias frente a los espectadores, usando una combinación de discursos, gestos, música, vestuario y escenografía.
Desde la antigüedad, los actores y los políticos utilizaban un recinto con graderío y un escenario en el que representaban comedias, tragedias o bien parlaban con lo más florido y granado de la oratoria.
SAN LÁZARO, SÓLO JARABE DE PICO
Un ejemplo de ese escenario sería la Cámara de Diputados. Ahí ocurre de todo. Circo, maroma, teatro, mucho wiri wiri, mucho jarabe de pico y mucho ruido y pocas nueces. Los actores políticos lucen el glamour de las pasarelas, los discursos más “elocuentes”, roban cámaras y reflectores, se toman la foto para exhibirse y presumirla al gran vulgo.
Los primeros días de los diputados de la LXIII Legislatura Federal han transcurrido en la frivolidad, en un país en el que hay temas torales como los feminicidios; la debacle económica de nuestro sanforizado peso; las desapariciones forzadas, que ya suman más de 25 mil; el imparable caballo del apocalipsis de la violencia; los casos de corrupción política; la imparable carestía de la vida, y los hambreadores que hacen de las suyas a diestra y siniestra sin que haya gobierno alguno que los mande a la cárcel.
“HAZAÑAS” DE COMEDIANTE
Y sería la actriz y comediante, Carmen Salinas, que venera al rebaño sagrado de las Chivas del Guadalajara, la que la semana pasada daría la mala nota, pues en su segundo día como diputada se durmió en la curul.
Sí, antes de echarse a los brazos de Morfeo, se tomó fotos en el circo parlamentario y luego rindió culto a aquella máxima del refranero que dice “crea fama y échate a dormir”.
¡Qué irresponsabilidad de esa señora diputada!
Me parece que aunque sea una vaca sagrada de los teatros de comedia, su diputación plurinominal del PRI no es una broma, a pesar de que su curul es un regalo de consolación política.
A doña Carmen Salinas le hace falta tomar con mayor responsabilidad y seriedad su cargo.
¿O tan rápido aprendió las malas mañas de sus congéneres políticos? ¿Tan pronto se habrá cansado? ¿Dormirá mal? ¿Necesitará de una buena alimentación?
RECOMENDACIONES A LA DIPUTADA
Habrá que recomendarle que duerma a sus horas y una dosis de leche bronca de chiva para que ande bien despierta y no se duerma como los niños desnutridos en las escuelas.
Sí, doña Carmelita Salinas creyó que el cambio del teatro al circo sería lo mesmo y podría dormirse en sus laureles. ¡Error mayúsculo!
Ni hablar, mal comienza la semana para el que ahorcan en lunes.