De Pe a Pa: El “quinazo de AMLO


Joaquín Hernández Galicia
  • Hace tres décadas Salinas de Gortari encarceló al líder petrolero.
  • Joaquín Hernández Galicia, la quina fue víctima de la venganza.
  • Hoy le tocó a Carlos Romero Deschamps renunciar al STPRM.
  • Pese a acusaciones que enfrentará el ahora ex líder no irá a la cárcel.

Alberto Vieyra Gómez/AMN

El 11 de enero de 1989, hace ya 30 años, Carlos Salinas de Gortari, quien llegó al poder mediante unas elecciones presidenciales fraudulentas, propinaría el llamado “quinazo” contra Joaquín Hernández Galicia, la quina, con lo cual se ponía fin a un reinado de medio siglo del todopoderoso al frente del Sindicato Petrolero de Pemex (STPRM).

Trabajadores petroleros de México

Salinas estaba furioso y su venganza seria implacable, pues la quina había trabado alianza política con Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del general Lázaro Cárdenas del Río, quien 1938 nacionalizaría la industria petrolera azteca. No sólo eso, la quina había patrocinado un libro negro que de forma clandestina circuló todas las campañas presidenciales y que bajo el título de “Un asesino en la Presidencia”, encendió la furia de la llamada hormiga atómica, quien además había recibido órdenes de los Halcones de Washington y del Fondo Monetario Internacional para desmantelar el corporativismo sindical que le permitió al PRI eternizarse en el poder durante 7 décadas.

Carlos Salinas de Gortari

Carlos Salinas había comenzado desde la campaña electoral del 88 con el desmantelamiento de las estructuras más importantes del PRI, repito por órdenes de los organismos internacionales entre ellas el famosísimo del IEPES del PRI que desde 1929 contaba con los estudios más extraordinarios sobre la realidad del país en todos los órdenes.

Carlos Romero Deschamps

El también llamado chupacabras o pelón de Dublín siguió haciéndoles la tarea a los organismos financieros internacionales y después del quinazo enfilaría la guadaña sobre Carlos Jonguitud Barrios al frente del SNTE, donde impuso a una incondicional maestra llamada Elba Esther Gordillo Morales, quien se haría escandalosamente rica sirviendo a gobiernos priistas, panistas y hasta morenistas.

Con esas venganzas políticas, Carlos Salinas no solamente se legitimó en el poder, sino que se ganó la simpatía de millones de borregos que creyeron ilusamente que llevaron a cabo una limpia de caciques sindicales corruptos, y que era lo mejor para el país. Todo era simulación política, todo era maquiavelismo puro.

Carlos Jongitud Barrios

¿Por qué hago historia?

Mire usted: Ese Maquiavelismo político lo volvemos a ver en el régimen de AMLO que logro “por las buenas” que el sucesor de Joaquín Hernández Galicia, Carlos Romero Deschamps, con más de un cuarto de siglo al frente del Sindicato Petrolero, se vaya a la rechintola para ganar simpatías, como en su momento lo hizo Salinas. Estamos ante el nuevo “Quinazo” de AMLO. ¿Qué cuánto robo Carlos Romero Deschamps?  … ¡Imposible saberlo!, pero de que robo, robo y a manos llenas y como el angelito tiene más de 70 años y como en este pueblo no hay

Elba Esther Gordillo Morales

ladrones, y de acuerdo con la ley el odiado líder no pisara la cárcel y si acaso, el gobierno de AMLO lo mantendrá bajo arraigo domiciliario y claro sujeto a investigación, como se asegura que fue el acuerdo para que se retirara “pacíficamente” y no con el uso del ejército, como lo hizo salinas.

Lo importante es que ahora AMLO tendrá ya el control del Sindicato Petrolero, el cual será sometido a los designios del presidente para firmar un nuevo contrato colectivo de trabajo que acabe con las prebendas y privilegios que tienen más de 80 mil trabajadores de PEMEX, que son una sangría para esa paraestatal y lógicamente que el nuevo corporativismo sindical servirá para los fines político-electorales de AMLO en el futuro, in m e d i a t o.