- El cambio de horario sólo es útil a los
- Donald Trump ya agarró a México “de encargo”; siguen ofensas.
Alberto Vieyra Gómez
Mil 311 millones de pesos representó, para México, el último horario de verano. ¡Huy, fue un dineral! Eso dice un comunicado de prensa de la Secretaría de Energía que sigue empeñada en engañar a los mexicanos con las supuestas bondades que tiene el horario de verano que, al concluir el próximo 28 de octubre, cumplirá 22 años de tiránicas mentiras.
¿Qué son mil 311 millones de pesos de ahorro, cuando el horario de verano ha representado un mayúsculo problema de salud pública que nos ha costado a los mexicanos 4 mil 708 horas de sueño?
Con el maldito horario de verano, regalo de los gobiernos tecnofondomonetaristas a los especuleros de las bolsas de valores de México y Nueva York, en México se han acentuado los accidentes laborales, porque todo mundo anda dormido de pie; los niños no rinden en la escuela, se duermen en los pupitres o a la hora de hacer la tarea, todo mundo anda con estrés y problemas de ansiedad; y como los caballos lecheros durmiéndose parados. ¿Por qué? Porque nuestro reloj biológico está destartalado, nuestro reloj biológico va con el horario de Dios, no con el horario del imperio capitalista del mal. Corregir el reloj biológico es, prácticamente imposible, y los males son irreversibles.
UN ASUNTO DE SALUD PÚBLICA
Para este átomo de la comunicación, el horario de verano es odioso. Muchas veces he sugerido a partidos políticos y organizaciones civiles promover ante la SCJN una controversia constitucional o amparo para acabar con tan tiránico horario, pero pareciera que a nadie le cranea el asunto que, repito, es sumamente grave porque se trata de un problema de salud pública, pero al gobierno le interesa más cacarear un supuesto ahorro de MIL 311 millones de pesos en el último periodo y que las bolsas de Nueva York y México habrán a la par para que los especuladores del dinero ganen allá y acá.
Todos los grandes que han reformado el calendario y el horario, desde César hasta Gregorio y los sabios mayas, ha sido para ajustarlo más y más astronómicamente a la naturaleza, y no para adecuarlo vanamente a los intereses del capitalismo salvaje…
¿CÓMO EMPEZÓ TODO?
Todo comenzó en la Primera Guerra Mundial cuando se instituyó el horario de verano para que las fábricas de armamento trabajaran una hora más, y después, cuando empezaron los desajustes allá por la década de los 70´s en el petróleo mundial.
A nivel mundial, se discute la conveniencia de que rija el horario de Dios, es decir, que, si aquí es de día, en China es de noche y las bolsas de valores tendrán que ajustarse a ese horario, pues los científicos opinan que, en las 75 naciones donde se instituyó el horario de verano, padecen graves trastornos de sueño y lógicamente que el problema de salud pública no será fácil resolver.
Hasta hoy, la globalización imperial no ha podido engañar al reino animal, por ejemplo, las gallinas de mi pueblo se suben al palo cuando se oculta el sol y no se levantan hasta que les canta el gallo.
¿Qué partido político u organización no gubernamental tomará la iniciativa en México de ampararse contra el horario de verano? La institución que lo lleve a cabo merecerá un monumento de buen tamaño.
PUERQUITO DEL GÜERO LOCO
El güero loco, Donald Trump, ya agarró a México de su puerquito. Nos odia con toda su alma, porque, según él, los mexicanos somos la basura del mundo. Aquí entre nos ¿Que haría usted si tuviese enfrente, y sin guaruras, al pelos de elote? ¿La bestia trumpiana sabrá que los mexicanos somos muy respetuosos, pero de muy pocas pulgas? Las ofensas contra México son tiro por viaje, y es que, la nación se convirtió en el puerquito del güero loco.
El último “gancho al hígado” que nos ha propinado es la amenaza de que militarizará la frontera para frenar el flujo de drogas e indocumentados hacia los Estados Unidos.
En el 2005, el enano George Bush; y en el 2009 el nescafé de la Casa Blanca, Barack Obama, intentaron militarizar la frontera norteamericana con México, según ellos para frenar la migración y la posible entrada de terroristas a Norteamérica, pero les salió el tiro por la culata pues, mantener a la tropa loca no sólo era anti constitucional, porque el ejército en los Estados Unidos está impedido a realizar labores de policía, pero sobre todo porque les costaba a los norteamericanos un ojo de la cara.
En abril del 2009, Obama, que, como todos los presidentes norteamericanos, combaten hipócritamente el narcotráfico fuera de sus fronteras, cuando dentro de ellas tienen a más de 40 millones de narco dependientes, pidió al congreso norteamericano 83 mil 400 millones de dólares para financiar las operaciones militares en Irak y Afganistán, y de ese monto, destinaría 350 millones para la realización de operaciones que garantizaran la seguridad de la frontera sur con México.
Ahora, es el güero loco, Donald Trump, el que también, hipócritamente, combate al narcotráfico fuera de Estados Unidos, y anuncia que mientras le construyen su muro, desplegará tropas norteamericanas a lo largo de los 3169 kilómetros que comprende la frontera México norteamericana.
¿El congreso le autorizará una millonada para llevar a cabo su locuaz ideota?
Francamente se antoja imposible, pero, como es un lunático e inestable emocionalmente, un día y otro también, amenazará a México con el muro, la cancelación del TLC, la militarización de la frontera, la desaparición del programa DACA, el narcotráfico, el aumento en aranceles y la imparable migración latina en busca del sueño americano. El caso es estar como las chinches: chupando la sangre.
FAMOSA FRASE DE LERDO DE TEJADA
El general Porfirio de la Cruz Díaz Mori, popularizó una frase de Sebastián Lerdo de Tejada que rezaba: “Pobre México, tan lejos de Dios, pero tan cerca de los Estados Unidos”.
La vecindad México norteamericana es un infierno, como quien duerme en una cama con chinches. ¿Usted ha dormido alguna vez en una cama con esos animalitos? ¿Verdad que es un infierno infernal? Afortunadamente, para esas plagas, los biólogos mexicanos han encontrado que la guayaba es un antídoto de lo más extraordinario para hacer que desaparezcan de la noche a la mañana. Lamentablemente, todavía ningún gobernante mexicano, ni la ciencia, han encontrado algún antídoto contra el infierno que representan las chinches chupasangre norteamericanas.
No hay ningún antídoto contra el güero loco que agarró a México de su puerquito porque nuestros gobernantes peleles no quieren tocarlo ni con el pétalo de una rosa; creen que levantarle la voz al patrón es una imperdonable afrenta. Sin duda, que el activismo de la bestia trumpiana contra México, ha reposicionado el nacionalismo de los mexicanos y seguramente a Donlad Trump le estarán zumbando los oídos porque, lo que menos se pronuncian contra él son mentadas, y si viviese Pancho Villa, seguramente ya habría sugerido a todos los mexicanos echarle más y más mentadas al güero loco, porque también duelen.