Quintero en su Tinta


¿Se pondrá  fin a la cloaca de la sección 22?

¿Se ejecutarán las órdenes de aprehensiòn?

 Lo que sigue, desgarramiento de vestiduras.

¿Hechos delictivos, fueron inventos de la población?

 Antonio Quintero

 

La cloaca en la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), ya no se podía ocultar ni con un gramo de azúcar, la nula voluntad política y el torpe manejo con la Sección 22 provocó que en los últimos 11 años las autoridades se “agacharan” frente a una corporación denominada sección 22 de un magisterio educativo.  Y puntualizó delincuencial porque efectivamente  sus acciones de entonces y las de ahora –hasta hace unas semanas-,  fueron de enclavar, someter, y coartar el derecho de cualquier ciudadano mexicano en derecho de exigir una educación, afectando irremediablemente a generaciones de estudiantes oaxaqueños, que fueron víctimas del desastre educativo en Oaxaca.

 

AÑOS PERDIDOS PARA LA EDUCACIÓN EN OAXACA

 Sin embargo en Oaxaca la fiebre del oro hizo alucinar –como en los viejos tiempos de Cortés-, muchos fueron cómplices del arrebato, marginación, y destrucción de los pilares de transformación a que tuvo derecho la niñez y juventud oaxaqueña, todo se convirtió en calma, quietud, e indiferencia hacía el ramo educativo; generaciones de los herederos de Juárez y Díaz, en su propia tierra fueron desechados, aventados y expulsados fuera de la entidad oaxaqueña para culminar sus estudios o para lograr un  pequeño estímulo educativo, en beca o en  recursos.

La educación quedó en manos de mercenarios, de rufianes que sólo vieron en el sector educativo como amasar fortuna, como vender plazas dentro del propio magisterio, mismas que se cotizaban hasta en más de cien mil pesos.

Se pervirtió por completo el servicio educativo, la docencia, para ello bastó tener cómplices en el gobierno estatal, al cual sometieron a todos sus caprichos, de ahí que un rufián más como gobernante de nombre Heladio Ramírez López, gobernante débil y mediocre haya preferido dar y ofrecer canonjías, prebendas, corrupción e impunidad que fueron el  sello que caracterizó a la organización criminal Sección 22 del SNTE en ese oscuro acuerdo de 1992.

Pero no sólo eso, sino que mezclaron todo, permitiendo todo, y nadie les hizo frente, por el contrario exhibieron también su inhabilidad, torpeza, y se acostumbraron ambos a chantajearse, e utilizando a la educación como símbolo de lucha, de acciones, y de caprichos.

El escudo de la educación favoreció a todos aquellos que vieron que en la sección 22 que existía impunidad, y que podrían subsistir del propio chantaje, creando células organizativas adherentes con otras organizaciones, supuestas organizaciones que se fueron cobijando hasta hoy, con otros enfoques, como la misma Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), que usaron y usan a la educación como objeto y como anzuelo para obtener recursos y canonjías, células que operan dentro de la ilegalidad, y que forman parte de esa descomposición social que existe en Oaxaca, patrocinada por la fuerza que ha sostenido  la sección 22, de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

QUINTERO    DESTRUYENDO CAMARAS DE TELEVISI+ÆN...

ORGANIZACIONES ANÀRQUICAS SE FUERON UNIENDO

En ello y simuladamente y a rio revuelto organizaciones dizque sociales a favor de todo pero menos de la educación, se fueron integrando a los revoltosos de esa sección 22, amparándose con el propio poder gubernamental, negociando todo lo que se pudiera, de no cumplirles iniciaban con lo acostumbrado por treinta años; bloqueando caminos y accesos, cerrando tiendas comerciales, tomando instalaciones de cualquier tipo como la reciente en Salina Cruz, la de PEMEX, e incluso cerrando gasolineras, quemando vehículos donde fuera, y acciones delincuenciales que forman parte del catálogo del terrorismo incipiente que abriga ya en continente americano, copiado a la mexicana.

Los pretendidos líderes, o divagantes representantes de diversas organizaciones que se han mezclado en la turbulencia social-política de la entidad oaxaqueña, como supuestos redentores de revoluciones fascistas, de equivocaciones capitalistas, y de fracaso comunista entre otros descalabros sociales que ha tenido el mundo, pero que los “oaxaquitas” de la sección 22 y sus compinches han aceptado, y tratado de igualar con el mismo o peor de los chascos.

 

LO QUE NO SE HABLA DE LOS PALADINES DE LA EDUCACIÒN

Lo que no hablan, los que están a favor y respaldo de la sección 22, es la cloaca que mantuvo a la entidad oaxaqueña en el peor de los chiqueros, la porquería de seudo-dirigentes que prefirieron enriquecerse del erario educativo, de las marchas, plantones, bloqueos, que fueron negociados con recursos públicos, de solapar a seudo maestros con órdenes de aprehensión, ligados estos a banda de secuestradores, y al crimen organizado.

Por supuesto que todo esto lo ignora el mismísimo peje o se hace, porque ha mantenido cercanías con la dirigencia de la sección 22 desde hace buen tiempo, y fue un avivador del conflicto del 2006, le gusta incendiar, y arremete contra lo que no este de su lado.

Finalmente las ordenes de aprehensión deben librarse en la misma Procuraduría General de Justicia de Oaxaca (PGJO), para continuar en el desahogo de la cloaca de esa seudo-dirigencia que mantuvo a los oaxaqueños en la zozobra absurda, de su terrorismo, de sus ilícitos, de sus delitos en perjuicio de toda la ciudadanía en general.

QUINTERO   llego el fin de la impunidad

NUNCA ACEPTARÀN HABER REALIZADO ACTOS DELICTIVOS

Sin embargo dentro de este marco, la dirigencia herida  acaparará todos los recursos posibles para que los auténticos maestros no los descubran, no los evidencien, harán asambleas, miles de ellas, para desdecir que no son ciertas las cifras, estadísticas, y verdades que amasaron durante más de treinta años.

No admitirán su corrupción, sus mentiras, sus traiciones, su impunidad, por supuesto que no, porque todo lo que hacían era para el bien, era para una sana educación, era para una educación de calidad, por supuesto que lo que hacían era bondadoso, era tierno, era de comprender, porque los recursos financieros no alcanzaban para nada, ni para un gis, o una pluma o lápiz, por supuesto que nunca alcanzaron los recursos, porque bien acertó a decir el ebrio dirigente de esa putrefacta sección 22,  Rubén Núñez Gínez;  ¡A mí me pagan, por hacer política no por dar clases!… Imagínese, amable lector como están todos esos malandrines dirigentes a quienes la propia ciudadanía –es decir los padres de familia- le depositaron su confianza… ¡Increíble!, las cosas que suceden en México y sus estados!… Hasta la próxima!