José Antonio Chávez
En el estado de Hidalgo estalló de forma oficial el pleito entre el gobernador priista, Omar Fayad y la bancada de diputados de Morena que domina por su gran mayoría el Congreso local comandados por su presidente, Ricardo Baptista.
No es la primera vez que se lían a golpes o, como dijeran los que saben a navaja limpia, desde el 1 de julio que los morenos ganaron la elección presidencial con Andrés Manuel López Obrador, también logró alcanzar la mayoría en el Congreso de Hidalgo.
Sin embargo, en la conformación del Congreso, a partir de ahí, la mano negra del gobernador intentó minimizarlos para buscar apropiarse de la presidencia y las principales tres comisiones con sus escasos cinco diputados priistas.
Morena para que se dé una idea les pasó el carro por encima y les arrebató 17 Distritos y dejo uno solo que retuvo el PRI con Adela Pérez Espinoza. El resto de las diputaciones son de carácter plurinominal.
El pleito de arranque llegó al Senado de la República donde los diputados morenos fueron a pedir auxilio al líder de los senadores Ricardo Monreal porque el gobernador los quería madrugar. Omar Fayad le midió el agua a los camotes por la llamada que le hicieron y a regañadientes se echó atrás.
En consecuencia, de los 30 diputados Morena en alianza con tres del PAN, ES y Nueva Alianza, constituye la mayoría calificada al sumar 20, es decir las dos terceras partes para frenar al mismo gobernador.
Omar Fayad lo sabe pero parece que no quiere ceder, hace días en su visita del Presidente en un evento en Hidalgo, el líder de los diputados Baptista anunció asistir para entregar en la mano a López Obrador una carta queja contra el gober.
Naturalmente que buscaron, a como diera lugar cerrarle el paso para evitar que estuviera cerca del Presidente, le asignaron, la gente de logística del gobernador un espacio a unas tres vallas y encajonado para que no se le acercara. Sin embargo la carta llegó a su destinatario.
Ahí exponía todas las santas anomalías que el gobernador les orquestaba, desde querer comprar los diputados hasta echarles toda la caballería mediática del control que goza de los medios en el estado.
Bueno, hoy de nueva cuenta los morenos alzaron la voz, pero ahora si para hacerle frente al gobernador que les declaró la guerra ante la proximidad de las elecciones, obviamente la respuesta de morenos fue algo así como que si quiere golpes, pues los va a tener.
La queja es para que el gober deje atrás sus actos de intromisión y beligerante contra esta fracción parlamentaria, tanto en el discurso político como en los hechos.
Y le agregan que su actitud y doble discurso político contra las diputadas y diputados de MORENA dejan sin efecto todo acuerdo de civilidad y ponen en entredicho el supuesto apoyo o respaldo público y mediático a la 4ª Transformación, impulsada desde el Gobierno de la República, el presidente Andrés Manuel López Obrador. La guerra apenas comienza.
AHORA SI ALITO VA POR EL PRI
El gobernador de Campeche Alejandro Moreno “Alito” solicitó licencia de su cargo para competir por la dirigencia nacional del PRI, un partido que no está en las mejores condiciones o con los mejores números. Está, sin ser pesimistas, en el peor momento de su historia.
Bueno, el PRI necesita una cirugía mayor y de ser posible meterlo a hojalatería y pintura, cambiarle amortiguadores, y de ser necesario el motor de cuatro a ocho cilindros.
Alito lo sabe y sabe de esa descomposición, sin embargo, para nadie es secreto que el deterioro se registró por el abuso y excesos marcados desde Los Pinos en el sexenio peñista.
El pleito para la dirigencia se marca con tres personajes, la ex gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega, el ex rector de la UNAM, José Narro y el ahora ex gobernador de Campeche, naturalmente que este último lleva buena ventaja.
El proyecto de los gobernadores priistas ven con buenos ojos a Alito, y esa es una ventaja que puede llevar incluso a cerrar filas para la elección. Los priistas saben que hoy no necesitan a dirigentes como floreros, sino echados para adelante, que sepan negociar sin perder la dignidad y ven en el de Campeche como el más viable para enfrentar el escenario de por si adverso político y con un López Obrador con aceptación ciudadana mayúscula, vaya más que popular.
MEDIDA DE ARANCEL, NO SER VILIPENDIADAS Y CONTRADICHAS
Se acuerda del discurso que soltó el presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo contra la política que se acordó con Estados Unidos en materia migratoria para evitar los aranceles, pues sin duda levantó ámpula.
Para el líder de los senadores, Ricardo Monreal la posición de Muñoz Ledo es respetable y que no la va a reconvenir y tampoco a contradecirlo, pero esos si que tiene la obligación de respaldar razonablemente y de acuerdo con la Constitución al Ejecutivo sin perder su autonomía como Poder Legislativo.
Monreal el mismo fin de semana, escasas horas de ese acuerdo que llevó a a cabo la delegación mexicana con Marcelo Ebrard al frente, fue claro al pedir no cantar victoria y puede tener razón si tomamos en cuenta que no todo está dicho, Trump no se sabe que más tenga atrás.
Monreal con ese antecedente estableció que ellos respaldarán la política del Presidente y que no van a titubear. Que que otra cosa le quedaba frente a una herencia en donde se desmanteló la industria nacional con una economía vulnerable y dependiente, sino solo establecer acuerdos en materia migratoria.
Ahora, dijo Monreal que hay que esperar que llegue el acuerdo, si es que llega después de los 45 días para que en el Senado que preside también el morenista Martí Batres, tenga plena autonomía para aprobarlo o se de lo contrario, pero de que esa medida del Presidente deben ser razonablemente respaldas, pues no hay duda y que no simple y sencillamente ser vilipendiadas y contradichas.