Antonio Chávez
Los panistas están en la antesala de arrancar la sucesión de su dirigencia nacional que hoy está en manos de Damián Zepeda. Es una tarea difícil por el descalabro catastrófico que sufrieron en las pasadas elecciones.
Desde luego que hay heridos que no se recuperan y hay lastimados que no quieren seguir en el mismo cuento que todo va a cambiar. Entonces, ¿Qué tienen que hacer los aspirantes?
Bueno, para el coordinador de los diputados federales y aspirante a la dirigencia nacional del PAN, Marko Cortés, están más que conscientes de la lección que recibieron en esas elecciones.
Hoy no les queda más alternativas al partido que evolucionar y buscar la unidad de toda su militancia, no hacerlo puede retrasar se pongan de pie para volver a la pelea real por la recuperación de la Presidencia. La apuesta es por el ánimo del consenso interno.
Es la lucha por la dirigencia y es la lucha por convencer a todos los grupos, vaya suenan los calderonistas, los del Yunque y los anayistas. El sábado fue el conclave para designar la ruta y acuerdos para buscar la dirigencia.
Cortés es un panista que inició desde los 16 años en su natal Michoacán, ha participado en una gran parte de campañas para los diferentes cargos de elección popular, entre ellos la presidencial y, dicen los que saben es una pieza clave, hoy, para construir puentes.
Saben que la atropellada que les dio Morena con Andrés Manuel López Obrador el primero de julio pasado, no es un caso ligero, cimbro al partido al grado que no hay voz de cualquiera de los grupos o militantes que esté en contra de buscar acuerdos que conlleven a la unidad.
No hay vuelta de hoja, el escenario no le favorece para nada y menos para los pleitos internos que no abonan, al contrario para alcanzar una recuperación y hacer valer los 12 gobernadores, el PAN tiene que evolucionar, insistió el todavía líder de los legisladores.
¿Qué falló en la elección presidencial?, le preguntaron en la charla.
Bueno, su apreciación es que el Frente con el PAN y MC no cuajo, que dio buenos resultados, pero a nivel local y no en lo general. Es decir le faltó apoyo al presidencial.
Además señaló que la estocada que le dio el gobierno federal con la PGR a Ricardo Anaya, éste no logró superarlo. No se repuso en toda la campaña, a pesar que en los debates repuntaba pero no le alcanzó. Esa es parte de lo que falló.
Que tarde, muy tarde se dieron cuenta del amarre que traía el PRI con Morena, que eso no lo vislumbraron a tiempo para buscar desactivarlo. En consecuencia, los panistas perdieron la oportunidad de alcanzar el voto útil.
Enfrente, otro grupo de panistas en voz del Senador por Sonora, Héctor Larios se oponen a que Marko se vaya por la libre pues para ellos al joven michoacano le pesa la marca de Anaya y así no lo pueden aceptar.
Sin embargo, Marko Cortés está echado para adelante y quiere convencer al panismo en general, que aspira tener la mayoría de la militancia pero que la idea es que se necesita construir que los aspirantes logren el consenso y no ganen solo por el voto. Un triunfo avalado por todo el panismo, vaya unidad pura.
TRANSICION ORDENADA EN SENADO
Bien hicieron en el Senado de la República de Ernesto Cordero de informar que la transición, que va ordenada en la Cámara Alta, no considera afectación alguna al derecho de los trabajadores sindicalizados, de base, ni tampoco las prestaciones sociales en la ley federal del Trabajo.
Obviamente que en las leyes están contempladas las facultades del Presidente de la Mesa Directiva para dirigir y vigilar el buen desempeño de la cámara y en su caso estimular a los servidores públicos que han cumplido con eficiencia sus responsabilidades.
BEJARANO TIENE CON QUE ARMAR OTRO PARTIDO
El movimiento de René Bejarano no crea que es un movimiento común y corriente, no, tiene carnita que puede constituir envidia de la buena para cualquier líder político. Le cuento porque:
Es una asociación civil que nació en el 2014 y hoy cuenta con 600 mil afiliados que se ubican en todos los estados de la República Mexicana, es decir que ya trabaja en mil 800 municipios.
Si bien la apuesta con los pasos agigantados que caminan, es llegar al millón de afiliados, entonces podríamos decir que en cualquier momento
YA NO HABRA ESTADO MAYOR PRESIDENCIAL
Andrés Manuel López Obrador, después del encuentro con el Presidente Enrique >peña Nieto en Palacio Nacional, refrendó la propuesta de campaña que el Estado Mayor Presidencial se integrará a la Secretaría de la Defensa Nacional y que será una ayudantía de 20 hombres y mujeres profesionistas los que lo cuidarán. Que solo tendrán escoltas los funcionarios que tengan responsabilidad en el área de Seguridad.
Es decir, más de ocho mil elementos que la integraban regresaran a las filas del Ejército. Dejará de gastar con esta acción más de 600 millones de pesos designados como presupuesto al año.
Y que no utilizará la Residencia Oficial de Los Pinos, que para su información en campaña, en tono de broma dijo que no, porque estaba embrujada, quien sabe por qué. Entonces refrendó también que despachará en Palacio Nacional.