Álvaro Carrillo a cinco décadas de su partida


  • Originario de la Costa Chica oaxaqueña compuso más de 300 melodías.
  • Abordó todos los géneros; se presentó en radio, teatro, televisión y cabarets.
  • Accidente automovilístico terminó con su vida y la de su esposa hace 50 años.
  • Sabor a mí su composición más grabada en diversos idiomas e intérpretes.
  • Ingeniero agrónomo de Chapingo, también pasó por la Normal de Ayotzinapa.

De la Redacción.

Fue el cuatro de abril de 1969; se informaba sobre la muerte, un día antes, de uno de los cantautores más importantes de México: el creador de “El Andariego” y “Sabor a mí”.

El accidente ocurrió a la altura del kilómetro 12.5 de la carretera a Cuernavaca, y en el auto viajaban el compositor, su esposa, el chofer y dos de sus hijos.

Álvaro Carrillo y su familia viajaban a bordo de un coche marca Ford Falcón placas número 674 PH. En sentido contrario iba una camioneta tipo guayín, también Ford, placas número 724 QS; la que fue alcanzada por un autobús no identificado y proyectada hacia el otro carril  de la autopista en el momento en que pasaba el vehículo de Carrillo Alarcón”. Decía la nota.

Además de Álvaro Carrillo; poco después murió el conductor del vehículo, conocido como “El Negro Rafa”, al igual que la esposa de Álvaro, Ana María Incháustegui de Carrillo.

“Los dos hijos de Álvaro, también heridos de graves fueron internados en el Sanatorio Las Américas. Ellos son Álvaro y Mario de 7 y 5 años de edad respectivamente”.

La familia venía de la toma de protesta del gobernador Caritino Maldonado en Chilpancingo.

“El trágico deceso del ingeniero Álvaro Carrillo; uno de los compositores de mayor calidad que había tenido México en los últimos años, causó consternación en los ambientes artístico y musical, donde el autor oaxaqueño fue figura estimada y admirada”

Aquellos años

En la nota publicada el 6 de abril se da cuenta del entierro del cantautor, al que acudieron alrededor de 500 oaxaqueños; que vinieron expresamente al sepelio y le cantaron “El Andariego”, “Amor mío” y “Luz de luna”. Minutos antes había sido sepultada su esposa, a su lado.

Mientras algunos lo recordaban como agrónomo, varios se refirieron, esa tarde, al artista.

“Una dama compuso un poema dedicado a Álvaro Carrillo y lo declamó momentos antes de que los restos del compositor descendieran a su tumba”, se lee.

Estuvieron allí sus amigos Miguel Aceves Mejía, Pepe Jara, José Luis Caballero y Lucho Gatica. Más adelante se lee.

Tras la muerte de su amigo, Pepe Jara; “el trovador solitario”, grabó un mensaje a Álvaro que se difundió en radio lamentando lo ocurrido.

Él se hizo famoso cantando al oaxaqueño y de hecho, sus cenizas descansan a los pies de la tumba de Carrillo y su esposa.

LA COSTA OAXAQUEÑA CUNA DEL ANDARIEGO

Álvaro Carrillo nació el 2 de diciembre de 1919 en la ranchería de El Aguacate, en el Municipio de Cacahuatepec, en la Costa Chica de Oaxaca. Sus padres fueron don Francisco José María Carrillo Jiménez, originario de Cacahuatepec, y doña Candelaria Morales, mulata, originaria de Juchitán, estado de Guerrero, quien falleció cuando Álvaro era todavía un niño. Después de la muerte de doña Candelaria, don José María Carrillo se trasladó a Cacahuatepec y contrajo nupcias con doña Teodora de Alarcón, de la cual el maestro Carrillo tomaría su segundo apellido.

Álvaro cursó sus estudios primarios en Cacahuatepec y posteriormente, en 1935, ingresó al Internado Agrícola Indígena de San Pedro Amuzgos, Oaxaca, pero, debido a una revuelta originada por el reparto de tierras, el internado se clausuró. En esta etapa de su vida, entre fiestas populares donde se tocaban sobre todo chilenas y sones costeños, inició su carrera en la música. Fue así como compuso Celia, la letra de una canción que estaba inspirada en una compañera de estudios de quien Álvaro se enamoró. También fue en esta época cuando compuso, a petición de un amigo, La amuzgueña, canción que estaba dedicada a la novia de aquél.

SU PASO POR  AYOTZINAPA

Se dispuso que los alumnos del ya clausurado Internado de Amuzgos se reincorporaran a los estudios en el internado de Ayotzinapam, en el estado de Guerrero. Al concluir sus estudios en este plantel, el compositor ingresó a la Escuela Nacional de Agricultura (ENA) en Chapingo después de aprobar exitosamente el examen de admisión. Y se resalta “exitosamente” porque el reglamento de la ENA que en aquel tiempo sólo permitía participar en el examen de admisión a alumnos con estudios a nivel secundaria, fue modificado para dar igual oportunidad a alumnos de los Internados Agrícolas. Fue así como el compositor pudo ingresar a dicha escuela, aun sin haber cursado la escuela secundaria.

AGRÓNOMO DE CHAPINGO

Cuando Álvaro cursó sus estudios en la E.N.A., lo hizo en la etapa en que existía el régimen militarizado. Su afición por las canciones lo llevó a escapar frecuentemente de la escuela y, por consiguiente, a acumular varias amonestaciones. Fue tal su pasión por la composición y la música que abandonó el estudio durante un año. El director lo convenció de que terminara sus estudios. Y así lo hizo, y recibió el título de ingeniero agrónomo en 1945. Dejó a su escuela una canción de despedida, que es como un himno para esa institución: Adiós a Chapingo.

Álvaro demostró su capacidad para el estudio, pero para la agricultura. Fue un bohemio, un gran compositor, intérprete de sus canciones, y en este ámbito llegó a ser uno de los más grandes artistas mexicanos de fama internacional.

Orgulloso por su escuela, bautizaría a una de sus hijas con el nombre del plantel: Ena. Sin embargo, su vocación de cancionero pudo más que la ingeniería, y decidió dedicarse por completo a la música. Álvaro Carrillo fue más un cancionero que un compositor. La diferencia estriba en que el compositor es un artista dedicado a transformar la vida en poemas musicales, mientras que el cancionero es un artesano que nace con la vida como oficio, predestinado a transmitir las vivencias – propias o ajenas – en formas bellas de canción.

Trovador de veras

AMOR MÍO PRIMERO DE SUS TEMAS EN GRABARSE

Como ingeniero, Álvaro trabajó en la Comisión Nacional del Maíz en la ciudad de México. Sin embargo, siguió componiendo canciones, y a través de su amistad con el trovador Carlos Madrigal logró que el Trío Los Duendes le grabaran el tema Amor mío, que se convirtió en un gran éxito que le hizo abandonar por completo su otra profesión y dedicarse de lleno a la composición.

Otros cantantes que ya tenían cierta popularidad comenzaron a cantar las canciones de Álvaro, y así comenzó a ser conocido. El Maestro, como lo llamaban en el medio, compuso más de 300 canciones en los géneros del paso doble, chilenas, bambucos, rancheras y bolero. También intervino en varios programas de radio, televisión, teatro de revista y centros nocturnos durante 15 años.

CHAPINGO LE RINDE HOMENAJE CADA AÑO

La Universidad Autónoma de Chapingo le rinde honor cada año en el mes de octubre, cuando lleva a cabo el concurso Festival de la Canción de Aficionados Álvaro Carrillo, en el que participan alumnos de la institución en las categorías de composición poética e interpretación de sus canciones. El evento se lleva a cabo en el auditorio universitario que lleva el nombre del gran compositor y normalmente asisten los que fueron sus compañeros de estudios en la E.N.A.

LA PIEZA SABOR A MI; SU VIDA ROMÁNTICA

Esta canción dio vuelta al mundo, fue grabada en México, Francia, Bélgica, Grecia, Austria, Inglaterra, Italia, Holanda, España, Estados Unidos, etc.

Álvaro Carrillo tuvo 2 esposas. De la primera se divorció y con ella tuvo dos hijas, la primera de nombre Rosa Elena, que murió siendo niña, y la segunda del mismo nombre. A la primera le compuso la canción Arrullo, y a la segunda, Amor mío.

La segunda esposa se llamó Ana María Incháustegui Guzmán, y con ella tuvo 4 hijos: Pedro Álvaro, Mario Alberto, Ena Marisa y Lorena Georgina. Ella falleció al lado del maestro en el accidente que le arrebató la vida.

Reconocimientos

SABRÁ DIÓS…EL ORIGEN

La canción Sabrá Dios la compuso porque compró un timbre postal en una oficina de correos y una mujer lo atendió. Al pedirle la cuenta, le dijo: “¿Cuánto va a ser, señora?”, a lo que la mujer respondió: “Señorita, por favor”. El maestro le contestó entonces: “Sabrá Dios”. Al llegar a su casa ya tenía listo el tema de la canción.

La melodía Sabor a mí fue la canción más exitosa de las que compuso, y una de las más bellas, la cuál ha sido traducida a 33 idiomas.

La canción Amor mío fue su canción favorita, pues le abrió camino al éxito.

Su canción La mentira (Se te olvida) fue el primer tema musical que le dio una mayor popularidad a una telenovela: se trató de La mentira, grabada en 1966.

Tenía la costumbre de fumar y quedarse dormido. Despertaba cuando el cigarro estaba quemándole los dedos.

Una de sus frases fue: “La escuela es para los burros. Yo no voy a mantenerme de ingeniero, sino de mis canciones.”

SU TRATO CON EL PRESIDENTE ALM

Adolfo López Mateos, por entonces presidente de la República, lo mandaba buscar. Lo llevaban y cantaba para él y para Dora María. Una vez le dio un cheque en blanco: “- ¿Cuánto le ponemos?”, me preguntó. –Yo no sé, lo que tú quieras.” Y él añadió: “No debo abusar.”